El termómetro de los economistas suele ser el mejor para calibrar lo que se avecina. En este caso, el del Observatorio Económico de Castilla y León correspondiente al tercer trimestre y a las previsiones de 2024, el director de ECOVAEstudios, Juan Carlos de Margarida, ha sujetado el estudio sobre tres ideas: la subida del Euribor, la desaceleración de las exportaciones, así como la disminución del consumo por parte de los ciudadanos.

En este sentido, “la demanda interna se está resistiendo” y en consecuencia las ventas del comercio están bajando. “Los consumidores de Castilla y León se encuentran indecisos en sus compras por la alta incertidumbre tanto económica como geopolítica”.

La inflación sigue siendo uno de los principales problemas. Y el director de ECOVA ha recordado que aunque “se ha moderado, la subyacente está disparada”, todo esto hace que se cree una realidad “que no ayuda a la estabilidad económica y mucho menos a su crecimiento”.

Por otro lado, sí que se ha mostrado optimista en cuanto al mercado de trabajo y a los tipos de interés, pues las empresas no están reduciendo sus puestos de trabajo y los salarios han crecido. “Los tipos parece que han tocado techo al llegar al 5%”, ha recordado.  Ahora bien, todo queda supeditado a que la guerra en Oriente Medio no se complique. “Podría haber subidas”, ha alertado. Y es que, como suele ocurrir en macroeconomía, estos datos están sujetos a cambios por culpa de otros factores.

Ante esta situación, y de cara a 2024, De Margarida ha considerado que es necesario una serie de reformas tanto para el Estado como a las Autonomías. “Se necesitan reformas e incentivos de calado por parte del Gobierno en materia laboral y fiscal para conseguir que las empresas creen empleo”. Además ha apostado porque los fondos europeos “sirvan realmente para incrementar el crecimiento económico y la productividad” y lleguen a las empresas.  Por ello ha urgido para realizar ·reformas estructurales de calado, con valentía y sin fisuras ideológicas”. Con todo esto, el director de ECOVAEstudios ha sugerido que los políticos “se tendrían que apretar más el cinturón que los ciudadanos”.

Los datos de Castilla y León en este último trimestre refleja aspectos positivos, pero también negativos. Por ejemplo, la población extranjera ha aumentado y eso ha servido para mejorar los datos de población activa y de ocupada. Ahora bien también ha aumentado el número de parados. Un dato, el 17,5% de las empresas de la Comunidad consideran que el futuro “no es nada favorable”.

Sobre las anunciadas bajadas de impuestos anunciadas por la Junta de Castilla y León, De Margarida ha reconocido que algunos tienen que ser momentáneos y otros para siempre. “Si esa bajada se ve refrendada en crecimiento económico merece la pena”. En este caso ha reconocido que los propuestos son “correctos”. Aunque ha afirmado que los presupuestos prorrogados no son buenos “porque están pensados sobre una realidad que no es la adecuada”.

La economía de CYL ha aguantado con "mayor resiliencia" que otras comunidades e incluso regiones de Europa. Esto se debe a una calidad en sus productos y una dependencia menor de algunas energías. Sin embargo, “Las perspectivas se están complicando”, por la situación mundial que ha puesto sobre la mesa el director. “Todo ello con el objetivo de no entrar en recesión”, ha aventurado.

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