El Ibex 35 se dejó el pasado viernes un 3,7% con los inversores replegando velas por temor a un crecimiento negativo de la economía. Suenan tambores de recesión. Es más, el Banco Mundial ya habla de la posibilidad de que a finales de año podamos hablar ya de estanflación si no se pone freno a la mayor espiral inflacionista desde 1995.
Son las palabras malditas. Las que nadie quiere escuchar por su efecto contagiador en los mercados.
Pero la realidad es que el BCE ya ha dicho adiós a la política del dinero barato que llevaba impulsando desde 2011 y ha anunciado una subida de los tipos de interés del 0,25% en julio a la que se espera le añada otro medio punto más en septiembre.
Y todo ello para intentar contener la espiral inflacionista que devora la capacidad inversora de las empresas y de consumo en los ciudadanos. Cada vez podemos comprar e invertir menos con el mismo dinero.
Con una inflación en Castilla y León del 9,9% interanual en mayo según los últimos datos del INE y tras haber superado la barrera psicológica de los dos dígitos (registró un 11% el pasado mes de marzo), analizamos con Santiago Aparicio, presidente de la CEOE, el otoño que se avecina dadas las continuas revisiones de crecimiento económico a la baja que efectúan los distintos organismos independientes como la AIReF o el Banco de España y el incierto escenario energético.
"Estamos en una nube con datos de turismo como los de Canarias, Andalucía y Baleares, que invitan al optimismo en plena temporada de verano", pero la situación de la economía "no es la que parece" y las empresas tienen "serias dificultades para crear empleo y salir adelante", por lo que "si no se toman medidas rápido para que el golpe sea lo menor posible, podemos encontrarnos en otoño invierno con una recesión".
La AIReF prevé que los ingresos de Castilla y León en 2022, sin tener en cuenta los recursos del PRTR (Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia) y las ayudas directas a empresas, reduzcan 1,6 puntos su peso en el PIB, hasta el 16,5%. Esto supone un descenso en torno al 3% sobre el nivel de 2021.
"En este momento hay mucho dinero parado en el mercado, pendiente de qué va a pasar y cuándo va a parar esta espiral inflacionista. A partir de ese momento se podrán generar más puestos de trabajo y pagar salarios más altos, que es lo que nos importa también a los empresarios, porque sabemos que cuanto más dinero haya circulando, más se mueve la economía", asegura Aparicio.
Sin embargo, el laberinto de normas a la hora de llevar a cabo cualquier actividad económica "penaliza la recuperación económica. Sólo el año pasado tuvimos 1,1 millones de páginas del BOE con normativa nueva, a la que hay que añadir la normativa autonómica y que además no permite que haya una unidad de mercado para que el empresario tenga una capacidad real de hacer frente a todos los pagos", asevera.
"Está demostrado que cuando se bajan los impuestos se genera mucha más riqueza y empleo, y esto a su vez más recaudación para el Estado. Y así, sí se pueden mejorar los sueldos de los trabajadores", indica.
La incertidumbre en el sector del automóvil
Según Faconauto (patronal de los concesionarios de marcas de automóviles), Castilla y León, con fábricas de Renault, Nissan e Iveco, venderá en 2022 un 60% menos de vehículos que en 2019. Datos que hacen saltar las alarmas en una de las industrias que mayor peso tiene en el PIB de la Comunidad y que da empleo a cerca de 35.000 personas.
Este sector se enfrenta a un escenario totalmente diferente al conocido hasta ahora, con cambios en la tendencia de consumo que apuntan al pago por uso y no por propiedad, así como las penalizaciones que supone que Bruselas haya aprobado que no podrán seguir fabricándose coches diésel o gasolina a partir de 2035.
"Los precios de los coches eléctricos siguen siendo muy altos y los jóvenes, ya desde antes de la pandemia, no quieren tener gastos fijos, prefieren pagar más por el uso que por tener un coche en propiedad, lo cual golpea a la industria de la automoción, que es la industria de referencia en Castilla y León", indica preocupado Aparicio.
Además, el presidente de los empresarios considera que no se dan las circunstancias para que los empresarios de este sector y del resto acometan inversiones dado que para que eso ocurra "es necesario certidumbre, seguridad jurídica que permita hacer inversiones sin que te cambien las reglas del juego en medio del partido, y calidad en la norma para que contemple claramente qué se puede hacer y qué no". En este sentido, son cada vez más confusas las informaciones que llegan sobre la movilidad en Europa.
Precisamente la UE baraja ahora la posibilidad de declarar peligroso el uso del litio, indispensable para la fabricación de baterías, lo cual dejaría de nuevo en manos de China el control de este mercado que tanto ha golpeado las plantas de automoción durante la crisis de los semiconductores.
Inflación y subida de salarios
Con un 9,9% interanual registrado en mayo, la espiral inflacionista "está llevando a las empresas a no poder subir precios para ser competitivas pero perdiendo a cambio rentabilidad". En este sentido, Aparicio insiste en que la receta para luchar contra esta inflación (la más alta desde 1995) "pasa por el control en la subida de precios. Hay que aguantar con nuestros márgenes comerciales, de la misma manera que no hay que subir los salarios, excepto los acordados en los convenios colectivos".
"Estamos viendo casos en Castilla y León y en el resto de España de empresas que estaban en una situación delicada pero iban subsistiendo, pero la espiral de precios no han podido soportarla dado que no han podido aplicar ese incremento en sus costes de producción al producto final, y no han salido de ahí, por lo que han presentado concurso de acreedores", apunta.
Según las previsiones del Banco de España, el país cerrará con una inflación del 7% que seguirá suponiendo un freno en el consumo y un lastre para la rentabilidad de las empresas.
Créditos ICO, imposibles de devolver
Las empresas que pidieron un crédito ICO para no cerrar tras la irrupción de la pandemia siguen sin poder devolver estos créditos: "La gran mayoría de las pymes no puede hacer frente a estas amortizaciones porque no tienen capacidad de generar dado que apenas tienen margen comercial y los costes son cada vez mayores, por lo que pedimos al Gobierno una carencia de seis meses o un año más para devolver estas ayudas".
España es "el único país de la UE que no ha puesto estas ayudas a fondo perdido por la pandemia. En Alemania los empresarios recibieron un 70% de lo que habían facturado antes de pandemia a fondo perdido, en Italia un 30% y en Francia un 40%. Aquí lo único es que el Gobierno reavalaba si no se podía hacer frente a ellos, y si hay que reavalarlo, sabemos que quienes lo van a hacer son los bancos".
Mañueco y el impuesto de Patrimonio
Subir o bajar impuestos en épocas de crisis es uno de los debates más actuales entre los analistas económicos. Y hay argumentos y cifras para todos los puntos de vista. Para el presidente de la CEOE en Castilla y León, no hay más fórmula que la de "bajar más los impuestos, cosa que creo que vamos en el buen camino en esta Comunidad".
Sin embargo, Aparicio afea al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, "que prometió bajar uno que penaliza mucho al empresario, que es el de Patrimonio, y no lo ha hecho", señala. "Esto retrae a la hora de hacer nuevas inversiones por parte del empresario, que es quien genera empleo. No hay un sólo país de la UE donde se siga pagando este impuesto sobre lo que ya se ha pagado anteriormente", añade.
Aparicio se pregunta abiertamente por qué no puede ser "como un ciudadano de Madrid", haciendo referencia a la menor carga impositiva que contempla la comunidad presidida por Isabel Díaz Ayuso.
"En el Estado de las autonomías no somos todos iguales ante la Ley, como dice la Constitución Española. Y no es cierto que Madrid haga dumping fiscal porque si de verdad lo hiciera, estaría en default, en quiebra, y se encuentra en una situación económica mucho mejor que el resto", argumenta.
"Si una comunidad autónoma tiene mucha deuda pero genera más del doble, no tiene problema, al igual que les pasa a las empresas, que pueden estar endeudadas pero no hay riesgo de quiebra cuando se genera mucho más. Madrid puede tener una deuda grande porque genera muy por encima de ello", señala.
Burgos y Valladolid, motores de la industria de Castilla y León
En pleno cambio de ciclo, Castilla y León cuenta con dos provincias especialmente fuertes en industria. Burgos representa el 32% del peso del PIB industrial de la Comunidad, muy por encima de la media europea que está en el 21%; y Valladolid está en el 25%, lo cual las sitúa como "dos de las más importantes de España".
Sin embargo, no es suficiente para abordar la crisis económica. "Hay que aumentar el peso de las empresas a través de fusiones o invirtiendo más porque tienen capacidad de hacerlo dado que sí son competitivas", indica. Castilla y León puede hacerlo "porque tiene madera, base y estructura para llegar a dimensionarse".
En este sentido, cobra especial importancia el peso que los Fondos Next Generation podrían tener sobre la recuperación económica, pero que meses después de su anuncio, siguen sin llegar. "Sólo uno de cada cuatro euros ha llegado a las empresas. Y esto limita la recuperacióny el fin para el que se crearon".
Así, los 12.000 millones de euros del Perte VEC anunciados por el Gobierno de Pedro Sánchez para que la industria del automóvil se adapte a los nuevos modelos productivos, "no generan una oportunidad real para muchas empresas dado que han de poner parte de su capital y presentar un proyecto antes del 31 de diciembre de 2023, que ha de estar a su vez subcontratado, lo cual genera muchas dudas e incertidumbre; muchas no llegan y esto es un problema tremendo".
"Los fondos europeos se van a quedar en nada. En algo que nos dijeron que iba a modernizar las empresas y se va a quedar en agua de borrajas", denuncia Aparicio. "Nadie va con un proyecto en el que seas tú quien tenga que aportar un 70% en esa convocatoria".
Precisamente y debido a la escasa autonomía del coche eléctrico, Santiago Aparicio considera que se debería apostar desde ya también "por la tecnología del hidrógeno verde", aunque deberá ser "más barato para que la gente pueda comprarlo".
Reforma laboral y fiscalidad diferenciada
La Reforma Laboral auspiciada por Yolanda Díaz finalmente contó con el consenso de sindicatos y patronal, a pesar de las dificultades de unas negociaciones que dejaron en un primer momento fuera a la CEOE. "Es una buena reforma. El único que está en desacuerdo es el PP, cuando es una reforma que viene a dejar prácticamente igual la que estaba antes", indica Aparicio en referencia a la de Rajoy. En este sentido, considera que "los contratos fijos discontinuos son buenos y los empresarios se van a dar cuenta de que merecen la pena; se valoran mucho desde Bruselas".
Otro de los puntos que trae de cabeza a la CEOE en Castilla y León es el retraso del Ejecutivo nacional en aprobar una fiscalidad diferenciada para Soria. Una medida que contaba con el visto bueno de la UE y que permitiría a esta provincia subirse al tren del mercado con una menor carga fiscal para las empresas, a fin de atraer nuevas inversiones y poder competir con el resto del territorio. "No sabemos nada de este tema. Y estamos muy cabreados porque el Gobierno dice que va a hacer pero luego no hace nada", concluye.
Respecto a la vinculación que el Gobierno quiere hacer con las pensiones al IPC, el presidente de la CEOE tiene claro que "es un error tremendo. Lo que hay que hacer es contener salarios tanto en los convenios colectivos como en los de los funcionarios".
Son medidas "antipáticas que nadie quiere escuchar y que a ninguno nos gusta plantear, pero si queremos que no pase como ocurrió en Grecia (el Gobierno tuvo que aplicar un corralito económico en 2015), debemos tomar medidas para evitar un golpe mayor, como el que ocurrió allí cuando, por no adoptar estas medidas antes, tuvieron que bajar las pensiones de golpe un 40%", recuerda.
Crisis de alimentos
El otro pilar económico de Castilla y León, el de la agroalimentación, también cuenta con su propio Perte anunciado por el Gobierno. La ministra Reyes Maroto anunció la semana pasada que los primeros 400 millones de euros llegarían a mediados de junio. Una inversión pensada para crear un sector primario más competitivo y moderno.
Sin embargo, Santiago Aparicio señala que, aunque se trata del segundo pilar sobre el que descansa la economía de Castilla y León, "es necesario dimensionar estas empresas y que tengan mayor recorrido para que todo el valor añadido que se genera se quede aquí". Un objetivo para lo cual es indispensable añadir el proceso de transformación al de producción, asignatura pendiente de buena parte de esta industria en la Comunidad.
En este sentido, Aparicio teme que el próximo otoño, con la crisis energética y a la espera de ver cuánto se alarga la guerra en Ucrania (país granero de Europa), se produzca una "crisis importante de alimentos por un encarecimiento aún mayor de los productos básicos". Algo que ya han anunciado tanto la FAO como la ONU.
Es por ello por lo que el presidente de los empresarios de Castilla y León pide "tomar medidas cuanto antes reduciendo lo primero el gasto superfluo", para lo cual solicita a todos los partidos políticos que dejen de anunciar medidas "pensando sólo en clave electoral".
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