El expresidente de Telefónica España, Luis Miguel Gilpérez, ha mantenido hoy un encuentro con empresarios en la Cámara de Comercio de Valladolid, donde ha analizado algunas cuestiones que podrían acelerar la recuperación de la economía de Castilla y León.
Entre otras, considera fundamental crear polos de riqueza en las capitales de provincia, que contribuyan a retener y captar el talento, cuya fuga se convierte en uno de los 'aliados' de la despoblación.
"Tenemos que crear una España mucho más continua, ser capaces de construir centros de competencia en espacios de tamaño medio, entre 50.000 y 100.000 habitantes o menos, porque de alguna manera necesitamos una economía de escala y dar servicio a la ciudadanía", espetó.
Entre otras, además de las nueve capitales provinciales, mencionó Ponferrada, Miranda de Ebro, Aranda de Duero y Benavente, que podrían albergar 'hubs' que ayuden a "generar un círculo virtuoso que permitiría ir a por más poco a poco, para lo que debería plantearse el escenario en esa recapturización del talento que hemos perdido", incidió.
Gilpérez, ingeniero industrial y máster de Planificación y Administración de Empresas, remarcó que en una Comunidad tan extensa como Castilla y León, cuando se habla de estos núcleos "beneficia también a todo lo que genera alrededor". "Puedes vivir en torno a 15-20 kilómetros perfectamente", sostuvo.
Eso sí, advierte de que en el resto de la Comunidad, en la parte rural más profunda, "es necesario trabajar mucho más en otros frentes, como el teletrabajo, más digitalización y ser capaces para que puedan tener los servicios básicos a pesar de no contar con centros logísticos tan cercanos".
La fibra óptica, imprescindible
El expresidente de Telefónica apeló a la necesidad de que la fibra óptica se extienda a cualquier núcleo y que el número de hogares sin acceso a esta red "sea anecdótico", ya que entendió como "imposible" alcanzar determinados lugares.
Gilpérez destacó que para desarrollar este proceso es necesario acelerar el ritmo de la digitalización, para lo cual abogó por marcar objetivos con horizonte en 2025 y 2030. Pero en todo caso apostó por "predicar con el ejemplo" y reclamó a todas las administraciones que sean "las primeras en ser totalmente digitales".
"Hacer los deberes con tiempo"
El expresidente de Telefónica, que hoy participó en un encuentro con empresarios en la Cámara de Comercio de Valladolid, reconoció que a pesar del crecimiento económico de España, el país "no ha vuelto a niveles prepandemia" y alertó de que aún se desconoce el impacto real del conflicto en Ucrania.
"Y veremos si termina allí o dónde", expuso. En este sentido, y como previsión de lo que pueda venir, abogó por tener los "deberes hechos". Así, insistió en que "si no los haces te vas a acostar tarde, como los niños que llegan del cole y no hacen los deberes y van a dormir poco. Y yo soy de los que creo que hay que dormir mucho. Ese es el problema, que no hacemos los deberes. Hay más voluntad que ejecución. Estamos en una situación de facto en la que hay más discurso que hechos", reprochó.
Por ello, demandó ejecutar medidas concretas y "todas a la vez", un conjunto que "tiene que estar conectado e ir en el mismo sentido". También reclamó que estos paquetes estén liderados, y en el caso de España, dijo: "No veo otro líder posible que quien tiene una visión global del país, que es el Gobierno. Y cada uno de los elementos por debajo, como ciudadanos y empresas, tiene que ir en ese frente. En todo esto se observan acciones deslavazadas".
Vehículo eléctrico
Gilpérez se refirió a algunos de los sectores en los que prevé que España y Castilla y León apuesten con fuerza. Se trata del vehículo eléctrico y las renovables. Para el primer caso lamentó que aún falten infraestructuras y redes para poner en marcha su desarrollo, y planteó un problema en el futuro, pues solo un 18% de los coches a día de hoy duermen en garaje, lo que complicaría la extensión de la red en la calle.
Además, llamó la atención de que "no hay suficiente potencia para atender la demanda de las ciudades", con lo que el primer paso sería la inversión necesaria para construir las llamadas electrolineras puntos de recarga de alta capacidad para los coches eléctricos, en los que en "quince o veinte minutos la batería esté cargada al cien por cien".
En este sentido, se mostró optimista y vaticinó que en un plazo "de dos o tres años existirá una buena red de recarga", con puntos a menos de cien kilómetros de cualquier lugar. "Esto supondrá que si controlas razonablemente tu viaje no tendrás ningún problema. Las complicaciones pueden aparecer cuando la demanda crezca y, de forma especial, en las ciudades, donde no tenemos la potencia suficiente, dado que de contratos con una potencia de tres o seis kilovatios pasaremos a necesitar una potencia de 20", advirtió. Por ello, anotó que España podría "ser líder en todo lo generado alrededor del coche eléctrico, que puede suponer un salto cuántico".
Este aumento de demanda no debería de ser un problema, a su juicio, dada la generación de renovables en España, que cuenta con un "recurso infinito"como el sol, si bien alertó de que a día de hoy "se está aprovechando mal". "Lo mismo que han hecho las compañías de telecomunicaciones con la fibra, las empresas eléctricas también deben modernizar sus redes, pero de momento no parece que nadie se ponga manos a la obra", incidió.
Como ingeniero industrial, también abordó la decisión de continuar o no con la nuclear, punto en el que defendió "trabajar en energías que no atenten contra el medioambiente".
En este sentido, explicó que en el marco de la nuclear están los reactores de fisión, a base de plutonio y uranio, "combustibles que se convierten en elementos radioactivos con una larga vida y que son difíciles de controlar" y de los que se mostró como un detractor de este sistema.
Sin embargo, defendió el procedimiento de fusión, en el que "el combustible es el agua", si bien aseguró no entender la falta de desarrollo a su alrededor dado que se trata de" "una energía limpia que genera más potencia que la fisión". A día de hoy, todas las centrales de España son de fusión.
Por último, sintetizó su idea de mejor gestión por parte de las administraciones sobre los Fondos Europeos de Reconstrucción. "Se deben capilarizar y ser efectivos. Creo que el Gobierno debe seguir controlando dónde se deben aplicar los fondos, hay que mejorar la normativa y no caer en la burocracia, que es lo que nos está pasando", concluyó.