El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha mantenido hoy un encuentro en Burgos con el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, a la que ha asistido asimismo el presidente de Cecale, Santiago Aparicio.
En la reunión se han abordado las estrategias que afronta la Junta para paliar la crisis del COVID y que afecta ampliamente al tejido empresarial de Castilla y León, y tras ella se ha celebrado una comparecencia conjunta.
Tras el encuentro, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha cuantificiado en más de 85.000 empresas las que han desaparecido a cuenta de la pandemia, basándose en datos del Instituto Nacional de Estadística con fecha de noviembre y ha aventurado que, aunque "me gustaría decir lo contrario", cerrarán más sociedades "si esto sigue así".
Por ello, el presidente de la patronal española aboga por todas las medidas que se han abordado en la reunión con el presidente castellano y leones: "desde los test en empresas, los ERE, lo ICO, el MAP -mercado alternativo-, el fondo de SEPI que se ha generado, las ayudas directas, los ayuntamientos... porque a través de una rebaja del IBI también se puede aliviar a las empresas", ha defendido. "Pero aparte del número, a mí me preocupa que los ERTE están preparados para dar cobertura a los trabajadores, y que esas empresas queden hibernadas para que sean capaces de que esas 800.000 personas puedan recuperar su puesto de trabajo. Y para eso hay que proteger a las empresas", ha subrayado.
En este sentido ha abogado por hacer "un trabajo exhaustivo para que no caigan más empresas". "Cada vez que cae una empresa, hay uno, o varios, o muchos puestos de trabajo que nunca se volverán a recuperar. Protejamos a la empresa, porque la empresa privada es la clave para que lo público funcione".