La bodega vallisoletana Vega Sicilia se incorpora al mercado del turismo rural de lujo después de rubricar una alianza con la multinacional International Hotel Group (IHG), el cuarto grupo de hoteles mayor del mundo, de cara a establecer un complejo de lujo en el municipio abulense de Cebreros, según ha informado el medio económico Cinco Días. El proyecto tiene la intención de transformar el Palacio de El Quexigal, ubicado en la localidad y propiedad de Vega Sicilia, en un alojamiento de lujo englobado en la marca Six Senses, el sello de mayor nivel de la empresa.
Según el citado medio, El Enebro, que es la sociedad dueña de Vega Sicilia, también posee Palacio del Quexigal, que es considerado Bien de Interés Cultural (BIC). El complejo fue construido en el año 1563 como una finca de recreo para el rey Felipe II, y tiene una superficie de 8.065 m2, además de otros 1.762 m2 que integran una gran cantidad de corrales, de cocheras, de graneros o una panadería. Los propietarios de la prestigiosa bodega, los hermanos Álvarez Mezquíriz, han tratado de venderlo sin éxito y en agosto de 2021 configuraron las sociedades bajo las que van a desarrollar la actividad turística.
Cinco Días ha informado, además, de los detalles del acuerdo con IHG, que procederá a pagar dos cánones diferentes: uno por los ingresos que se obtengan y otro por el beneficio que se genere. Los dueños de Vega Sicilia se encuentran inmersos en la búsqueda de un socio financiero que les de apoyo en la reforma de cara a adecuar el palacio a los estándares de la marca Six Senses. El recinto tendrá 67 habitaciones de lujo que llegarán a los 80 m2, de las que un total de 38 se encontrarán dentro del propio palacio, según el proyecto que fue presentado al Gobierno de Castilla y León.
Six Senses
Six Senses es una de las seis marcas de lujo con las que cuenta IHG y tiene un total de 22 hoteles de lujo en el mundo, ligados a centros de bienestar y a spas.
Entre los establecimientos europeos, Six Senses ya tiene un hotel en Ibiza, que cuenta con 137 habitaciones, pero el proyecto de Ávila y otro de Sevilla serán los dos primeros impulsados en la Península Ibérica, con un claro componente rural.