Berkeley Minera España, dueña de los terrenos salmantinos de uranio de Retortillo, considera "poco serio" que España dé el visto bueno en la UE a que la energía nuclear sea considerada estratégica, mientras mantiene su calendario de cierre de las centrales nucleares en territorio nacional. Un cierre previsto entre 2027 y 2035 y que mantiene paralizado, además, el proyecto que Berkeley tiene en la mina de dicha localidad charra.
Unos terrenos que según cálculos de la propia compañía disponen del uranio suficiente para dejar de importarlo de Rusia y cubrir la demanda de las centrales nucleares españolas en los próximos 20 años.
Como telón de fondo tras este giro por parte del Gobierno en funciones en su apreciación de la energía nuclear, se encuentra la pugna que mantiene Nadia Calviño por hacerse con la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y la insistencia de Francia, con 56 reactores nucleares, de obtener los votos favorables para que esta tecnología se incluyera en el Net Zero Industry Act, es decir, que la energía de fisión fuera considerada estratégica para la descarbonización en la UE.
Finalmente, España ha dicho sí a que la nuclear sea considerada estratégica en la UE, pero no ha dicho nada de trasladar esta misma consideración a la política de cierres que mantiene la ministra en funciones para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. Un cambio radical en la valoración de esta tecnología que incluye considerar estratégico, además, el ciclo del combustible nuclear.
Por este motivo, Berkeley Minera España tacha de "incongruente" que el Gobierno en funciones mantenga su posición contraria al desarrollo de este sector y, por lo tanto, el bloqueo a la explotación de este recurso en territorio nacional, que afecta igualmente a la mina que la compañía tiene en Retortillo (Salamanca).
Se da la circunstancia, además, de que Berkeley cuenta con certificados de minería sostenible y gestión medioambiental otorgados por Aenor, e incluso obtuvo el reconocimiento en los Premios Internacionales de Sostenibilidad Capital Finance 2020 como contribución sobresaliente a la minería sostenible.
Respecto al futuro sobre la explotación de la mina de Retortillo, fuentes de Berkeley insisten en tender la mano al Ejecutivo en funciones de Pedro Sánchez para "desbloquear de forma amistosa" el proyecto minero de Salamanca.
El sector nuclear mira con preocupación el inamovible calendario de cierre de centrales nucleares previsto por el Gobierno español, del que la central de Almaraz I (Cáceres) será la primera en cerrar hasta que le llegue el turno a las de Vandellós (Tarragona) y Trillo (Guadalajara) en 2035.
Para entonces, España tendrá que cubrir todo el mix energético sin una fuente limpia de energía que se caracteriza por su estabilidad (a diferencia de las renovables, que son intermitentes) y por suponer algo más del 22% de la electricidad que se produce en el país, según datos de Foro Nuclear.
La incertidumbre ante estos bandazos del Ejecutivo respecto a su posición frente a las nucleares, mostrando su beneplácito a que la energía de fisión se incluya en el Net Zero Industry Act de la UE pero mantenga que deban cerrar en España, impide la toma de decisiones inmediatas dado que las medidas que exige el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para alargar la vida de una central, "tienen un coste muy alto y requieren de un plan con una anticipación de al menos dos años para poder trabajarlo", indican fuentes de Berkeley Minera España.
Si no fuera posible desbloquear esta situación, desde la compañía indican que no les quedaría más remedio que acudir al "arbitraje internacional".
En el caso de que finalmente la postura de España en la UE se trasladara a la política nacional, Berkeley Minera España garantiza la construcción de las instalaciones de Retortillo en menos de dos años y la extracción del uranio suficiente como para no depender de mercados extranjeros y con inseguridad jurídica.
Por de pronto, el uranio con el que generan electricidad las centrales nucleares que aún están en activo en España, "sigue viniendo en parte de Rusia", recuerdan desde esta compañía.
En concreto, y según datos aportados por Alfredo García (supervisor de la central de Ascó I), "Rusia enriquece el uranio que le llega sobre todo de Kazajistán, que luego llega a España".
Para García, el giro llevado a cabo por la ministra Ribera respecto a su consideración de la energía de fisión en la UE, máxime cuando el año pasado el Ejecutivo aprobó una ley que prohíbe la extracción de uranio en España, "es totalmente incongruente y demuestra que la política energética, y sobre todo respecto a la nuclear, es aquí ideológica, cuando los políticos deberían basarse más en la ciencia".