La crisis de los semiconductores sigue generando problemas en un sector de la automoción que ya ha pedido, a través del clúster Facyl, una respuesta inmediata a la crisis desatada por la falta de componentes, los sobrecostes energéticos y la huelga de transportes nacional que ya va por el décimo día.
A las paradas del miércoles 23 de marzo en las factorías de Montaje y Carrocerías de Valladolid por desabastecimiento de piezas, que se han unido a las dos jornadas del pasado lunes y martes en las que no se ha producido en esas plantas ni en la de Palencia, se le suma ahora la convocatoria que ha hecho al comité de empresa para abordar una modificación sustancial de las condiciones de trabajo, que afectaría a Motores, según han afirmado los sindicatos, y supondría la desaparición de medio turno de la línea de producción de ingenierías diésel, K9.
La comisión negociadora se constituyó hoy y durante la jornada de mañana, los representantes de los trabajadores esperan que los directivos de la marca del rombo expliquen con una memoria explicativa, a qué responde la decisión y sus consecuencias, calcularon, sobre medio centenar de empleados.
En este sentido, comentaron que el ERTE que la empresa tiene vigente hasta junio, está justificado sobre la ausencia de semiconductores que condiciona las producciones.
Asimismo, los sindicatos están a la espera de conocer cómo impactará en la plantilla, aunque las mismas fuentes expusieron que dan por hecho que la decisión recaerá sobre los contratos eventuales.