La crisis provocada por el coronavirus sigue haciendo mella en un sector, el hotelero, que continúa sin recuperar sus niveles de actividad normales previos a la pandemia.
Por este motivo, la Asociación de Hoteles de Castilla y León mantuvo una reunión la semana pasada con las Consejerías tanto de Economía y Hacienda como de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León para trasladarles la grave situación financiera por la que atraviesan.
Según esta asociación la situación "comienza a ser insostenible" para los hoteles de la Comunidad, que "han agotado todas sus posibilidades de financiación extraordinaria y que han recibido unas ayudas insuficientes para cubrir los costes fijos que soportan".
Según explican, necesitan "urgentemente ayudas directas para seguir soportando los costes sociales de los ERTE y los costes fijos como los suministros", así como acceso a más financiación que les permita "llegar hasta la primavera, confiando en que se reactive la demanda".
La actividad del sector está prácticamente paralizada desde principios de diciembre y a punto de tener que afrontar los vencimientos de los ICO solicitados en 2020.
Todo ello con una facturación que ha experimentado una caída del 80% en 2020 y del 60% en 2021, lo cual arrastra un balance de cuentas que les impide hacer frente a los gastos y con una especial caída del turismo de congresos tras la pandemia, "porque ya sólo se trasladan para reuniones quienes no tienen más remedio", lo cual supone un freno más a la recuperación de este sector.
Además, y según recoge Ical, la subida del precio de la energía y de los suministros en general, pone aún más contra las cuerdas a un sector que escenifica la gravedad de la situación con un claro ejemplo: un alojamiento que en situación de actividad normal pagaba 8.000 euros en electricidad, paga ahora 23.000 euros, pero sin ingresos.
"La normalidad en los viajes corporativos o de ocio no se ha recuperado y se paraliza totalmente cada vez que la incidencia sube, lo que imposibilita la viabilidad de la actividad hotelera y la estabilidad de sus plantillas, que continúan en ERTE pero con las empresas asumiendo una gran parte de los costes sociales del trabajador", han advertido.