La multinacional alemana Wacker anunció ayer la adquisición de la empresa leonesa ADL BioPharma por más de 100 millones de euros. Sin embargo, no ha sido hasta esta mañana cuando anunció que mantendrá a la actual plantilla de la planta, compuesta por unas 300 personas, al tiempo que llevará a cabo inversión en mejoras de las infraestructuras situadas en la ciudad de León. Además, se plantea incrementar la capacidad de producción, lo que “dependerá del desarrollo de nuevos productos y el crecimiento de los que ya están en el mercado”.
Así lo afirmó el futuro director general de la planta, Jörg Lindemann, que se incorporará después de verano, quien aseguró que la empresa “continuará con el crecimiento y el mantenimiento de las relaciones con los clientes actuales”, para lo que contará con “la experiencia y conocimiento de los más de 300 empleados” y se llegará a más de 2.000 metros cúbicos para poder producir productos sostenibles a base de fermentación.
Con más 30 años de experiencia en el sector de la biotecnología, Wacker se trata de “una empresa fuerte y competitiva en el mercado”, además de “con mucha estabilidad”, por lo que el objetivo planteado en la ciudad de León pasa por “una estrategia de crecimiento a largo plazo”. Así, “León da la oportunidad de apoyar en su larga experiencia para poder desarrollar mayor capacidad industrial, lo que es importante porque incluirá inversiones grandes en el futuro”, resaltó Lindemann.
En este sentido, el futuro director general avanzó que “vendrán cambios” en el futuro, que pasará por “una nueva organización en común” y el respaldo de la empresa a nivel mundial para desarrollar la planta que, según destacó, supondrá “un pilar importante para Wacker”.
Tras la adquisición por parte de la empresa alemana, la planta leonesa ADL BioPharma -cuyo nombre todavía no se sabe si cambiará o se mantendrá-, se centrará en la divisíon Wacker Biosolutions, encargada de producir ingredientes sostenibles para las industrias alimentaria y de suplementos.
La directora de esta división, Susanne Leonhartsberger, detalló que las biosoluciones con las que se trabajará estarán enfocados al sector salud, farmacológico y alimenticio. Concretamente, la planta de León estará enfocada en la fabricación de bioingredientes para alimentos producidos a base de fermentación y se plantea “objetivos muy ambiciosos por el impulso de demanda en el mercado”, de modo que la planta se conforma como “esencial” para llegar al objetivo de alcanzar una venta de negocio de 1.000 millones de euros en 2030.