Una familia misionera de Burgos busca la manera de huir de Ucrania tras el estallido de las primeras bombas rusas esta madrugada. Tal y como recoge Trece TV, César Campomar y María Auxiliadora se encontraban en Kiev, donde evangelizan desde el año 1997, y tras escuchar las primeras detonaciones, buscan la manera de salir del país. “Hasta ahora hemos esperado, pero cuando hemos oído las bombas, hemos rezados y estamos preparando maletas”, explican.
La pareja vive en una misión católica en Kiev desde 1997 junto a sus diez hijos, los tres últimos nacidos en Ucrania. “Hemos venido a evangelizar, a mostrar el amor de Dios a este pueblo, pero teníamos claro que sería hasta que Dios quisiera. Cuando han empezado los estallidos hemos rezados y estamos preparando maletas”, explica María Auxiliadora en el programa.
“Tenemos hijos casados que están discerniendo qué hacer, porque muchos no tienen documentos españoles para salir”, añade. Los Campomar Hernando se han mimetizado con la minoría católica de la capital de Ucrania. Allí los católicos apenas representan el 7 por ciento del total de una mayoría ortodoxa. Tras haber pasado seis años como misioneros en Bielorrusia, los responsables del Camino Neocatecumenal los enviaron por sorteo a Kiev. Allí colaboran con la recién creada parroquia de San Alejandro, que han visto edificarse y que aglutina a una población de 400.000 personas pero a la que solo acude un millar de católicos a rezar cada domingo.
“Rezamos por este pueblo y esperamos que el señor, que es el que lleva los proyectos de las naciones y lo hace todo para bien, nos consuele y nos dé realmente la paz”, subrayan.