El Colegio de Economistas de Valladolid, Palencia y Zamora (Ecova), es claro en su pronóstico con los datos encima de la mesa y da por sentado "el estancamiento económico en el último trimestre de 2022 y primer trimestre de 2023 en forma de recesión técnica".
"La recesión económica y social es ya inevitable y la economía de Castilla y León no se recuperará tampoco en 2022 de la caída que experimentó su PIB en 2020 por la Covid19", ha adelantado Juan Carlos De Margarida, director de EcovaEstudios.
Es probable que la tasa de crecimiento "sea negativa en el cuatro trimestre de 2022 incluso si Putin no corta del todo el suministro de gas, pero es que si lo hace, el efecto sobre la economía sería de tal magnitud, que hablamos de consecuencias apocalípticas", ha advertido.
Son las conclusiones del informe de EcovaEstudios correspondiente al segundo trimestre de 2022, en el que se ha constatado que "estamos en un momento de incertidumbre máxima donde la prudencia y la cautela son las dos herramientas necesarias en un escenario donde la desaceleración económica ya es una realidad".
Para enfrentarse a esta situación, "es necesario reducir el gasto público en un momento en el que la deuda pública sigue disparada en España, aunque en Castilla y León haya disminuido un 2,1% en el cuarto trimestre, pero aún debemos el 21,2% de la riqueza de los castellanos y leoneses, lo que suponen 5.447 euros por habitante", ha recordado.
"El mayor problema es la inflación con una desaceleración económica que será una realidad a finales de año", ha advertido De Margarida, quien ha hecho hincapié en la caída del euro frente al dólar, que deprecia la economía de todos los españoles.
Además, ha resaltado que "la subida de tipos es necesaria para luchar contra los desbocados precios, aunque supone una dificultad añadida para la economía y las empresas europeas al encarecer su financiación".
En este escenario, De Margarida considera que "es importante que el Banco Central Europeo (BCE) no ceda a las presiones e intereses políticos" y mantenga su política monetaria de subida de tipos hasta que hayan bajado suficientemente los precios.
Pero "se necesitará que suban aún más hasta 2024. La subida de tipos es la herramienta para bajar la inflación, pero supone una dificultad más para las empresas dado que encarece su financiación", ha asegurado.
Situación muy complicada para las familias
También ha resaltado la preocupante situación de las familias que verán mermada su capacidad de consumo e inversión, viéndose obligadas a afrontar "un esfuerzo extra debido a la alta inflación y al encarecimiento de las hipotecas".
"Es muy preocupante la situación de las familias con rentas más bajas, que tendrán que afrontar la inflación y el encarecimiento de las hipotecas que se comerá sus ahorros", ha indicado. Sin embargo, "es la inflación subyacente la que más preocupa", con unos paquetes de ayudas del Gobierno nacional que "no han servido" para paliar esta situación, dado que "ese dinero se va perdiendo por el camino sin solucionar nada".
Atendiendo a las variables existentes, la recuperación del 100% de la economía de Castilla y León "puede que se produzca en 2024", aunque la realidad es que el PIB de la Comunidad actual "está maquillado por los fondos europeos", ha asegurado.
La inflación se disparará si se corta el gas ruso
De Margarida ha lanzado previsiones de futuro, afirmando que "la inflación se agravará con los recortes de suministro de gas ruso que Moscú está ya aplicando". "La situación actual es el preámbulo de recortes más profundos en el consumo a partir de este otoño, que provocarán una desaceleración fuerte del PIB con consecuencias inmediatas de una recesión y/o estanflación".
Ante esta situación, "existe una necesidad urgente de ajustar el déficit estructural con una reducción sin parangón del gasto público y, sobre todo, con un techo de gasto no expansivo".
De Margarida también ha advertido sobre cómo afecta la crisis de consumo en las empresas de Castilla y León, a las que "les falta músculo para ser competitivas". Una situación que se ve agravada "al tener mayores intereses de financiación, una caída del consumo a finales de año y tener que devolver los créditos que los gobiernos les aportaron durante la pandemia".
El agotamiento de la recuperación del mercado laboral "comienza a iniciarse, con una pérdida de afiliación que aunque ha remontado en septiembre, se dio durante todo el verano", por lo que recomienda urgentemente un pacto de rentas.
Una vez más, Juan Carlos De Margarida ha mostrado su preocupación sobre una caída del consumo que se está produciendo "a marchas forzadas". "El BCE debe moverse con seguridad y gran agilidad para no provocar una crisis con efectos apocalípticos".
Ante esta situación, el decano de los economistas en Castilla y León apunta a la necesidad de "aumentar la recaudación impulsando el crecimiento económico con incentivos fiscales que estimulen el consumo y el empleo y, por ende, la recaudación del IVA e IRPF".
A modo de conclusión, el director de EcovaEstudios ha recordado que "el entorno económico, en estos momentos, es muy delicado; por lo que la prudencia y la buena gestión pública y privada son determinantes, sobre todo en un probable escenario de racionalización de la electricidad este invierno y de la disminución del consumo de los ciudadanos".