El alza de los precios lleva acaparando la actualidad durante varios años consecutivos. El aceite de oliva ha sido uno de los protagonistas desde hace un tiempo y ahora comienza a serlo la patata, que ha alcanzado precios de récord. Y aquí Castilla y León juega un papel importante, siendo la región líder en producción a nivel nacional. Según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Instituto Nacional de Estadística (INE), este producto ha experimentado una subida anual del 7,9% y un 1,8% en julio, último mes del que han salido los datos. "No es un coste elevadísimo ni el consumo de patata es tan grandísimo en una casa para que haga imposible su compra", defiende el presidente de Asaja Castilla y León, Donaciano Dujo, a este periódico.
Una subida que también se ha notado en el IPC de la 'patata y sus preparados' en la propia región de Castilla y León, con una subida anual del 5,3%. "Tiene una explicación", aclara el presidente de la Interprofesional de la Patata de Castilla y León, Alberto Duque, quien incide especialmente en que ha sido el año "más caro de producción de semilla". Un contexto que ha elevado el "coste por hectárea" y con lo que coincide Dujo, quien pone el foco también en el "encarecimiento" con "precios desorbitados" de los abonos, los fitosanitarios, el gasóleo o la maquinaria, entre otros.
"Ha faltado mucha semilla y no ha venido en las mejores condiciones porque en los países productores han tenido problemas para sacarla y venía enferma. Para el colmo, nos ha tocado partirla y pagarla muy cara", subraya Duque, que igualmente destaca la climatología como otro factor que ha "paralizado la producción de patata". En estos momentos, en lo que va de campaña, los patateros de Castilla y León han reducido entre un 20 y un 30% la producción y están a la espera de poder sacar lo que les queda, que es "aproximadamente un 25%". "A ver cómo concluye esto", se pregunta.
Precios que se "sostengan lo máximo posible"
Todo este conglomerado de factores, hace que los agricultores patateros hayan registrado cifras de récord en el precio por kilogramo que reciben. Cifras que esperan que se "sostengan lo máximo posible" para que los cultivos sigan siendo rentables para los productores. La campaña arrancó con precios que iban entre los 0,6 y 0,7 céntimos el kilogramo para los agricultores y ahora ha llegado a Castilla y León con operaciones de entre 0,45 y 50 céntimos, aunque estas últimas ya "son muy escasas".
Por su parte, el consumidor encuentra el precio del kilo de patatas rondando los 1,6 euros en los lineales de los supermercados, lo que supone unos 48 céntimos por pieza. Duque explica que el coste por hectárea ronda entre los 10.000 y los 12.000 euros, aunque está más cerca de la segunda cifra que de la primera, de los que unos 3.000 euros suponen únicamente costes en semillas. "Para sacar realmente beneficios, habría que producir unos 50.000 kilos por hectárea. Uno que saque entre 25.000 y 30.000, la rentabilidad viene muy comprometida", recalca.
Y es que aunque este año se han sembrado unas 17.300 hectáreas en Castilla y León, números levemente superiores al pasado año, en este 2024 "hay un poco menos de producción que la media", subraya Dujo, que también puntualiza que la patata que está saliendo es de "excelente calidad". No obstante, la Comunidad es la mayor productora de patata a nivel nacional, con un tercio de la producción total.
Dujo celebra que en estos momentos se está "desarrollando el arranque con normalidad" y señala que hasta "octubre o incluso algo más" hay arranque en Castilla y León, algo "positivo" porque se hace "paulatinamente y así no hay un exceso de oferta que tiraría los precios a la baja". Precios que los productores defienden ante el "flaco favor" que les hacen los envasadores de la Comunidad, que están "empezando a traer patatas de Francia, con unos precios más bajos que los nuestros y unas consecuencias muy claras: va en detrimento de los productores de la región y no en favor de los consumidores pues no han bajado los precios en los lineales", añade el presidente de la Interprofesional.
Por su parte, el presidente de Asaja Castilla y León defiende que los precios se mantengan porque, "aunque tengamos unos costes mayores y los rendimientos sean un poco más bajos, hace que tengamos rentabilidad en nuestras explotaciones". Punto de vista que comparte Duque, quien matiza, no obstante, que con 1,5 euros/kg para los consumidores habría "margen más que suficiente para toda la cadena de valor". "Una cosa es la que nosotros creamos y otra lo que realmente se esté haciendo", lamenta.
Una subida que "no es elevadísima"
Tanto el presidente de la Interprofesional como el de Asaja Castilla y León coinciden que el precio final no es algo "elevadísimo". "El consumo de patata en España sigue bajando, pero no por precios, sino por estructura de familia, de poder adquisitivo y de estética porque mucha gente no lo ve como un producto saludable, cuando realmente es de lo más saludable del mercado", explica Duque.
Por otro lado, Dujo apunta que si los costes de producción "están altos", ésta tiene que ser "cara", pero el consumidor "tiene que pensar que el productor lo que quiere es tener pocos costes para así poder ofrecer un producto a menor precio". "Sin embargo, el afán lucrativo que tienen muchas veces las multinacionales hace que los costes sean excesivos, además con el beneplácito del Gobierno que se enriquece con el IVA que pagamos y por eso no presiona a las multinacionales para que bajen nuestros costes de producción", asegura.
Ahora bien, puntualiza que si al consumidor se le ofrece una patata de calidad como es la de Castilla y León "puede pagar un poco más", aún considerando que la subida no sea un "coste elevadísimo" que haga "imposible su compra".
La campaña encarrila ahora los últimos meses con unos precios que Alberto Duque califica de "razonables", pero advierte de que si bajan "pueden generar pérdidas" "Quedamos los más comprometidos, los últimos son los más perjudicados. Esperemos que no se dé esa circunstancia y por lo menos se sostengan los precios, entre los 0,45 y los 0,50 céntimos el kilogramo que es donde tendría que estar el abanico", sentencia el presidente de la Interprofesional de la Patata de Castilla y León.