A las dos semanas de producirse el fatídico incendio que redujo a cenizas su fábrica en Dueñas, Cascajares retomó su producción tras alquilar un obrador en la localidad vallisoletana de La Cistérniga.

Hoy, apenas cuatro meses después del pasado 26 de enero cuando de las llamas tan sólo se salvaron la estructura metálica del nombre y logotipo de la empresa, la compañía liderada por Alfonso Jiménez Rodríguez-Vila anuncia que en septiembre inaugurará la nueva fábrica también en Dueñas, en una parcela anexa a donde estaba situada la que quedó reducida a cenizas.

Una planta que será "la más moderna de Europa" en lo que a platos preparados de alimentación se refiere, que será "una referencia internacional", según ha señalado el presidente de la compañía.

Recreación de cómo será la nueva fábrica de Cascajares que se inaugurará en septiembre Cascajares

Con una inversión de más de diez millones de euros, Cascajares regresa al mercado con una planta de 5.500 metros cuadrados que, además de contar con los más avanzados sistemas de seguridad sanitaria, permitirá a la compañía duplicar su capacidad de producción.

[Un incendio destruye por completo la fábrica de Cascajares, la reina de los capones: "Solo queda la fachada"]

Jiménez Rodríguez-Vila ha destacado "el compromiso y esfuerzo del mejor equipo del mundo" para poder sacar adelante esta nueva fábrica en "un tiempo récord", que permitirá a la famosa empresa de capones mantener el ritmo de ventas en Navidad (fecha de mayor facturación de la compañía) que obtuvo el año pasado con 600.000 cenas.

La actual plantilla de Cascajares ha venido trabajando hasta tres turnos diarios para conseguir remontar el vuelo tras la desolación que supuso ver convertida a escombros una fábrica cuyo principal activo, los capones, se hicieron famosos hace 19 años cuando consiguieron 'colarse' en el menú del enlace entre el entonces Príncipe de Asturias y Doña Letizia tras 29 reuniones con la organización del evento. 

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