La Cámara de Comercio de Valladolid ha presentado hoy junto a los principales responsables de la Bodega Cuatro Rayas un estudio que refleja que el impacto económico de esta cooperativa vitivinícola en la provincia es de 33,3 millones de euros en 2021.
Un impacto que, según el director de este estudio y colaborador de la propia institución cameral, Luis Gilsanz, engloba repercusiones positivas también en otras áreas como la de la fijación del empleo rural, la hostelería o el denominado impacto inducido.
En este último sentido, es decir, respecto al impacto económico que tiene el consumo que hacen o en qué gastan su salario los 634 empleados de la bodega procedentes de 30 municipios distintos, Gilsanz lo cifra en 5,3 millones de euros, lo que justifica "dar mayor consideración a estas empresas máxime en el entorno en el que nos encontramos".
Ha sido precisamente el presidente de la Cámara de Comercio, Víctor Caramanzana, quien ha querido resaltar "la necesidad de apoyar la industria agroalimentaria y vitivinícola de nuestro territorio, que emplea a más de 7.000 personas".
Por su parte, Ignacio Martín, presidente de Bodega Cuatro Rayas, ha señalado que este informe "permite ver una radiografía de lo que representa en el tejido empresarial de la provincia de Valladolid".
Además, ha querido resaltar la importancia de "poner en valor el papel de las cooperativas de este sector en la provincia como ejemplo de presente y futuro". Un relevo generacional que se ha erigido como uno de los retos claves para el sector primario en Castilla y León.
Una empresa que se fundó hace casi 90 años y que tiene como misión, valores y visión en su Plan Estratégico "el cuidado del campo y del bienestar de quienes habitan en el medio rural", ha añadido. De hecho, la bodega trabaja como prioritario líneas que permitan incorporar a los hijos de los socios de la cooperativa para que en el futuro se convierta también en su medio de vida, lo cual supone un dique de contención contra la despoblación en el entorno rural, "además de aportar calidad de vida", añade.
Vicente Orihuela, director gerente de la bodega, ha destacado con orgullo "cómo en plena pandemia, cuando todo el sector lo pasó muy mal con el cierre de la hostelería, Cuatro Rayas hizo un gran esfuerzo por no aplicar ningún ERTE a sus empleados, independientemente de si durante meses no tenían trabajo alguno que realizar".
Un 2020 "muy duro" que dio paso a un ejercicio 2021 "en el que ya cerramos con una facturación de 27 millones de euros" que se incrementó un 15% hasta los 31 millones de euros el pasado año.
En los últimos años la bodega ha sido pionera en la puesta en marcha de un plan de Igualdad y en la certificación ISO 14001 de Sostenibilidad, dado que ha sido la primera de Castilla y León en calcular su huella de carbono, a lo que se ha añadido la instalación de un parque solar compuesto por mil paneles fotovoltaicos para optimizar el suministro energético de la bodega.
18 millones de botellas anuales
Orihuela ha destacado algunas cifras que dan cuenta del peso que a lo largo de estos casi cien años ha ido adquiriendo esta cooperativa en el sector en el que opera. Así, el director gerente de la bodega sostiene que "somos la que más uva elabora en Castilla y León y la que más vende de la Comunidad con más de 18 millones de botellas anuales, además de estar entre las tres o cuatro que más facturan de todo este territorio".
Orihuela, que ha avanzado que la cooperativa presentará sus últimos resultados e inversiones el próximo día 30 de marzo, también ha aprovechado para recordar que "tenemos algún nubarrón que nos amenaza porque en algunos países de la UE consideran el vino como alcohol, y no como lo que es, un alimento".