El 37% de las granjas y el 71% de las industrias porcinas de la Castilla y León está en municipios de menos de 5.000 habitantes
El sector porcino está implantado en el 35 por ciento de los municipios de menos de 5.000 habitantes de Castilla y León, en concreto, en 769 municipios de los 2.190 con los que cuenta la Comunidad, según los datos aportados este miércoles por la Organización Interprofesional Agroalimentaria del Porcino de Capa Blanca, INTERPORC.
En total, de las 5.909 granjas de porcino de Castilla y León, 2.191 se asientan en estos municipios rurales, el 37 por ciento, y el 71 por ciento de las industrias de porcino, 285 de un total de 401, también está en estas pequeñas localidades, "lo que evidencia la fuerte implantación del porcino en las zonas rurales de la Comunidad".
INTERPORC ha reivindicado al sector como "el motor de la sostenibilidad integral y revitalización estructural y operativa de la economía de muchas comarcas con graves problemas de despoblamiento" y ha recordado que esta industria genera oportunidades de trabajo estable en pequeños municipios, lo que permite asentar población.
A través de un comunicado de prensa recogido por Europa Press, la interprofesional ha explicado que la implantación del sector porcino en estos municipios es integral lo que supone que no sólo haya producción primaria sino también la industrial, algo "absolutamente indispensable para que un sector agroalimentario contribuya decisivamente a la sostenibilidad del medio rural".
A esto añade que el porcino de capa blanca es un sector que se esfuerza también para seguir avanzando en las materias como la seguridad alimentaria, el bienestar animal y la sostenibilidad.
En el plano medio medioambiental, INTERPORC asegura que el compromiso del sector porcino es "firme" y recuerda que cada año reduce las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de su actividad. "Además, los esfuerzos del sector no se limitan solo a la reducción en la generación de emisiones, sino que se extienden a otros muchos campos de la actividad, como la reducción del consumo de agua, de electricidad y combustibles o la menor generación de plásticos no reutilizables, residuos o desperdicios", asevera la interprofesional.
Según sus datos, las medidas de control y la mejora medioambiental aplicada en los últimos 30 años han contribuido a que el peso de la actividad porcina sobre el conjunto de las emisiones nacionales GEI sea del 1,9 por ciento.