Quizás no lo sepas, pero Castilla y león es la comunidad líder en la producción nacional de planta madre de fresa y segunda a nivel mundial. Es decir, el germen que posteriormente se traslada a los cultivos de Huelva para que nazca. Castilla y León y Andalucía es la combinación perfecta para el cultivo de una de las frutas más sabrosas. En los últimos días, esta fruta está en boca de todos y no para bien. La plataforma alemana Campact ha lanzado la pasada semana una "campaña de boicot" a la fresa de Huelva para presionar al gobierno andaluz a que retire la proposición de ley para ampliar la superficie regable con aguas superficiales en la Corona Norte de Doñana. Hasta el punto de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, también le han dado la razón de alguna forma en su guerra con las zonas de regadío en Andalucía, en especial de Huelva.
Esta plataforma con ideas "progresistas" exige a las cadenas de supermercados (como Aldi o Lidl) que no vendan fresas andaluzas en un mercado que representa el 30% de las exportaciones para el sector. Algo que, como es lógico, puede repercutir en Castilla y León y en las empresas que trabajan en este sector. De momento hay calma porque la campaña de recogida ya ha finalizado, pero se mantienen a la espera y ojo avizor. La asociación interprofesional de la fresa andaluza, Interfresa, ha salido al paso para afirmar que la totalidad de las fresas comercializadas en Alemania tienen certificado el uso legal y responsable del agua para el cultivo.
En la provincia de Huelva se concentra el 95% de la producción de la fresa, pero el origen de casi todas ellas está en esta Comunidad, donde se produce prácticamente toda la totalidad de la planta madre que garantiza la producción en Andalucía, según los datos de la Consejería de Agricultura y Ganadería. Y es que la fresa primero necesita frío, y posteriormente calor. Así, las temperaturas de Castilla y León y el frío permiten que la planta se pueda desarrollar y alcanzar su estado de maduración para posteriormente ser trasladada a los cultivos onubenses, donde necesitarán sol y agua.
Castilla y León, debido a sus condiciones agroclimáticas, es la Comunidad líder en esta producción con el 95% de la producción europea. En la Comunidad hay cerca de 35 viveros de plantas de fresa, muchos de ellos en la zona de Valladolid, Ávila (Solosancho) y Segovia, sobre todo en El Carracillo. En la provincia vallisoletana en Geria hay una explotación de Viveros California, que posteriormente envía las plantas a tierras andaluzas.
[Castilla y León, líder nacional en producción de planta madre fresa y patata de siembra]
El ESPAÑOL Noticias de Castilla y León se ha puesto en contacto con Antonio Infante, director general adjunto de Viveros California para que nos cuente qué está pasando en Huelva con la fresa y cómo puede afectar a la Comunidad. “Claro que está afectando a nuestros clientes, tenemos una producción para la próxima campaña que empezaría en octubre y tenemos unos volúmenes en producción que se podrían ver afectados por esta situación. Está generando miedo en los clientes, si el cliente reduce su superficie para su próxima campaña, tenemos unos volúmenes de plantas que no vamos a poder vender en Huelva.
La superficie dedicada a la producción de plantas de fresa en la Comunidad es de más de 1.500 hectáreas y una producción que supera los 1.000 millones de plantas. Este cultivo se vuelve especialmente estratégico en la comunidad porque supone una mano de obra de cerca de 5.000 empleos, entre los 2.500 directos y más de 2.000 indirectos, según los datos ofrecidos por la Consejería de Agricultura. Además de representar un volumen de negocio anual de 120 millones de euros sobre todo en las zonas rurales. Y es por este motivo por el que muchos pueblos de esta zona ya se encuentran en alerta por la posible pérdida de empleo. “De momento es solo preocupación, pero si esto sigue así habría que alarmarse porque muchas zonas viven de la fresa”, explica Infante, en especial, mujeres que han visto en este sector una salida profesional.
Sin ir más lejos, la campaña de la fresa ha contado este año con más de 650 solicitudes de marroquíes para trabajar en empresas de la provincia de Segovia. “En Castilla y León se produce la totalidad de las plantas, por lo tanto es muy demandante de mano de obra, estamos ante un cultivo que genera riqueza y empleo para muchas zonas rurales”. Si se mantiene este boicot y esta pérdida de pedidos, “se traduce en una disminución de demanda de mano de obra en zonas rurales, donde somos una fuente de empleo importante”. Así recuerda que pueblos como Fuente el Olmo de Fuentidueña, Chañe, Tordesillas o Geria se ven beneficiados y ahora tendrían dificultades para dar trabajo a muchos colectivos. “No se selecciona con máquinas, es con mano de obra humana”, apunta.
De momento ya ha notado algunos cambios por culpa de esta polémica. Los agricultores de Andalucía no cierran pedidos como ocurría otros años, “nos trae preocupados porque no te dicen que no, pero tampoco te firman las órdenes de pedido”, lamenta.
“Modelo de producción ejemplar”
“Tiene un modelo de producción digno de ver, en zonas con limitaciones de agua, tenemos unas condiciones idóneas a nivel de actitud, es un sector con una capacidad de crecimiento tremenda y declaraciones como las que hemos visto estos días hacen mucho daño al sistema de producción de Huelva y a Castilla y León le haría mucho daño el que continuáramos con estas barbaridades fuera de España”, ha criticado también el consejero de Agricultura, Gerardo Dueñas, que incluso ha desvelado que un importador argentino “nos pedía si éramos capaces de incrementar la producción para importarla a Argentina”.
Los principales destinos a los que va destinados los 1.000 millones de plantas de esta fruta son Andalucía, Marruecos, Italia y Gracia, pero es la comunidad andaluza el principal destino con 600 millones de plantas; ya muy lejos sigue Marruecos con 160 millones, Italia con 60 millones y Grecia, con 25 millones de plantas.
Antonio Infante, director general adjunto de Viveros California, cree que esto surge por la problemática que siempre ha tenido Huelva con sus agricultores y el agua. “Han tenido una presión fuerte por parte de las asociaciones ecologistas porque están cercanos al parque”, afirma, pero recuerda que es un pequeño porcentaje de los productores los que riegan con agua de pozo, en concreto del que surte al parque, por eso “ha habido presiones para que se dejé de usar para agricultores”.
Sin embargo, desvela que la gente no sabe que la fresa se produce con agua superficiales, no de pozo. “Hay una campaña de desinformación, el sector de Huelva está bastante tecnificado. Se calcula todo y es bastante eficiente”, explica. En su opinión, el ruido que se ejerce desde Alemania no es casualidad y lo hacen ahora que los germanos empiezan a producir fruta y termina Huelva. “No tiene sentido, esto me hace suponer que hay intereses más allá de lo que es el cuidado de Doñana”, afirma Infante, quien también ofrece una solución. “En la sierra de Huelva llueve bastante, creo que mejorando y expandiendo la industrioa hidraculica para llevar agua desde la sierra a las zonas regables, creo que se podría reducir el uso de agua subterránea.
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