Para ella no ha habido 'techo de cristal'. Es la CEO de la empresa burgalesa Nicolás Correa, uno de los fabricantes de maquinaria pesada más importantes de España (y el único nacional ubicado fuera del País Vasco), que cerró 2021 con un EBITDA de 9 millones de euros (un 11% más que en 2020).
Carmen Pinto (Burgos, 1973), habla claro y con naturalidad de los retos a los que se enfrenta la sociedad actual para conseguir una igualdad plena entre hombres y mujeres sin enredarse en la terminología.
Ingeniera industrial superior por la Universidad de Valladolid en la especialidad de Mecánica e Intensificación en Máquinas, y con un MBA en la Escuela de Directivos de Empresa (IDECESEM), considera que Castilla y León "ha evolucionado mucho en este sentido. La realidad es que cada vez veo más mujeres en reuniones de alto nivel y eso es un buen síntoma. Algo que también ocurre en Nicolás Correa".
En un sector industrial como en el que trabaja desde hace más de 20 años, "muy masculinizado pero no machista", Pinto afirma que "hay una parte cultural que sigue influyendo a la hora de elegir a qué dedicarte en el futuro".
Un condicionante que, a su juicio, podría superarse "abriendo las empresas no sólo en el último curso de bachillerato sino antes, en la ESO, para que todos los adolescentes, sean chicos o chicas, puedan ver las mismas opciones con más tiempo para decidir". Porque "no se trata de obligarle a nadie a que le guste una profesión, sino que todas las personas puedan saber todas las opciones que hay de desarrollo profesional para que exista una verdadera igualdad", asegura.
Pero ¿no existe ya suficiente acceso a la información entre los más jóvenes para que esto sea así? Para la CEO de Nicolás Correa, no del todo: "Debemos crear referentes en aquellos puestos de trabajo que han venido siendo ocupados tradicionalmente sólo por mujeres o sólo por hombres, para que vean que también pueden ser para ellos y hasta dónde pueden llegar profesionalmente". Elegir con conocimiento, es elegir con "mayor libertad e igualdad".
Así, Pinto recuerda que hay profesiones ocupadas mayoritariamente sólo por un sexo en ambos lados de la realidad: "Me niego a considerar machista esta sociedad, dado que hay empleos en los que hay mucha menor presencia de uno u otro sexo, y en lo que deberíamos trabajar todos es en que todas las personas pudieran elegir a qué dedicarse independientemente de que seas hombre o mujer".
De hecho, reflexiona, "no encuentras muchos hombres como profesionales de la asistencia a la tercera edad o como asistentes del hogar, de la misma manera que encuentras menos mujeres en las profesiones STEM (por sus siglas en inglés: Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas)".
Si esto ocurre sin un sesgo cultural, "cada uno es libre de elegir la profesión que quiera o que más le guste", pero el problema viene cuando una menor no sabe explicar a qué se dedica una mujer que ejerce su profesión en determinadas áreas.
"Las niñas no saben qué hace una ingeniera"
Aunque "la evolución es positiva", Pinto considera que "queda aún mucho por hacer, porque si le preguntas a una niña qué hace una enfermera o una maestra, sabe responderte; pero si le preguntas qué hace una ingeniera, no tiene ni idea".
Para que esto cambie "hace falta el esfuerzo de todos, también de las empresas, que debemos abrirnos más a que conozcan qué hacemos", asegura.
Así, Pinto aboga por "acercar las profesiones STEM mucho antes, en los años cruciales, para que sepan todo lo que hay, porque si no, más tarde, ya están muy condicionados. Por eso en Nicolás Correa abrimos las puertas precisamente a que los estudiantes vean qué hacemos. Si no se lo presentas, ¿cómo van a poder elegirlo? A esas edades, lógicamente, están más pendientes de Tik Tok, no van a informarse por sí mismos", reflexiona.
Cuestión de talento, no de cuotas
Precisamente en una jornada como la de hoy, marcada por el Día Internacional de la Mujer, Carmen Pinto indica que en Nicolás Correa "no tenemos cuotas y, sin embargo, somos cuatro mujeres en el Comité de Dirección".
Para esta ejecutiva del sector industrial, "debemos quedarnos con la evolución que ha habido en la sociedad y tener en cuenta de dónde veníamos. Sólo así veremos que sí estamos avanzando aunque quede mucho por hacer".
Una cuestión que no está reñida con haber podido desempeñar su labor profesional la mayoría de las veces junto a perfiles masculinos, sin que ello supusiera un problema tampoco: "Yo llevo en puestos de mando desde 2008 y nunca me he sentido mal en ninguna mesa en la que 'todo fueran corbatas', además de que cada vez me encuentro con más mujeres", asegura.
Precisamente y respecto a los procesos de selección, Pinto considera que "la elección de un candidato debe ser meramente profesional, en función de su talento, para cubrir una necesidad con el mejor perfil posible. En Nicolás Correa no tenemos perspectiva de género en la selección de nuestros recursos humanos", indica.
Precisamente porque cree que la Igualdad no debe tener sesgo, considera que "se perderá menos talento femenino en profesiones STEM si las empresas abrimos las puertas sin perspectiva de género desde que son más jóvenes, para que interioricen antes y conozcan antes que existen estas opciones también para ellas".
Antes de ser nombrada consejera delegada de Nicolás Correa, Carmen Pinto estuvo cuatro años al frente de la Dirección general de esta compañía. Hoy, casada y con tres hijos, desarrolla su labor en seis consejos de administración. Pertenece a ese 24,55% de mujeres que lo consigue en España.