El Índice de Precios Industriales (IPRI), que mide la evolución mensual de los precios de los productos fabricados por la industria y vendidos en el mercado interior en la primera etapa de su comercialización (sin contar los gastos de transporte, comercialización, IVA y otros impuestos indirectos facturados) ha vuelto a manifestar la situación por la que atraviesa la economía tras dispararse un 34,5% en el interanual de julio en Castilla y León (el alza fue del 38% en el interanual del mes anterior) y un 40,4% en el conjunto de España.
Un alza que se debe al encarecimiento de las materias primas, sobre todo la energía, y que pone en riesgo la viabilidad de un tejido económico y empresarial que mira con temor los avisos que llegan de la Unión Europea (UE) con respecto al próximo otoño-invierno, cuando se prevé que los precios del gas se disparen debido a las sanciones impuestas a Rusia tras invadir Ucrania, lo cual supondría un alza mayor aún de este indicador y una contracción mayor del consumo.
En lo que va de año, el IPRI ha escalado en la Comunidad un 12,1%, según el INE, frente al incremento del 18,1% de la media española. Unos precios industriales que, sin embargo, se redujeron un 0,9% con respecto a junio, mientras en el resto de España no se produjo variación.
Por tipo de bienes, destaca que en Castilla y León se incrementaron los precios de todos ellos, con especial incidencia, de nuevo, en los de la Energía, con una subida del 104,3%. Los Bienes intermedios lo hicieron en un 25,7%, los de Consumo en un 11,3% y los precios de los Bienes de equipo experimentaron un incremento del 4,3%.