La crisis desatada tras la invasión de Putin en Ucrania hace ya casi cincuenta días, ha tenido un efecto devastador en las cuentas de los ganaderos y agricultores, que han visto cómo los precios de los insumos se disparaban hasta niveles desconocidos hasta la fecha.
Según COAG y a la espera de un censo oficial, muchos de estos ganaderos han tenido que sacrificar sus animales tras la subida de los precios de los piensos al resultarles más caro mantener con vida a sus vacas que darles de comer, así como otros han decidido hacer lo propio y adelantar su jubilación ante la escasez de rentabilidad en sus explotaciones.
Esto ha hecho descender aún más el número de granjas de vacuno de leche en Castilla y León, que era de 1.600 hace seis años y hoy es de unas 850 en la actualidad. Cada vez hay menos leche y esto ha generado el efecto contrario al que venía sucediendo: ahora el litro de leche de vaca se paga a 41 céntimos, por encima de los 0,37 céntimos el litro que registró en febrero, justo antes del estallido de la guerra y de la crisis de los transportistas, a pesar de que este paro no afectó significativamente a la recogida de leche en las explotaciones de la Comunidad.
No obstante y tras los problemas que arrastra el sector tras el encarecimiento de los insumos, COAG y UPA tienen previsto reunirse mañana para abordar las líneas de ayudas que pretenden trasladar al nuevo Ejecutivo de Alfonso Fernández Mañueco tras conocerse el nombre del nuevo consejero de Agricultura, el palentino Gerardo Dueñas, quien fue director gerente de Asaja en Castilla y León de 1997 a 2004.
Unas ayudas que COAG espera sean "acordes con el peso que tiene el sector agro esta Comunidad" y que serán complementarias a las anuniadas ayer por el Gobierno de Pedro Sánchez, que con un importe de 194 millones de euros tienen como objetivo paliar los efectos de la guerra en Ucrania y de de los cuales se desconoce aún qué partida correspondería a Castilla y León..
Lo que sí está ya decidido es que los sectores lácteo, vacuno, ovino y caprino percibirán ayudas por valor de 164 millones de euros y que el cárnico debería ser el siguiente en prioridad por su dependencia de los piensos, cuyos precios se han visto severamente afectados por la crisis.