Los últimos datos de la Encuesta de Población Activa del mes de julio han hecho saltar las alarmas. Es la primera vez que no sólo no se crea empleo sino que 3.200 personas lo pierden. Son datos del conjunto del país que el Gobierno nacional pide "mirar con otras lentes", mientras en Castilla y León, con un frenazo sin paliativos también en creación de empleo pero aún en términos positivos (209 personas), el Ejecutivo los achaca a última Reforma Laboral.
Lo cierto es que la Comunidad ha pasado de crear 4.707 empleos el pasado mes de junio a desplomarse en 209 nuevos contratos durante el pasado mes, cuando todo hacía prever un mayor número de nuevos ocupados debido a la campaña estival. Un cambio de tendencia que también afecta a los autónomos cuyo número se ha reducido en 1.187 en lo que llevamos de año en Castilla y León, de los cuales 63 abandonaron su actividad durante el pasado mes.
Para el presidente de ATA en la Comunidad, Domiciano Curiel, "la realidad se impone por mucho que intenten maquillar las cifras". Curiel califica los datos de la última EPA de "malísimos" y pronostica una oleada de cierres de pequeños comercios ante la caída del consumo "en una tierra especialmente envejecida y muy conservadora donde el consumidor corta el gasto en cuanto duda de la estabilidad económica".
La Reforma Laboral pactada entre el Gobierno y los agentes sociales el año pasado ha permitido que el paro descienda por debajo del umbral psicológico de los tres millones de desempleados en España, pero no ha impedido que se produzca algo insólito: la destrucción de empleo en plena temporada estival. Una época en la que el turismo permitía la contratación temporal de miles de trabajadores en España por criterios de volumen de trabajo esporádico, que con la nueva legislación laboral son más difíciles de encajar.
"La Reforma Laboral no está funcionando", asegura Curiel. "El consumo sigue siendo bajísimo y si julio ha sido malo, agosto va a ser peor aún", asegura. Con una contracción del consumo y el consiguiente descenso en la facturación, "prevemos un septiembre y octubre con muchos autónomos cerrando porque no pueden aguantar más económicamente"
El índice de confianza del consumidor, de hecho, ha caído 10,4 puntos en el séptimo mes del año con respecto a junio y se ha situado en los hasta los 55,5 puntos. Unos datos que tienen su repercusión directa en una contracción del consumo que afecta directamente a las cuentas de resultados de empresarios y autónomos.