Tras el ataque militar iniciado por Rusia contra Ucrania los mercados han reaccionado como estaba previsto: desplome de las Bolsas en medio mundo (el Ibex 35 se ha dejado un 2,86%) y occidente mirando hacia oriente.
Unos mercados que sacudirán también al sector agropecuario, que ya arrastraba los sobrecostes de los productos básicos para producir como el gas, los combustibles o las materias primas desde hace más de dos años. "El campo va a verse seriamente afectado, el escenario es muy difícil", augura José Antonio Turrado, secretario general de Asaja en la Comunidad.
Precisamente, la dirección nacional de esta organización agraria ha pedido esta mañana formalmente al Gobierno de Pedro Sánchez un plan de choque para amortiguar las consecuencias económicas del conflicto bélico.
El presidente del Ejecutivo advertía hoy del impacto que esta guerra va a tener sobre una economía nacional que intentaba aún salir del desplome histórico del 11% PIB en 2020 tras la irrupción de la pandemia, y para la cual ha anunciado medidas de choque aunque no ha concretado cuáles.
En este escenario, con una sequía prolongada que amenaza los cultivos y las explotaciones, el campo de Castilla y León mira con angustia hacia la frontera de Rusia con Ucrania porque se prevé un aumento en los precios del gas de más de un 30%, lo cual "puede llevarnos a todos a una burbuja inflacionista imposible de asumir", indica José Antonio Turrado, secretario general de Asaja en la Comunidad.
De hecho, el barril de petróleo se ha disparado hasta los 103 dólares el barril, lo cual complicará aún más las cosas en un sector que, hasta hoy, pensaba que su mayor problema eran los sobrecostes que acumulaba por la crisis.
"Es la puntilla que puede acabar por muchas de las explotaciones agroganaderas de Castilla y León. Prevemos una escalada de los precios que nosotros no tenemos ni margen de negociación ni capacidad para asumir y no sabemos lo que va a pasar", explica.
Imposible solucionarlo con subvenciones
"Somos conscientes de que, tal y como están las cosas, es imposible compensar con subvenciones la subida que van a experimentar las materias primas, el gasóleo, la energía, los pienses y los fertilizantes, que necesitamos para poder sembrar y para poder sacar adelante nuestras explotaciones", explica Turrado.
El secretario general de Asaja cree que las decisiones que se tomen para amortiguar este impacto en el sector agropecuario han de abordarse "desde el Gobierno central", dada la preocupante situación. Sin embargo, lamenta que "siga sin haber un Gobierno fuerte y estable en Castilla y León con unos presupuestos de los que partir", critica.
España es deficitaria en alimentos como el maíz. Más del 30% de este alimento básico para poder alimentar los animales procede precisamente de Ucrania. "Van a subir también los precios de las oleaginosas y vamos hacia un escenario complicado para el sector", advierte el secretario regional de Asaja.
En 2018 las importaciones de maíz alcanzaron los 2,8 millones de toneladas por un valor de 460 millones de euros. España fue, de hecho, el segundo destino de las exportaciones ucranianas de maíz.
Además, el 60% de nuestras compras en el exterior de aceite de girasol también proceden de Ucrania, así como el 17% del trigo, el 31% de las tortas de aceites vegetales y el 15,4% de leguminosas grano.