Durante la celebración del I Congreso Enioa (Energía Nuclear en la Industria y Otras Alternativas energéticas) han pasado por Valladolid ponentes de distintas áreas relacionadas con la industria nuclear con el objetivo de poner encima de la mesa los datos que demuestren que se trata de una tecnología necesaria para garantizar la estabilidad eléctrica y la independencia energética.
Todos ellos han centrado sus intervenciones en los problemas reales a los que se enfrenta esta industria, especialmente en España, uno de los pocos países que mantiene intacto su plan de cierre de todo el parque nuclear nacional mientras el resto invierte miles de millones en nuevas centrales.
Pau Aragón Gabriel, graduado en Física y Máster en Ingeniería Nuclear e Investigador predoctoral en Ciemat (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas), ha puesto encima de la mesa la necesidad de implantar "medidas urgentes e inmediatas para reducir las emisiones de CO2".
En la UE se plantea es ser climáticamente neutra en 2050, "pero para lograrlo hay que doblar la capacidad nuclear, pero no sólo ésta, también toda fuente de energía limpia que permita alcanzar estos objetivos". Todas las fuentes libres de emisiones "deben ser libres de emisiones, seguras, económicas, sostenibles y fiables", ha añadido.
Aragón ha destacado que "la energía de fisión no emite gas de efecto invernadero alguno, y todos los organismos internacionales indican que teniendo en cuenta todo su ciclo de vida, tienen el mínimo de generación de CO2, incluidas las renovables".
"La nuclear funciona al 100% el 93% del tiempo, lo cual le convierte en la fuente más fiable para garantizar el sistema". Datos científicos que, no obstante, no son suficientes para que España reconsidere su postura sobre el cierre del parque nuclear.
Porque si algo despierta recelo respecto a la nuclear tras los desastres de Chernóbil y Fukushima. A este respecto, Aragón ha expuesto a los asistentes a este congreso los datos que demuestran que "es la fuente de energía con menor índice de mortalidad".
"Además, es la fuente de generación más barata de todas las fuentes, en concreto, la que se produce en la central nuclear de Almaraz (Cáceres)". Sólo para sustituir su producción eléctrica harían falta 20 plantas fotovoltaicas.
Según datos oficiales, la nuclear ha evitado la emisión de más de 63 Gt (gigatoneladas) de CO2 desde 1971. Ha sido la propia ONU la que incide en que los objetivos globales para frenar el calentamiento global no serán posibles sin la energía nuclear.
Para finalizar, ha pedido "dejar de demonizar la energía nuclear para conseguir entre todos llegar el objetivo de descarbonización de manera segura y fiable", para lo que recomienda "no cerrar la central de Almaraz, que es la primera en el calendario de cierre" según la hoja de ruta aprobada por el actual Gobierno que prevé que cierren las siete centrales que aún están funcionando en España de 2027 al año 2035.
Seguridad y Sostenibilidad en la industria nuclear
Eduardo Gallego Díaz, catedrático de ingeniería nuclear en la Universidad Politécnica de Madrid, ha sido el encargado de hablar durante este congreso, de una de las cuestiones más polémicas que rodean a la energía de fisión: la seguridad.
En el imaginario colectivo, quedan aún los nombres de Chernóbil y Fukushima. Dos desastres que han generado un rechazo entre la población a la hora de apostar por esta tecnología.
Para evitar esto, "hay que mantener los elementos radiactivos en barreras múltiples o sucesivas para que se acumulen los productos de fisión sin riesgo de que se liberen".
Para evitar accidentes de reactividad, es decir, de reacción en cadena descontrolada, en las centrales actuales que hay en España la estabilidad del reactor fue siempre clave, cosa que no ocurrió en Chernóbil.
El organismo regulador, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), es el verdadero experto que, según dice la Ley, "debe asesorar de forma obligatoria al Gobierno y que éste debe hacer caso a este organismo regulador".
Un detalle muchas veces desconocido es que en cada central nuclear hay dos inspectores del CSN de manera permanente. Por ello Gallego Díaz considera necesario insistir en que "la prioridad esencial es la seguridad porque sin ella, la energía nuclear, no puede ser".
Se pueden controlar los accidentes graves para que no llegue a producirse daño al combustible, pero hay que estar muy pendientes del día a día en las centrales nucleares. Por ello, "en España hay un sistema integrado de supervisión que controla que no existan esos sucesos iniciadores que producen desviaciones y pueden suponer un peligro", explica.
A pesar de la posición inamovible de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, respecto a la desaparición del parque nuclear en España, Gallego Díaz espera "que esto pueda cambiar en el futuro".
El desastre de Chernóbil marcó un antes y un después, en un momento en el que "no había una cultura de seguridad y donde se siguieron órdenes en contra de la seguridad", y el de Fukushima se produjo por un Tsunami de muchísima mayor altura de la que se podía prever. "No todos los países han regulado igual ni han previsto el mismo nivel de seguridad". Sin embargo, "en Japón se produjo un desalojo muy ágil y no hubo que lamentar una sola víctima".
"Es un error que Francia y España no trabajen juntas en nuclear"
Después del giro de 180 grados que la UE ha decidido dar en relación al impulso de la energía nuclear incluyéndola en la taxonomía verde (dado que no produce CO2) y una vez comprobada la necesidad de contar con todas las tecnologías limpias posibles para alcanzar los objetivos de descarbonización, Francia ha sido uno de los países que más está apostando por el impulso de los SMR.
Fabien Berrier, fundador y CEO de FAB.e, empresas especializada en el desarrollo comercial y la formación en ingeniería para empresas españolas que tienen interés en entrar en el mercado nuclear francés, ha sido el encargado de ponerle cifras al negocio nuclear y el futuro que tiene para los próximos años.
"La nuclear es especialmente competitiva sobre todo en operaciones a largo plazo y es la energía más segura del mundo". Y al igual que España y Francia trabajan conjuntamente en otros sectores como el de la automoción, "es un error que Francia y España no trabajen más juntas en nuclear, como lo hacen en automoción, por ejemplo."
En un perfecto español, Berrier, que vive cerca de una central nuclear, quiso poner un ejemplo claro de cómo existe radiactividad en nuestro entorno. Así, recordó que "comer un plátano tiene más radiactividad que vivir un año al lado de una central nuclear". Un ejemplo que ya popularizó en su día Alfredo García, más conocido en redes como Operador Nuclear, que trabaja en la central de Ascó y que lleva años luchando por desmitificar esta tecnología.
"Una pastilla de uranio, que tiene el peso y tamaño de una goma de borrar, genera la misma energía que una tonelada de carbón o que 565 litros de petróleo", ha explicado el francés. Cifras que evidencian el protagonismo de la energía nuclear en la transición energética.
Francia, EEUU, Corea del Sur y Rusia venden su tecnología al extranjero. Desde la extracción del uranio hasta la fabricación de centrales, existe una gran línea de negocio. "Somos la única tecnología que se costea el desmantelamiento de sus instalaciones desde cada KW/h que produce".
Precisamente porque prácticamente toda la UE (a excepción de Alemania que ha cerrado todas sus centrales y ha tenido que sustituir la producción de esa energía por la quema de combustible fósil) está apostando contra reloj por la energía de fisión, se trata de un mercado cada vez más atractivo a medio y largo plazo.
La aceleración de los proyectos de desarrollo de los SMR (en la actualidad hay más de 70 proyectos de diseño en el mundo) deja abierta la puerta a un nicho económico en el que Francia, Inglaterra y EEUU, ya ha comenzado a dar sus primeros pasos, mientras en España no se plantea siquiera su desarrollo.
El futuro de la energía nuclear, más a debate que nunca
Durante este I Congreso Enioa ha habido tiempo también para debatir de forma clara sobre el futuro de la tecnología nuclear en España. Ignacio Araluce, presidente de Foro Nuclear, ha hablado a este respecto muy claro tomando como base la necesidad de descarbonizar pero mantener al mismo tiempo la seguridad del sistema eléctrico.
"La energía nuclear no emite CO2, en España evitamos emitir 20 millones de toneladas de este gas al año sólo con siete centrales nucleares", por eso "el mundo está apostando por la nuclear porque es una tecnología segura e increíble".
Lejos de enfrentar unas tecnologías con otras, Araluce puso de manifiesto la importancia de las renovables en el mix energético y la oportunidad histórica de aprovechar estos recursos endógenos en España. Pero "las centrales solares durante 10 de los 12 meses, no han tenido combustible, no han tenido sol. Sólo funcionan dos meses de cada doce, según los datos de REE", ha informado.
Con la eólica hay nueve meses en la que pasa lo mismo, por lo que "la única energía que no emite CO2, es estable, competitiva y permite cubrir esta intermitencia, es la energía nuclear, por lo que las centrales en España no se van a cerrar", ha deseado recordando que el actual Gobierno "un día dice una cosa y otro se desdice y hace la contraria".
"Como se cierren las siete centrales que están activas en España, dará igual haber estado debatiendo sobre los SMR o sobre la fusión nuclear: el problema está a corto plazo y como habrá que invertir 300.000 millones de euros (el 80% los pondrá la empresa privada) en renovables de aquí a 2030 y además no tenemos almacenamiento, que nos llevará muchos años desarrollarlo, centrémonos en hablar ya de lo que necesitamos a corto plazo", ha señalado Araluce.
José Antonio Gago Badenas, expresidente de la Sociedad Nuclear Española, se ha mostrado más prudente respecto al futuro de la energía nuclear en nuestro país, "donde falta voluntad política porque es muy intensivo en capital, por lo que los Gobiernos han de estar detrás operando para que esté garantizada la amortización".
El promedio de construcción de una central nuclear es de siete años en el mundo, (aunque los chinos son capaces de hacerlo en cinco años), por lo que Berrier señala a la política como "el eslabón más débil en esta industria porque se necesitan pactos de Estado a largo plazo para poder descarbonizar el mix eléctrico".
Y respecto al todavía rechazo social que produce en buena parte de la población, el CEO de FAB.e cree que "el miedo se combate con conocimiento", y en este sentido "ha faltado explicar la realidad de lo que ocurrió en Chernóbil o Fukushima".
A este respecto, Araluce ha lamentado que "las decisiones que está tomando este Gobierno no tienen nada que ver con lo que considera la opinión pública, cuya percepción de la energía nuclear no se va a cambiar a corto plazo en España". Sin embargo, sí cree que puede trabajarse en este sentido a través de "la opinión publicada", en referencia a los medios de comunicación, y a que se dé voz a los intelectuales y científicos que hablan claro de que la nuclear es fundamental para la descarbonización.
"Es absurdo que en España lo más sensato, económico y rentable es que las centrales nucleares continúen operando hasta los 70 u 80 años, según aportan todos los datos científicos, y se continúe con el plan de cierre de estas instalaciones", ha lamentado Gago Badenas.
"La única forma de conseguir que las renovables puedan llegar a producir todo lo que se necesita cuando cierren las nucleares, es tener desarrollado ya una infraestructura de almacenamiento, pero no la hay", advierte Araluce.
Gago Badenas las dos amenazas sobre la nuclear son los drones y la ciberseguridad, por lo que hay que tener un diodo a la entrada que la información que hay dentro no pueda salir fuera. En las centrales nucleares españolas está garantizada esta protección en lo que respecta a ciberseguridad, pero el peligro de los drones, existe.
Por su parte, Andrea Íñiguez, graduada en Ingeniería Mecánica por la Universidad de Valladolid, se ha centrado en el momento actual por el que atraviesa la central nuclear de Santa María de Garoña, (Burgos), que comenzó a operar en 1971.
Íñiguez ha apostado, a pesar del desmantelamiento en el que se encuentra esta central, por "usarse en un futuro para instalar paneles solares o placas" que aporten esa energía al mix energético.
Además, la joven coincide con los expertos de este sector en que estas instalaciones "podrían aprovecharse para instalar reactores nucleares modernos (SMR) dado que contaminan menos y son muy seguros".
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