El grupo llegó a tener 105.000 empleados en España. Hoy tiene 79.800 (3.626 de los cuales trabajan en Castilla y León).
Los extranjeros querían comprar en El Corte Inglés como los españoles acuden a los grandes almacenes de Harrods en Londres.
Aún siguen queriendo hacerlo, porque se trata de una de las marcas con mayor reputación de España, pero la pandemia y el comercio electrónico han cambiado las conductas y patrones de compra.
En Castilla y León, un joven presidente de la Junta que ocho años más tarde se convertiría en presidente del Gobierno, José María Aznar, inauguraba en 1988 El Corte Inglés del paseo de Zorrilla de Valladolid. Era el comienzo de una expansión comercial que llevaría al grupo a tener más de 60 establecimientos repartidos por Castilla y León. Eran años de crecimiento y bonanza que llevaron al grupo a inaugurar este centro con una plantilla de 1.100 trabajadores.
Siete años más tarde, en 1995, el Grupo cerraba la compra de los grandes almacenes de Galerías Preciados por un importe de 30.000 millones de pesetas, ubicado en la calle Constitución de Valladolid. Abría así su segundo gran centro en la ciudad.
Tras años de especulación sobre la viabilidad de su centro comercial de la calle Constitución de Valladolid, al que no puede accederse en coche, finalmente, la compañía anunció que esta vez sí, cerrará sus puertas en el próximo 28 de febrero tras vender el inmueble a la inmobiliaria Conjunto Residencial Las Heras. Se cierra así una de las páginas del Grupo en Valladolid con 27 años de historia y deja atrás un referente que impulsó comercialmente la zona y atrajo nuevas inversiones al centro.
Lo cierto es que el Grupo cerró el pasado año con un ebitda (beneficio bruto de explotación) de 804,28 millones de euros (frente a los 47,9 millones de 2020), y un incremento en las ventas de casi un 22% con respecto a 2020 hasta los 12.507,6 millones de euros. Una cifra, sin embargo, un 17% más baja que en 2019.
Para entender qué ha ocurrido en este centro, sobre el cual sobrevolaba la sombra de su venta desde hace más de una década, hay que tener en cuenta diversos factores. La compañía ha asegurado que la venta de este activo inmobiliario se produce "por causas reorganizativas de sus activos inmobiliarios y por las dificultades de acceso con vehículos".
Crisis, pandemia y cambios en los patrones de consumo
Tras afrontar con éxito la crisis de 2008, el Grupo ha tenido que hacer frente a otras que se han sucedido sin apenas dejar espacio para la recuperación. La pandemia del coronavirus en marzo de 2020 supuso un duro golpe para las economías familiares, que se apretaron el cinturón y limitaron las compras a lo imprescindible bien por incertidumbre, por las limitaciones de movimiento (los establecimientos comerciales quedaron cerrados durante meses), o por haber quedado en situación de desempleo.
Además, cada vez compramos menos ropa. A pesar de que no fue Castilla y León una de las comunidades donde más se redujo el importe destinado a este bien (las familias pasaron de gastar 1.318 euros al año en ropa y calzado a desembolsar 1.211 euros), el Grupo El Corte Inglés también se vio afectado por la caída general del comercio textil en España de un 57% en los últimos dos años, según datos de Acotex (organización nacional de moda y textil). Los datos de facturación del sector textil en España no son mucho mejores: en 2021 (año ya sin restricciones) cayó un 16,17% hasta los 8.902 millones de euros con respecto al anterior.
El centro Outlet de El Corte Inglés que se ubicaba en el centro comercial Río Shopping de Arroyo de la Encomienda y que se trasladó al centro comercial que el Grupo tiene en Hipercor en este mismo municipio, acumula toneladas de ropa de primeras marcas y de las propias firmas de la Compañía, a precios que pueden suponer una reducción hasta del 70% respecto al original.
Sin embargo, el consumidor demostró en pandemia, una vez más, que el sector de la alimentación es el único que se mantiene activo en circunstancias extremas, por razones obvias. Así, el Grupo reforzó esta división de venta con la compra de la cadena de alimentación Sánchez Romero, con diez supermercados en Madrid, en una apuesta por ganar mercado en la venta de alimentación de calidad y proximidad.
La pandemia también trajo consigo el desplome del turismo, que es otra de las fuentes de ingresos más importantes de los centros comerciales. Así, y según el informe anual de Acotex, el número de turistas que llegaron a España en 2021 cayó un 62,76% con respecto a niveles prepandemia y su gasto se desplomó un 62% con relación al de 2019.
Esto supone inevitablemente un hachazo a las cuentas de resultados de las compañías, que pisaron el acelerador para impulsar su comercio electrónico en todas las áreas (alimentación, textil, electrodomésticos, seguros, etc.) y ganar en este aspecto cuota de mercado que pudiera amortiguar estas pérdidas.
Un comercio electrónico en el que la consolidación de Amazon supuso un terremoto para todos los establecimientos de venta minorista. El aumento de la competencia y el desarrollo de nuevas plataformas que permiten al usuario comprar sin moverse de casa y devolver el producto a coste cero si no le agrada, también está empujando a los grandes centros comerciales a adaptarse a los nuevos tiempos, a reestructurar sus activos inmobiliarios y a invertir en una logística que le permita seguir estando en el tablero nacional. El consumidor quiere rapidez, precio y una interfaz de compra ágil.
No obstante, la profunda incertidumbre económica y geopolítica actual, inciden notablemente en las decisiones de las grandes compañías. La propia Amazon ha anunciado recientemente que despedirá al 1% de su plantilla mundial, es decir, a más de 10.000 trabajadores. Los bandazos del mercado obligan a actuar rápido para reducir gastos.
Además, la inflación en España, que ha llegado a superar los dos dígitos y ha mermado la capacidad de gasto de la población, así como la invasión de Rusia en Ucrania, han supuesto un nuevo talón de Aquiles para el comercio en general con sobrecostes energéticos y de materias primas que han encarecido las compras a proveedores reduciendo el margen de beneficio por producto.
Sin embargo, y a pesar de este contexto, las cuentas del Grupo reflejan que su importe neto de su cifra de negocio cerró 2021 con cifras prácticamente prepandemia, con un beneficio consolidado de 120 millones de euros.
Se mantienen los 58 centros operativos de Castilla y León
Fieles a su política de discreción y de evitar segregar datos por comunidades autónomas, la dirección de comunicación de El Corte Inglés de Castilla y León ha asegurado, en cualquier caso, que "no se prevén más movimientos de activos", si bien la rapidez con la que se están sucediendo los cambios sociales, económicos y de mercado, no permiten garantizar nada a largo plazo.
Actualmente el Grupo presidido por Marta Álvarez, con más de 36.800 proveedores y más de 510 millones de visitas en sus centros comerciales, mantiene operativos sus 58 establecimientos en Castilla y León, incluidos los de finanzas, seguros, viajes, almacenes logísticos y centros comerciales.
Los 172 empleos directos de su centro de la calle Constitución mantendrán sus empleos en otros establecimientos del Grupo repartidos por Valladolid.
En lo que respecta al buque insignia del Grupo, sus grandes centros comerciales, el mayor escaparate de primeras marcas y de productos para el hogar contará a partir del año que viene con un sólo gran establecimiento de El Corte Inglés en Valladolid, otro en León, el del Centro Comercial Parque Burgos, y el que tiene en Salamanca.