España será uno de los países de Europa que más estrés hídrico sufrirá en los próximos años. Menos lluvias y más torrenciales. Esto afecta directamente a todos los sectores productivos, pero especialmente al sector agrícola y, en concreto, a las plantaciones de regadío.
Con una reserva hídrica que se encuentra hoy en el 48% de su capacidad, España se encamina a un modelo diferente de cultivo, menos dependiente del agua.
El Proyecto del Plan Hidrólógico del Duero 2022-2027 de la CHD presentado esta mañana en Valladolid, no convence a ASAJA, que prepara una batería de medidas como alternativa a una propuesta que, a su juicio, "no tiene ninguna credibilidad dado que se basa en un presupuesto ficticio", en relación a que depende de diferentes organismos, con los que aún las cifras no están consensuadas ni aprobadas.
Así lo ha declarado a este periódico José Antonio Turrado, secretario general de ASAJA en Castilla y León, quien pide se pongan encima de la mesa inversiones "a largo plazo y a futuro", en vez de propuestas que "castigan de nuevo al agricultor".
Impacto negativo en el sector
A la crisis generada por el incremento en el precio de los insumos agrícolas, se le suma ahora la intención de que "el agricultor pague aún más por el agua, en vez de proponer inversiones para almacenar más cantidad".
Según Turrado, este Plan "plantea mayores costes para el agricultor, que tendrá que competir así en mayor desventaja aún con los del resto de Europa que no tienen el problema de sequía que hay en España".
"No entendemos por qué hay que subir el coste del agua que se utiliza para regar en vez de afrontar este problema con infraestructuras que amplíen el abastecimiento del agua, permitan una mayor recogida y almacenamiento", añade.
Aproximadamente el 15% de los cultivos de Castilla y León son de regadío, muy por debajo de la media nacional que se sitúa en el 25%, según datos de ASAJA. Unos cultivos que son "cuatro veces más rentables que los de secano, y que permiten fijar población y reforzar el entorno rural también", indica Turrado.
En este sentido, el secretario general de ASAJA explica el rechazo de este nuevo Plan de la Conferencia Hidrográfica del Duero en que "la solución no puede pasar por convertir el regadío en secano, sino en mejorar e invertir en infraestructuras para poder afrontar los retos del cambio climático".
Según datos del Water Outlook to 2050 recogidos por la OCDE, la demanda de agua se disparará globalmente hasta un 55% de 2000 a 2050, a la vez que desciende su cantidad.
Mientras en la industria sí se puede reciclar el agua que se utiliza para la producción, en la agricultura la mayor parte de la que se extrae se consume íntegramente al ser absorbida por los cultivos. Sin embargo, este sector trabaja para acometer las transformaciones necesarias para utilizar de la forma más eficiente posible este recurso hídrico.