Carriedo pide el apoyo de todos los grupos para que los fondos de la UE atiendan el reto demográfico
El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, reclamó este miércoles “el apoyo de todos los grupos” en las Cortes autonómicas para logar que el reparto de los Fondos de Nueva Generación de la UE, se realice “con criterios objetivos y transparentes, y atendiendo a factores vinculados al reto demográfico”.
Carriedo abrió hoy en el la Comisión de Economía y Hacienda del Parlamento regional las comparecencias de los consejeros de la Junta, para explicar las cuentas que manejarán el año que viene, donde hizo una exposición global del presupuestos y otra específica de su departamento.
Los Presupuestos Generales de la Comunidad de Castilla y León para 2021, dijo, “serán los más elevados de la historia de la Comunidad, ascendiendo a 12.291 millones de euros, un 13,91 por ciento” más de los aprobados en 2018.
Unas cuentas que defendió para afrontar unas “circunstancias extraordinariamente difíciles” y que impulsan el cumplimiento del Pacto por la Recuperación Económica, el Empleo y la Cohesión Social en Castilla y León, y “es en gran parte desarrollo del mismo”. “Desde aquí les tiendo la mano para seguir acordando cosas”, dijo.
Carriedo aclaró que no han incorporado a los presupuestos las partidas que llegarán de Europa “por prudencia”, ya que el Gobierno de España todavía no ha comunicado la cantidad que corresponde al conjunto de administraciones territoriales, a cada comunidad autónoma, ni cuál sería su distribución temporal ni su destino concreto, al objeto de establecer las oportunas dotaciones en los programas presupuestarios correspondientes.
En este sentido, dijo, y conforme a las reuniones mantenidas entre el presidente de la Junta de Castilla y León y los portavoces de los grupos parlamentarios, trasladaron al Gobierno sus pretensiones sobre el reparto y reclamó el apoyo de todos.
Fernández Carriedo aprovechó también para denunciar una reducción de los ingresos a cuenta del modelo de financiación autonómica respecto a las cantidades recibidas en el presente año 2020. Una disminución que en el caso de Castilla y León, cifró en 169,4 millones de euros menos.
Al respecto, sentenció que “se hace más necesario si cabe una reforma del sistema de financiación autonómica, que se ha demostrado insuficiente, contrario a los intereses de nuestra Comunidad, y que además ha superado ampliamente el periodo de vigencia para el que se aprobó”.
Cuentas sociales
El consejero defendió unas cuentas “eminentemente sociales”, donde las tres Consejerías responsables de la prestación de servicios esenciales concentran el 80 por ciento de los recursos no financieros asignados.
Asimismo, expuso que se trata de un presupuesto netamente inversor, donde las operaciones de capital crecen en un 17,8 por ciento, “más intensamente que las operaciones corrientes”. Aseveró que los presupuestos ofrecen “un indudable” apoyo a los sectores productivos y al empleo, incluyendo 155 millones en ayudas directas y financieras. Asimismo, ensalzó que el Presupuesto recoge un importante apoyo a las Corporaciones locales, asegurando con 346 millones a través del Plan de Cooperación Local.
El consejero afirmó que su presupuesto tiene unas bases realistas, avaladas la AIReF con un crecimiento del 7,5 por ciento, que no permitirá recuperar la caída del 10,1 por ciento prevista para este año; y un déficit del 1,1 por ciento, que permite incorporar 633 millones, ante la mejor situación de endeudamiento de la Comunidad, que la media y una situación que lo justifica.
Carriedo indicó que la tasa de paro media anual se situará alrededor del 13,9 por ciento; y el empleo crecerá un 2,8 por ciento, frente a la caída del seis por ciento estimada para el año actual. "Estas previsiones, como es lógico, están sometidas a los diferentes riesgos de evolución de los mercados, tanto nacional como internacional", advirtió, en un escenario marcado por la pandemia.
Un presupuesto, dijo Carriedo, que reduce impuestos en el mundo rural; consolida la sanidad, la educación y los servicios sociales, y “busca que el impacto de la recesión sea menor que en el conjunto nacional, para desde ahí iniciar la recuperación”.
“Un presupuesto, en definitiva, que es consciente de los graves problemas del presente y sienta las bases para un futuro mejor. Un presupuesto que piensa en las personas. En todos aquellos que tienen miedo al virus o a perder su empleo. En quienes han visto truncado su proyecto vital por esta crisis. En quienes tenían planes de futuro que han tenido que retrasar”, trasladó en sede parlamentaria.