El municipio burgalés Valle de Tobalina acogió anoche el festival de microcine de verano 'Un pueblo de cine', organizado por la plataforma para luchar contra la despoblación 'Vente a Vivir a un Pueblo' e Iberdrola.
Se trata de la segunda edición de esta iniciativa, tras el gran éxito cosechado en 2023, que busca poner en valor la calidad de vida de los pequeños pueblos de nuestro país, frente a los grandes macroeventos organizados en otros lugares. En el festival se exhibe una selección de producciones audiovisuales de microcine, de menos de un minuto de duración cada una, que fueron premiadas en diversos concursos sobre sostenibilidad organizados por Cultura Inquieta.
El acto tuvo lugar en la Plaza Mayor y a él acudieron más de un centenar de personas entre vecinos y veraneantes de la zona, que fueron invitados a palomitas y refrescos, como corresponde a una buena sesión de cine.
De manera previa a la proyección, hubo una pequeña presentación dirigida por el periodista y creador de 'Vente a Vivir a un Pueblo', Ramón Pradera, quien puso de manifiesto que "los pueblos tienen un potencial enorme para que, quien quiera instalarse en ellos, pueda desarrollar un proyecto personal y profesional con garantías de éxito. Basta ya de hablar de la España vaciada; es el momento de hablar de la España de las posibilidades. Este festival es una fiesta para reivindicar la calidad de vida del mundo rural".
La iniciativa recorre distintas localidades de la geografía española con el fin de impulsar la oferta cultural en el mundo rural, con proyecciones además en Torrecillas de la Tiesa (Cáceres), Valcarlos (Navarra), Campoo de Yuso (Cantabria) y Nogueira de Ramuin (Galicia).
La vinculación histórica entre Iberdrola y el mundo rural
Por su parte, Iberdrola colabora en esta acción cultural dada su vinculación histórica al mundo rural, donde tiene sus raíces y donde en la actualidad desarrolla importantes proyectos de energía renovable que impulsan el crecimiento y el empleo, contribuyendo a evitar la despoblación.
Hay que destacar las históricas centrales hidroeléctricas de Iberdrola en la zona: Sobrón, Quintana, Trespaderne y Quintanilla Escalada, sobre el río Ebro, donde comenzó la historia de Iberduero.
La central hidroeléctrica Sobrón se alimenta de las aguas del embalse del mismo nombre para ofrecer energía limpia a casi 31.000 hogares anualmente. La instalación que entró en funcionamiento en el año 1961 tiene una potencia instalada de 28,04 megavatios (MW) y un salto de 38 metros.
La central Trespaderne, con 15,2 MW de capacidad instalada, se puso en marcha en 1950. La instalación sirvió, por aquel entonces, para dar un suministro estable y de mayor capacidad a Medina de Pomar. Con un salto de 28,95 metros, aprovecha el desnivel de un canal afluente del Ebro para generar una media anual de 37 GWh de electricidad.
La construcción del salto de agua y de la central hidroeléctrica Quintana, en el valle burgalés de Tobalina, se remonta al año 1902. La creación de esta infraestructura supuso un hito para la energía hidroeléctrica española. Hoy, cuenta con un salto de 18,45 metros y una potencia nominal de 7,8 MW. Quintana usa el embalse Cillaperlata como fuente de recurso energético para generar una media anual de 23 GWh de electricidad.
En Quintanilla Escalada, Valle de Sedano, se encuentra una central con el mismo nombre (1904). Sus turbinas se alimentan del canal que atraviesa la montaña por un túnel de 500 metros de largo. Quintanilla-Escalada tiene una potencia instalada de 0,7 MW y un salto de 25,5 metros.
Castilla y León revalida su liderazgo en renovables
Iberdrola revalida su liderazgo innovador y renovable en Castilla y León, que se consolida como un centro relevante de desarrollos de energía limpia en el ciclo inversor de la compañía a 2025, donde opera ya cerca de 6.000 MW, situándola como la comunidad autónoma con más megavatios 'verdes' instalados por la compañía. Además, promueve las energías renovables como motor de desarrollo rural y de esta manera los pueblos emergen como garantía de futuro contribuyendo a una recuperación sostenible, permitiendo crear empleo local.
Se encuentra inmersa en la construcción del parque eólico Valdemoro y acaba de poner en marcha Buniel (104 MW), el parque eólico con los aerogeneradores más potentes de Iberdrola en España hasta la fecha - cuyas palas tienen una longitud de más de 70 metros y la altura de los aerogeneradores duplica la de la Catedral de Burgos, generará energía limpia suficiente para abastecer a una población equivalente de 70.000 hogares al año y evitará la emisión a la atmósfera de 39.000 toneladas de CO2 anuales.
Cada maquina tiene una potencia unitaria de 5,2 MW, más de siete veces superior a la de los primeros aerogeneradores instalados en nuestro país hace más de dos décadas-. Solo en la provincia de Burgos la compañía ha construido recientemente o desarrolla más de 650 megavatios entre ocho parques eólicos.
En la actualidad, Iberdrola está concluyendo la construcción en la comunidad de dos instalaciones fotovoltaicas que suman 400 MW - Velilla y Virgen de Areños III-. Asimismo, en la provincia burgalesa puso en marcha su primera planta fotovoltaica de la región -Revilla-Vallejera (50 MW) y recientemente ha finalizado la construcción de la primera planta fotovoltaica híbrida eólica y solar de España. Además, la planta fotovoltaica Villarino (50 MW) en Salamanca ya se encuentra a pleno rendimiento y ha obtenido luz verde ambiental para el proyecto fotovoltaico de Ciudad Rodrigo.
Iberdrola está promoviendo en sus proyectos renovables soluciones que favorecen la convivencia con distintas actividades relacionadas con la agricultura, la ganadería o la horticultura, mejorando la eficiencia y competitividad de las instalaciones, el aprovechamiento del terreno y la defensa de la biodiversidad.