El otoño está siendo cálido, pero en algún momento llegará el frío. Se acerca el invierno más temido de los últimos años por el miedo a no poder hacer frente al pago de las facturas de la luz y de la calefacción debido a la crisis energética. ¿Cómo evitar el 'facturazo' sin morirse de frío en casa?
Los elevados precios del gas (que afectan también al precio de la electricidad), hacen que los usuarios busquen la mejor oferta pero con tanta información y las constantes modificaciones normativas, el consumidor ya no sabe qué ha de hacer.
El 75% de los usuarios sigue sin saber cómo interpretar sus facturas de luz y gas, según indica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) de Castilla y León. Y en medio de todo ello, las compañías energéticas anuncian sus ofertas, ventajas y descuentos que hace más difícil aún entender qué opción es la más acertada para mantener un mínimo nivel de confort cuando llegue el frío.
Sin embargo, la OCU lanza un mensaje claro: los particulares verán protegidos sus bolsillos optando por las tarifas reguladas, sobre todo en las de gas (TUR), aunque casi con toda probabilidad también con las de luz (PVPC).
Por poner un ejemplo: en septiembre de 2020 el precio de la electricidad estaba a 58,97 euros el Kw/h y el mes pasado cerró en 110,55 euros, lo que supone un incremento de casi el 100%. Una cifra inasumible para los bolsillos de unos ciudadanos que han visto cómo la inflación devora, además, el 10% de su poder adquisitivo.
No obstante, aunque la tarifa del mercado regulado en electricidad (PVPC) está entre "las más interesantes para el usuario", también existe alguna oferta de contratación libre que dependiendo del consumo que haga un hogar, "es también muy competitiva", matizan desde esta organización.
Respecto al gas, esta organización explica que "una misma familia que consuma alrededor de 9.000 Kw/h anuales (calefacción y agua caliente), tendría un coste anual actualmente de 723 euros con la tarifa regulada (TUR), mientras que gastaría con la mejor de las ofertas actuales del mercado libre, 1.516 euros al año; y con la peor de todas las ofertas, la cifra alcanzaría los 3.013 euros".
Sin embargo, también hay que saber que, frente a las ofertas de precios constantes en el mercado variable, los precios del mercado regulado (TUR), no son fijos siempre. Es el propio Gobierno central quien los revisa cada tres meses para adaptarlos a las circunstancias del mercado. La última determinó el precio fijo de la TUR.2 (en la que se encuadran la mayoría de las familias por consumo anual) en 10 euros al mes más 6,61 céntimos el KW/h, impuestos incluidos.
Precisamente por la avalancha de llamadas de consumidores solicitando a sus compañías pasarse a tarifas reguladas, los tiempos de espera de las compañías para atender a los clientes comienzan a alargarse. Estas solicitudes de cambio, no siempre proceden de un conocimiento mínimamente aceptable de cómo funciona el mercado energético sino en su mayor parte del exceso de ofertas y modificaciones en las mismas.
Lo primero que la OCU indica es la necesidad de conocer que en las facturas de la luz hay dos empresas a las que el usuario está abonando sus servicios: la que le cobra por el coste de la energía, que es la comercializadora; y la que le cobra los peajes, que es la distribuidora.
Para entender la factura de la luz, hay que fijarse en la facturación por potencia contratada, es decir: el término fijo de la factura, que es lo que el usuario va a abonar aunque no consuma nada de energía. Además, el usuario paga "otros conceptos de alquileres, peajes e impuestos, que son comunes en todas las facturas; y la facturación por el consumo real de energía, es decir, la cantidad de energía que sí ha gastado", explican.
Entender el tope de gas
La excepción ibérica liderada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y que Bruselas debate estos días implantar en el resto de los países de la UE como mensaje de unidad frente al chantaje de Putin, ha conseguido frenar las facturas. Sin embargo, "las compañías energéticas suben el precio del gas al cliente, que no se entera, por lo que no se le aplica realmente esa rebaja del precio mayorista", explica Enrique García, portavoz de la OCU, que pide "mayor transparencia" a estas empresas.
El tope de gas es una medida aprobada por el Gobierno con efecto hasta el próximo 31 de mayo de 2023, cuyo objetivo ha sido contender los elevadísimos precios de la factura de la luz estableciendo un precio máximo de referencia al gas natural que se utiliza para producir electricidad. La fecha prevista de expiración de este tope de gas deja claro que el Gobierno maneja un escenario aún muy inestable hasta casi entrado el verano del año que viene.
Si el usuario está en el mercado libre y su contrato con la compañía energética es anterior al 26 de abril de 2022 y no lo ha modificado, está exento de pagar este tope de gas, que sólo se aplicaría cuando el titular efectúe algún cambio en su contrato o cuando éste finalice y le toque renovarlo.
Rifirrafes políticos aparte sobre si la excepción ibérica está funcionando o no, la OCU explica que "como cada vez va a haber más gente pagando ese tope al precio del gas para producir electricidad, el importe individual a pagar, al ser 'a escote', irá reduciéndose cada vez más".
Además del alto coste de la energía actualmente y a pesar de la caída del precio del gas en los últimos días debido a las altas temperaturas otoñales, la generación de energía renovable y la caída de la demanda, una factura muy elevada puede deberse, además, por una lectura estimada que siempre son más elevadas que las facturas de una lectura real. En este caso, la OCU recuerda que el consumidor "tiene derecho a exigir a la empresa que se le fraccione la factura".
En otras ocasiones, esa elevada factura viene condicionada, además, por la contratación de servicios extra que en el momento de la contratación no quedan en muchas ocasiones suficientemente claros, por lo que la OCU recomienda "contratar sólo los necesarios".
En cualquier caso, la OCU recomienda analizar las ofertas disponibles tanto en el mercado regulado como en el libre, si bien para el caso de la calefacción tiene claro que la mejor protección contra 'facturazos' inasumibles este invierno está en la contratación de la tarifa regulada (TUR).
No obstante, la propia Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia tiene en su página web un comparador de ofertas de energía con la que el usuario podrá decidir con los números en la mano, para lo cual "lo mejor es que disponga de una factura anterior para poder conocer los datos necesarios y llevar a cabo ese análisis".
Precisamente, el Gobierno ha anunciado que a partir de diciembre llegará junto a las facturas un código QR con el que el interesado podrá acceder a este comparador de tarifas que en apenas tres segundos deja claro cuál es la opción más económica del mercado, tanto regulado como libre.