Imagen de archivo de una planta de producción de biometano

Imagen de archivo de una planta de producción de biometano

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Castilla y León, líder en biometano: una alternativa real y sostenible al gas natural

Esta solución energética se presenta como una gran oportunidad para la región, con enorme potencial de producción y un motor de crecimiento.

12 septiembre, 2024 07:00

La situación geopolítica y medioambiental ha cambiado el paradigma mundial. Una obligación para los países que ahora buscan nuevos métodos que les permitan ser autosuficientes, sin la dependencia de terceros, y que, además, luchen contra el cambio climático. Es en este contexto en el que trabaja España, que se postula como una potencia en la generación de biometano, un gas renovable capaz de impulsar el crecimiento del sector agroganadero y ser una alternativa real y sostenible al gas natural.

Un sector agroganadero ampliamente arraigado a Castilla y León, cuyas características territoriales singulares, económicas y sociales hacen de la Comunidad un lugar privilegiado para esta nueva forma de producir energía verde. Un informe de la Asociación Española del Gas (Sedigas) analiza ampliamente estas circunstancias, colocando a la región como el gran atractivo para instalarse de las grandes compañías gasistas.

Lo más importante de todo es conocer primero qué es el biometano. Se ha convertido en una de las soluciones más ambiciosas para cumplir con los objetivos de descarbonización impulsados a nivel europeo y nacional, y los de reducción de dependencia energética con el exterior.

Su relación con el mundo rural también convierte al biometano en un aliado idóneo para la lucha contra el reto demográfico y la despoblación en Castilla y León. El Plan REPowerEU de la Unión Europea ha hecho que los objetivos de desarrollo del biometano hayan aumentado y ha fijado una meta de generación de 35.000 metros cúbicos para 2030 de energía renovable, que además contribuya a la reducción del 55% de las emisiones netas de gases de efecto invernadero antes de 2030 y lograr la neutralidad climática en 2050, tal y como fija el Pacto Verde Europeo.

El biometano permitiría reducir la dependencia energética en España

El biometano permitiría reducir la dependencia energética en España

El Plan REPowerUE nace a raíz de la invasión de Rusia en Ucrania y fue en 2022 cuando se diseñó una estrategia para reducir gradualmente la dependencia de las importaciones rusas. El impulso de la red de biometano permitiría reducir en un 20% la dependencia del gas natural ruso para 2030 y llegar hasta un 30-40% de la demanda marcada por la UE para 2050.

Entre los objetivos preferenciales está el acelerar el desarrollo de las energías renovables, entre las que se encuentra el biometano. España se sitúa como uno de los tres países con mayor potencial de producción a nivel europeo y, por ende, hace que Castilla y León sea una de las comunidades que lidere este camino. Podría llegar albergar el 23,3% de la producción nacional, muy por delante de Andalucía, con un 14,5%, o Castilla-La Mancha, con un 12,5%.

La Comisión Europea, además, ha duplicado los objetivos de España en cuanto al biometano, cuyo potencial podría llegar al 13% de la demanda actual de gas en el país. Es importante resaltar que, según un estudio de Sedigas y PwC, la industria nacional que representa cerca del 17,6% del PIB, depende significativamente del gas natural en un 55% del consumo total de energía. Algo que evidencia que estas nuevas soluciones podrían impulsar al sector en nuestro país.

Beneficios del biometano, gas de origen renovable

Los beneficios que ofrece el biometano frente a otro tipo de soluciones son múltiples. El primero es que se puede inyectar en la red gasista de abastecimiento ya existente. Poder aprovechar lo que ya está en funcionamiento hace que la reducción de costes para su adaptabilidad a la propia red sea una ventaja notoria. Dispone de diversas posibilidades de aplicación, genera energía eléctrica y calor, y puede servir como combustible para vehículos.

La permutabilidad del biometano y el gas natural aporta especialmente a las aplicaciones de alto consumo de energía o difícilmente electrificables, como pueden ser el transporte pesado o la industria intensiva en uso de energía térmica, según sustenta la hoja de ruta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Dentro del ámbito del transporte, el biometano ayudaría a España a alcanzar los objetivos marcados en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030, que fija el uso de un 28% de energías renovables en el sector.

Frente a otros combustibles fósiles, el biometano cuenta con las mismas propiedades, pero genera menos emisiones de óxidos de nitrógeno y partículas, causantes, entre otras cosas, de la mala calidad del aire.

Infraestructuras esenciales para impulsar sector agroganadero

La construcción de las nuevas instalaciones para la generación de biometano supondría un motor de crecimiento para el sector agroganadero. El digestato es uno de los resultados del proceso de digestión anaerobia en el desarrollo de la producción del biometano. Un proceso que descompone la materia orgánica (los residuos) en ausencia de oxígeno, generando biogás y dejando atrás una sustancia rica en nutrientes.

Además, la producción de biometano contribuye a una recogida selectiva de los residuos agroganaderos, cuya gestión en la actualidad es un problema y pasarán de ser residuos a subproductos que generarán otros productos con valor: el biometano, biofertilizantes, lo que genera economía circular, y CO2 biogénico, uno de los elementos esenciales para la producción de hidrocarburos sintéticos renovables como el SAF, siglas en inglés del Combustible Sostenible para Aviación.

El biometano crea economía circular a través de la sostenibilidad

El biometano crea economía circular a través de la sostenibilidad

Esto tendría una doble ventaja, ya que también se contribuiría a cumplir los requisitos de fertilización sostenible de los suelos agrícolas, marcados por el reglamento de la Unión Europea 2019/2009.

Creación de empleo y valorización de residuos agroganaderos

La cadena de valor que rodea a toda la producción del biometano se vería beneficiada con el impulso de estas plantas en el territorio de Castilla y León. La creación de empleo verde tecnificado directo e indirecto, contribuirá a la fijación de población en el medio rural, a la lucha contra la despoblación y estimula la inversión en infraestructura y tecnología.

Entre los planes de desarrollo del biometano en la Comunidad, se encuentran las 10 plantas que promueve la empresa Biorig en Castilla y León, que supondrán la creación de más de 350 puestos de trabajo. Instalaciones que se ubicarán en las áreas rurales de municipios de León, Zamora, Valladolid, Salamanca, Burgos y Soria y que lograrán valorizar alrededor de 1,5 millones de toneladas de residuos agrícolas y ganaderos. La primera planta que entrará en funcionamiento será la de San Millán de los Caballeros, en la provincia de León, que está previsto que esté operativa a finales del 2025.

El desarrollo de las instalaciones de Biorig en Castilla y León es un ambicioso proyecto que implicará la generación de biometano equivalente al consumo del 20% de gas natural al año en las viviendas de la región. Además, permitirá evitar la emisión de 300.000 toneladas de CO2 a la atmósfera. Para este plan, Biorig diseña ecosistemas de proximidad donde recoge los residuos agroganaderos locales, los trata, y produce biometano y nuevos fertilizantes sostenibles para los suelos agrícolas, fomentando de ese modo un modelo de economía circular: del residuo al recurso.

Unas instalaciones diseñadas para contribuir a un modelo de desarrollo sostenible en los territorios de la región donde se asentarán. Las plantas de biometano que Biorig impulsa en Castilla y León son 100% sostenibles, de cero consumo de agua y emisiones, respetando el entorno rural.

Cero consumo gracias al aprovechamiento de las aguas pluviales, que se utilizan en los circuitos de producción del biometano. Asimismo, Biorig está plenamente comprometido en que sus plantas cumplan todas las normativas medioambientales y de nutrición sostenible de suelo agrícola más rigurosas, apostando por los máximos estándares técnicos y de seguridad.