El Índice de Precios al Consumo (IPC) sigue siendo una losa cada mes para las cuentas de Castilla y León. El 11% alcanzado en marzo, un dato conocido este miércoles, es el más alto de la Comunidad desde 1985, al igual que sucede con el dato de la media nacional, ubicado en el 9,8%. Una cifra que desde la Junta de Castilla y León se ve con “preocupación”. Hay que remontarse 40 años para recordarlo.
“Es extraordinariamente alto, negativo y perjudicial”, ha afirmado el consejero de Economía y Hacienda y portavoz de la Junta en funciones, Carlos Fernández Carriedo, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno. Sin embargo, ha querido recordar que este dato “no viene de hoy”, ya que desde la Junta se venía advirtiendo de “una evolución creciente de inflación” cuando a finales de año se cerró con un 7%, y desde el Gobierno de Pedro de Sánchez se quitó importancia al asunto “ya que era algo pasajero” y se “rechazó tomar medidas”-
Además, ha comentado que es “difícil” analizar el dato por comunidades autónomas, “pero sí se puede ver lo que ha hecho cada una para garantizar la igualdad y siendo conscientes de las dificultades”.