El campo de Castilla y León augura un 2022 tenso marcado por la PAC y los sobrecostes
EL ESPAÑOL-Noticias de Castilla y León analiza con los profesionales del sector primario el balance de este año que se acaba y las líneas por las que atraviesa un 2022 cargado de incertidumbres
23 diciembre, 2021 07:00Da lo mismo si es una organización agraria u otra. Lejos de rivalidades, todas ellas tienen claro un objetivo común: el beneficio del agricultor y ganadero, y la lucha por unas explotaciones que sean rentables, tras un 2021 que ha dejado una renta agraria por explotación en Castilla y León similar a la de 2020, pero con los precios de los insumos por las nubes.
Hablamos de un sector en la Comunidad, el agropecuario, que cuenta con un fuerte tejido productivo (el 10% sobre el total nacional) con 3.060 empresas que facturan cerca de 10.000 millones de euros en Castilla y León, lo que supone un 5% del PIB regional.
Un potente tractor de la economía que, además, da empleo en la Comunidad a 38.400 personas, siendo ésta la tercera región de España por número de empresas agroalimentarias y la segunda en número de emprendedores del sector.
Sin embargo, las profundas transformaciones derivadas de nuevos modelos de consumo y la globalización, ponen el foco en la necesidad de cambios en este sector que exigen una fuerte inversión. No en vano, el Banco de España alertaba el pasado lunes en un informe de que el sector primario se expone a fuertes reestructuraciones laborales a corto plazo.
Un sector que tiene encima de la mesa asuntos de vital importancia como los planes estratégicos de la PAC que cada comunidad autónoma deberá enviar a Bruselas, y cuya letra pequeña no convence a nadie, así como el incremento en el precio de los insumos o las líneas en política de eficiencia hídrica que, de nuevo, exigen más inversiones al agricultor.
Es precisamente la escalada de los precios en los insumos agrícolas una de las cuestiones que más preocupa al campo, que cierra 2021 con un sobrecoste del 300% en abonos, del 270% en la electricidad, de un 78% en el acero, un 75% en el coste del gasóleo para mover la maquinaria agrícola, así como el incremento de casi un 30% en los costes salariales.
De los 55.000 millones de euros de producción agraria en 2021 en España, 26.000 millones se han ido en costes de producción. Una cifra que arroja cuando menos la necesidad de abordar la viabilidad de estos negocios.
En Castilla y León la renta agraria a cierre de 2021 ha sido la misma que durante el año anterior, con aproximadamente 34.000 euros brutos por explotación, que, después de impuestos, arrojan un beneficio neto de cerca de 14.000 euros. Tan sólo ha subido un 0,1%, lejos de lo que lo han hecho los sobrecostes de explotación.
"Esta cifra debe hacernos pensar si queremos tener un sector primario fuerte que fije población y del que podamos comer, o si preferimos depender de otros mercados para alimentar a la población. Pero hay que abordar este problema ya. Mañana, es tarde", advierte Lorenzo Rivera, coordinador general de COAG en la Comunidad.
El vacuno de leche, en peligro
Cada año desparecen en Castilla y León ochenta explotaciones ganaderas destinadas a la producción de leche. Una cifra "que pone de manifiesto la necesidad de abordar una solución en común de toda la cadena de alimentación, si no queremos que nuestros pueblos desaparezcan y que Francia acabe poniéndonos el precio que quiera por un alimento esencial", advierte Rivera.
Atrás queda un año de reivindicaciones y manifestaciones en las que los profesionales del sector en Castilla y León han demandado "precios justos por la leche" y exigido a las autoridades que "se cumpla la Ley de Cadena Alimentaria" para que no se pague este alimento por debajo de su coste de producción.
En la actualidad, Castilla y León cuenta con unas 870 explotaciones de vacuno de leche que producen alrededor de un millón de litros al año, que se enfrentan a los nuevos requerimientos recogidos en la Agenda 2030, así como a la incertidumbre de un futuro económico marcado por la irrupción de la pandemia con unos mercados caracterizados por una fuerte volatilidad.
Rivera recuerda que "se están pagando 34 céntimos por litro de leche en vez de los 40 céntimos que garantiza, al menos, cubrir costes", algo que "no se permitiría en ningún otro sector".
En este sentido, José Antonio Turrado, secretario general de ASAJA en Castilla y León, también pone el foco en "el drama que supone que a la subida de los costes de producción el ganadero no puede hacer nada, porque no es él quien pone el precio de la leche".
Buen año para el cereal
El subsector que ha dado un respiro a este tejido productivo rural ha sido el cereal, que en Castilla y León representa el 40% de la producción de toda España.
Un cultivo al que sí han acompañado los precios en 2021 y que encara 2022 "con optimismo pero con cautela", dada la incertidumbre de los mercados y de los fertilizantes y de las semillas.
Para el secano las cosas parecen estar normalizadas, pero no ocurre lo mismo con el regadío, con las aguas más revueltas a costa de un borrador del nuevo Plan Hidrológico de la Cuenca del Duero 2022 - 2027, que ha vuelto a ser motivo de conflicto entre los responsables de la Confederación Hidrográfica del Duero y las OPAs, que consideran perjudica al sector agropecuario.
"El regadío representa en España sólo el 14% de la producción agraria, y en Castilla y León del 12,6% y, sin embargo, no hacemos más que importar soja y maíz de otros países como Brasil", informa Rivera. "Si continuamos empobreciendo así este sector, acabaremos también dependiendo de los mercados exteriores, y eso no sería bueno para nadie", aclara el coordinador general de COAG en Castilla y León.
"Lo que verdaderamente echamos de menos es un mayor entendimiento entre las distintas fuerzas políticas para afrontar con un plan de inversiones ambicioso el futuro del campo ante el cambio climático, y que haya una interconexión mayor entre las distintas zonas de España para que deje de tirarse agua al mar cuando hay inundaciones, en detrimento de aquellas zonas más secas", añade Rivera.
"Al campo le va bien cuando conseguimos exportar, por lo que exigimos al Gobierno que se tomen las medidas necesarias para hacer de Castilla y León una potencia exportadora", indica Turrado.
De la misma manera, el secretario general de ASAJA pide que "de una vez por todas se acabe con las diferencias de requisitos que hay dentro de la Unión Europea a la hora de poner en el mercado alimentos, dado que a nosotros se nos exigen cuestiones que a los que traen de fuera esos productos, no", añade.
Una PAC rechazada por todo el sector
No se trata de que el borrador de la nueva Política Agraria Común (PAC), que entrará en vigor el próximo 1 de enero de 2023, cuente con un 2% menos de presupuesto que la anterior (47.000 millones de euros de los que Castilla y León recibirá 7.700 millones) sino, sobre todo, de que lo hace sin tener en cuenta "que lo fundamental era priorizar al agricultor profesional, que es quien puede generar un valor a esas ayudas de la Unión Europea", afirma Rivera. "Algo no cuadra cuando en España se tramitan 700.000 solicitudes y en Francia sólo 300.000", añade.
En Castilla y León, donde se contabilizan unas 75.000 solicitudes de estas ayudas, "sigue siendo la espada de Damocles sobre la cabeza del agricultor, porque nos exigen acomodarnos a unos ecosistemas previstos en la Agenda 2030 mientras hay que hacer números con el incremento de los costes de producción", indica el coordinador general de COAG en Castilla y León.
La Unión Regional de Cooperativas Agroalimentarias de Castilla y León (Urcacyl) también ha manifestado su preocupación por una PAC que "no se centra en el agricultor profesional" y que "no tiene en cuenta las especificidades de cada territorio", sin abordar, además, "las diferencias que hay entre las condiciones impuestas a unos profesionales del campo con respecto a otros del resto de Europa cuando compiten en el mercado español".
China, la amenaza silenciosa
Al problema derivado de los sobrecostes producidos por el disparado precio de los insumos agrícolas y las incertidumbres del mercado, se le suma el de los fondos de capital riesgo, que vieron cómo el sector de la alimentación tiraba del PIB en plena pandemia, "y han acaparado la compra dominando así el mercado", explica Rivera.
China es otra de las amenazas a las que se enfrenta también el campo español, y por ende, el de Castilla y León, porque "para alimentar a su cabaña ganadera, está poniendo patas arriba el mercado a través de la hegemonía que tiene en la economía mundial".
Rivera explica cómo la gran potencia asiática se ha dedicado en plena pandemia a comprar mucha tierra útil, además de deuda de otros países, de manera que actúan a espalda de la Organización Mundial del Comercio, a pesar de que es miembro de ésta desde 2001.
La globalización, la frenética adaptación a los nuevos modelos productivos bajo el paraguas de la sostenibilidad, las nuevas tendencias de consumo y el disparado sobrecoste de las materias primas, marcan un 2022 cargado de incertidumbres para un sector que es estratégico en Castilla y León.