Un refrán muy castellano dice que nadie da “duros a cuatro pesetas”. O lo que es lo mismo, que las cosas nunca se dan de manera gratuita o, dicho de otro modo: “Nadie da nada a cambio de nada”. Y esto es lo que ocurre con las ayudas que se proclaman a bombo y plantillo desde las administraciones. Tarde o temprano, acaba por llegar la letra pequeña. Y esto es lo que está ocurriendo en las últimas semanas.
Todas las administraciones, ya sean locales, autonómicas o estatales se han volcado en su carrera de conceder ayudas a los ciudadanos. Las elecciones municipales del 28-M están cercanas y hay que aprovechar. Pues bien, los vecinos de Castilla y León tienen que saber que en todas estas ayudas, siempre hay un ganador, Hacienda.
Ayuda de los 200 euros
Desde el 15 de febrero hasta el 31 de marzo, los castellanos y leoneses pueden solicitar el famoso cheque de 200 euros para alimentación destinado por el Gobierno de Pedro Sánchez y sus socios. Pueden acceder aquellas personas que cuentan con rentas de menos de 27.000 euros y un patrimonio inferior a 75.000 euros. El Gobierno que el cheque podría beneficiar a 4,2 millones de familias. De hecho, en Castilla y León ya han sido cerca de 41.000 lo que lo han solicitado. Según los datos de la Delegación, en las primeras 48 horas desde que se puso en marcha esta medida, la web de la Agencia Tributaria recibió 40.723 solicitudes presentadas desde las sedes de Castilla y León en los dos primeros días de plazo.
Hacienda será la encargada de realizar la gestión del pago, pero también en algunos casos se llevará un pellizco de las mismas en la Declaración de la Renta que los contribuyentes realicen en 2023. Se ha anunciado que este cheque estaba exento de tributación, pero una pequeña letra pequeña, la famosa deducción del IRPF. Por ejemplo, aquellos que tengan una renta media de 23.500 euros brutos al año deberán pagar 30 euros Y si los ingresos llegan a los 27.000 euros, el importe que se podría detraer es de hasta 60 euros. Es decir, que Hacienda siempre gana.
Cheque bebé
Hace unas semanas, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, sacó pecho en la presentación del cheque bebé. 20 millones de euros en ayudas y que tiene que ser gastada en el comercio relacionado con educación, alimentación o sanidad sin que dichos establecimientos tengan que hacer ningún pago previo. Se puede solicitar desde el pasado día 7 de febrero y está dirigida a las familias por nacimiento de hijos o adopción de menores entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2023 cuyos progenitores estén empadronados en un municipio de la Comunidad.
Pues bien, también esta ayuda autonómica tiene su letra pequeña. El cheque bebé es compatible con otro tipo de ayudas, pero restará parte de la deducción fiscal del IRPF por nacimiento, según desveló hace unos días el consejero de la Presidencia de la Junta de Castilla y León, Jesús Julio Carnero. De momento ya lo han solicitado 525 familias de toda la Comunidad.
De esta manera, el tratamiento fiscal del Bono Nacimiento implica que hay que declararlo como ingreso en la Renta de 2023 que se realizará en primavera de 2024, pero a la vez anula una parte de la desgravación en vigor en Castilla y León, la parte correspondiente de la deducción del IRPF por nacimiento de hijo. En este momento, los padres tienen que tomar la decisión de acogerse a este Bono Nacimiento u optar por la deducción autonómica del IRPF. Por lo que muchas familias, sobre todo las que tienen más de un hijo, tendrán que sacar la calculadora para saber qué les viene mejor.
El 'cheque bebé' es la mejor opción para familias que ingresen menos de 15.000 euros. También para los que realizan la declaración de la renta de forma individual en lugar de conjunta. Mientras que los castellanos y leoneses con ingresos entre 15.000 y 18.900 o 31.500 euros, la mayoría de ellos, tendrán que hacer números para ver cuál es la más ventajosa. Así, las declaraciones individuales deberán optar por el Bono Nacimiento al ofrecerles mayores beneficios económicos que la deducción fiscal en el IRPF.