El desequilibrio entre la oferta y la demanda de viviendas en España es uno de los problemas más graves que arrastra el mercado residencial y el principal impulsor de la subida de los precios. Todos los años, la creación de hogares está superando notablemente al volumen de producción de obra nueva y las previsiones apuntan a que la tendencia todavía está lejos de tocar fin.

La Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid (ASPRIMA) ha señalado que el déficit de viviendas en España está en máximos históricos y el Banco de España ha explicado en un informe que el diferencial acumulado en 2022 y 2023 entre la creación neta de hogares y la producción de vivienda nueva llega a las 375.000 unidades. Pero esta situación no se produce en Castilla y León.

La Comunidad es una de las dos únicas de España, junto con Asturias, que contará con un superávit de viviendas nuevas hasta 2025, dos regiones en las que el volumen de inmuebles de nueva creación superaría en un total de 4.000 unidades durante estos dos años a la creación de nuevos hogares, según ha detallado el portal web Idealista. 

Además, hay otras comunidades que contarán con un equilibrio entre oferta y demanda, como Extremadura, y, en el extremo opuesto, la Comunidad de Madrid será la autonomía que cuente con un mayor desfase entre la elevada demanda y la escasa oferta, con un déficit de unas 60.000 viviendas; seguida de Cataluña, donde faltarán 55.200 unidades en estos dos años.

La Comunidad Valenciana está en la tercera posición, con un déficit total de unas 40.400 viviendas; y Andalucía es la cuarta, con una falta de casi 31.000 viviendas nuevas en relación a la creación de nuevos hogares que se espera. Precisamente estas cuatro regiones acogen cerca del 70% de los nuevos hogares formados en 2022-2023 y del incremento proyectado para los años 2024 y 2025, según ha destacado el Banco de España. Destacan, especialmente, las provincias de Madrid, Málaga, Alicante, Valencia y Barcelona, donde viven más de la mitad de los nuevos hogares.

Canarias es la quinta comunidad con el mayor desajuste proyectado, unas 26.000 viviendas, seguida de Murcia y Aragón, con un déficit de unas 14.000 viviendas en ambos casos hasta el año 2025. En otras zonas como Euskadi o Cantabria, el déficit residencial estará por debajo de las 2.000 unidades. Una situación que, en todo caso, no afectará a Castilla y León según estas previsiones, al ser una de las dos comunidades que contará con superávit de viviendas durante los próximos dos años.