Castilla y León anda preocupada por la producción de fresa. Tal y como adelantó este periódico, más de 5.000 puestos están en peligro ya que es la comunidad que más producción de plantas de fresa realizada en zonas rurales de Segovia, Valladolid o Ávila. Unas plantas que posteriormente son llevadas a Huelva para que su cultivo.

El boicot que llegó desde Alemania para que sus supermercados no compraran fresas de Huelva ya que empleaban agua de Doañana en plena sequía se extiendo hasta Castilla y León. Por este motivo, el consejero de Industria, Comercio y Empleo, Mariano Veganzones, ha querido mantener reuniones con responsables de los establecimientos Lidl y Aldi para tratar la polémica por la comercialización de la fresa española, según informan fuentes de la consejería.

[Fresas de Huelva con raíces de Castilla y León: el boicot hace peligrar 5.000 empleos en la Comunidad líder en producción de estas plantas]

Por parte de Aldi, la reunión se ha mantenido con Silvia Segarra, directora de Comunicación y Relaciones Institucionales. En este aspecto, desde Aldi se ha trasladado el compromiso con los productos españoles y, en especial, la gran calidad de las fresas de Huelva.

Por parte de Lidl, ha acudido a la reunión el director nacional de compras, Jordi Morales, quien ha trasmitido al consejero que Lidl es una empresa comprometida con el medio ambiente y la sostenibilidad, que da preferencia a los pequeños productores buscando la calidad del producto, poniendo de relieve la extraordinaria calidad de la fresa española siempre con certificaciones de garantía.

La Junta de Castilla y León se ha querido mostrar el apoyo a productores y agricultores españoles. Por este motivo, la Dirección General de Comercio y Consumo ha diseñado una campaña de visitas a un total de 18 establecimientos –supermercados e hipermercados – de Castilla y León.

Desde la Consejería de Industria, Comercio y Empleo se ha iniciado la campaña de inspección hortofrutícola en establecimientos minoristas con el objeto de controlar el etiquetado, la trazabilidad y la calidad del producto.

"El objetivo de esta campaña es la protección del derecho a la información de los consumidores, así como sus intereses económicos, mediante la verificación del cumplimiento por los operadores de empresas alimentarias de los requisitos establecidos en las normas de comercialización de fresas y tomates", afirman desde la Consejería.

 

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