Castilla y León es una tierra llena de paisajes maravillosos. Lugares que no dejan indiferente a nadie y que son perfectos para una escapada de un fin de semana o para pasar el día. Y cierto es que hay una zona en la provincia de Ávila que se ha convertido en una de las grandes favoritas de los habitantes y turistas, que cada año acuden a recorrer sus espacios naturales.
El verano es el momento perfecto. Ahora que el calor empieza a dar un poco de tregua, es la ocasión ideal para acercarse hasta algunos de sus pueblos y contemplar la belleza de los mismos. Hay uno que destaca especialmente y, además, se le conoce como la 'Andalucía de Ávila'. Ubicada en el Valle de Tiétar es una villa bañada por pozas naturales y punto de partida de la ruta del pimentón, dulce y picante.
Se trata de Candeleda, el pueblo más bonito de la Sierra de Gredos y uno de los más atractivos del país. Sus calles están repletas de naranjos y palmeras, consiguiendo un contraste paisajístico urbano poco habitual en la provincia. En el cruce de Cáceres, Ávila y Toledo y su cercanía a la comarca de La Vera hace que tenga la misma vegetación y similares tradiciones extremeñas. Una ubicación de ensueño a la que se accede atravesando la Garganta de Santa María, cuyas aguas -junto con las de Chilla o Alardos- crean unas increíbles pozas de agua cristalina perfectas para darse un buen chapuzón.
De hecho, también es muy común que los ciudadanos se acerquen a la zona para practicar piragüismo, una de las actividades más demandadas. Bien sea para descender por las aguas del río Tiétar o para remar por el embalse de Rosarito. Aquí los amantes de la naturaleza tienen muchos planes con los que enamorarse ya que también es frecuente hacer diversas rutas por la montaña. Hay una que une El Raso con el Pico Almanzor y es la cumbre más alta de todo el sistema central. Además, hay diversos senderos homologados para disfrutar de un buen día de senderismo.
Sus calles tienen una belleza sobrenatural. Completamente empedradas y alguna de las más atractivas son las del Moral, del Pozo y Corredera. El núcleo urbano tiene una cuidada fisionomía, con un caserío provisto de unos buenos ejemplos de la arquitectura popular. Cabe destacar que el Centro de Recepción de Visitantes y Aula de Interpretación del Pimentón son algunos de los lugares más emblemáticos. Su producción comenzó en el siglo XVIII y los frutos se someten a un proceso conocido como espezonado en el que se eliminan los pedúnculos.
Tiene un sinfín de espacios mágicos y rincones que son parada obligatoria. Uno de ellos, sin duda, es la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XV y cuenta con un retablo de cerámica de 1540. Además, también está el Museo Etnográfico, con entrada gratuita jueves y viernes. Un sitio en el que se pueden ver restos arqueológicos del poblado celta el Raso y una maqueta de un sequero de pimentón y piezas de la época medieval.
Otro de sus puntos más característicos es la Casa de las Flores, construida en 1862. Un edificio ubicado en pleno centro que tiene una de las fachadas más bonitas gracias a las flores que lo adornan. Tiene ocho balcones y grandes ventanales y está hecha de piedra. Una de sus grandes peculiaridades es que tiene dentro el Museo del Juguete de Hojalata, un espacio lleno de magia repleto de juguetes de todo el mundo con más de 3.000 piezas repartidas en cuatro secciones que te transportarán a la más tierna infancia.
También es parada obligatoria la Ermita de San Blas, una de las más antiguas de todas las construcciones cristianas, y El Rollo. Y también el Santuario de la Virgen de Chilla que es un reducto de silencio en plena Sierra de Gredos, un lugar de peregrinaje local rodeado de fascinantes gargantas naturales. Además, a sólo siete kilómetros se ubica el campo de golf.
Por su puesto, en esta ruta por Candeleda no se puede dejar escapar la oportunidad de degustar algunos de sus platos más típicos. Algunas de las grandes recomendaciones son las patatas revolconas, el cabrito al horno o el tasajo, que es carne ahumada de cabra con pimentón.
Una forma de finalizar esta escapada es contemplando las estrellas. Candeleda es el lugar perfecto para sumergirte en su cielo y quedarte asombrado. La Sierra de Gredos tiene certificación turística como Destino Starlight y hay dos puntos de observación de la zona de Iruelas y varios miradores a las afueras de la localidad.
El mirador de Candeleda es uno de los favoritos de los amantes del astroturismo. Un espacio idílico para contemplar las galaxias, constelaciones, alineación de planetas, el paso de los cometas o las lluvias de estrellas. Se ubica en Las Tejoneras y se puede disfrutar al aire libre de una vista espectacular.
Estas son algunas de las paradas obligatorias porque cierto es que este municipio abulense tiene mucho que visitar. Un lugar idílico que nunca se llega a conocer del todo porque tiene mucho que ofrecer.