Con facturas de la luz que se han duplicado en el último año, los ciudadanos comienzan a mostrar un mayor interés por invertir en autoconsumo eléctrico a través de energía fotovoltaica, dar un respiro a sus bolsillos y no depender tanto de las fluctuaciones de otras fuentes de energía más dependientes como el gas.
Desde la aprobación del RD 244/2019 ya pueden instalarse paneles solares tanto en proyectos aislados de la red eléctrica como de autoconsumo, además de poder verter a la red eléctrica la energía generada y no consumida. Unos paneles que, instalados en los tejados de las viviendas, transforman la energía solar en eléctrica.
Sin embargo, más de 10.300 castellanos y leoneses llevan más de seis meses esperando a que se resuelva su solicitud para instalar placas fotovoltaicas en sus viviendas o negocios, o recibir las subvenciones que para este objetivo puso en marcha la Junta de Castilla y León y que ascienden a 270,5 millones de euros.
Una situación que Amaya Gómez, delegada de Unión Fotovoltaica Española (UNEF) en Castilla y León, considera un freno al desarrollo de esta fuente energética verde. "En junio deberían haberse resuelto todas las solicitudes, y como no se ha hecho, se han dado seis meses más de plazo, lo cual es inaceptable. Que un particular tenga que esperar un año para empezar a poner sus placas fotovoltaicas, es un atraso", indica
La potencia instalada de fotovoltaica para autoconsumo continúa siendo incipiente en Castilla y León, aunque su cifra podría ser mayor si las subvenciones y solicitudes de instalación se resolvieran más ágilmente. "Si estas solicitudes estuvieran ya resueltas, estaríamos hablando de tener en la Comunidad 400 MW en autoconsumo, cuando hoy sólo tiene 60 MW", indica Gómez. El año pasado se instalaron sólo 58 MW de potencia fotovoltaica de autoconsumo en la Comunidad.
Precisamente porque Castilla y León es líder nacional en renovables, Gómez considera que la Comunidad "debe acelerar su capacidad en fotovoltaica ya que, con una media de 2.500 horas de luz solar al año y mucho espacio no agrícola para poner en marcha estos proyectos, podría sumarse al liderazgo en eólica e hidráulica".
En un momento crucial para las economías occidentales, Gómez cree que "hay que trabajar más en eficiencia energética porque la única solución en las actuales circunstancias es anticiparse", señala.
Para ello, "la energía fotovoltaica es un aliado indiscutible dado que hablamos de la posibilidad de que la gente pueda poner placas solares en sus casas o negocios con una vida útil de 25 años, una desembolso medio de 5.000 euros y un retorno de inversión en tres años y medio tal y como está el precio de la luz actualmente", asegura la delegada de UNEF.
Sólo Noruega produce más eléctrica renovable que Castilla y León
Los recursos naturales de cada territorio cotizan al alza no sólo por la necesidad de alcanzar los objetivos de descarbonización sino, también, por el capital que mueven actualmente las renovables en el mundo.
España, que invirtió 25.000 millones de euros el año pasado en este mercado, es hoy líder mundial en el ránking de países más atractivos para invertir en el mercado PPA (Power Purchase Agreements), es decir, en el más atractivo para la inversión en compraventa de energía a largo plazo entre un desarrollador renovable y un consumidor.
En este sentido, Castilla y León está especialmente bien posicionada dado que es líder en España tanto en potencia instalada en eólica y solar, como en la cantidad de energía limpia vertida a Red Eléctrica Española (REE) y líder en Europa en producción eléctrica renovable, sólo por detrás de Noruega, país con mayor peso de energía hidráulica del mundo.
De toda la energía que produjo Castilla y León en 2021, casi el 90% fue de origen renovable, frente al 42,4% de media en España. La Comunidad es líder en potencia hidráulica con el 25,7% nacional y también en eólica, con el 22,8% de toda la potencia española para aprovechar el viento. El objetivo de la Junta de Castilla y León es incrementar la potencia eólica en 10.000 MW nuevos de aquí a 2030 y la fotovoltaica en 1.000 MW hasta alcanzar los 3.000 instalados.
Una Comunidad que "también tiene un enorme potencial económico en fotovoltaica en sobresuelo, es decir, las placas que se instalan para vender esa energía a la red, y no para autoconsumo". Desde UNEF consideran que "el Gobierno de Castilla y León debería trabajar más en este ámbito dado que se trata de una comunidad con mucho suelo disponible no agrícola, que pueden ayudar a crear empleo, riqueza y al cumplimiento de los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec)".
Además, la fotovoltaica se utiliza para generar la que se considera el combustible del futuro, el hidrógeno verde, en un proceso que requiere de mucha energía y agua, por lo que a pesar de ser el mirlo blanco de las renovables, su desarrollo es más complicado en épocas de sequía como la actual por la que atraviesa España.
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