VÍDEO | Una particular celebración del Día de la Bici de la mano de Cryosanabria
Este 3 de junio de 2020 se iba a celebrar en Sanabria el Día Internacional de la Bicicleta con una marcha organizada por El Huerto del Pozo, Bici Crítica Sanabria y Cryosanabria. Posteriormente se iba a realizar una presentación de movimientos ciclistas de diferentes lugares del mundo, este año especialmente América Latina, donde Bici Crítica Sanabria tiene un importante número de socios y colaboradores. Debido a que ambas actividades no han podido ejecutarse debido al Estado de Alarma por la Covid, Daniel Boyano Sotillo presenta este artículo y video on line para que todas las personas puedan ver desde su hogar la información que se iba a difundir y celebrar así el Día Internacional de la Bicicleta.
Este es el personal relato de Daniel Boyano durante sus rutas por América Latina:
Después de recorrer América Latina y mantener contacto, con al menos algún colectivo ciclista de cada uno de los países, puedo afirmar que el movimiento ciclista latinoamericano va rodando al igual que ruedan las bicicletas por las calles y carreteras de sus pueblos y ciudades, incrementándose de esta forma la calidad de vida de su población, ya que las bicicletas no producen ruidos, no contaminan, es económica, ocupan menos espacio y además es beneficioso para nuestra salud.
Hay que partir del contexto actual en el que los sistemas urbanos son creación del ser humano y por eso es nuestra tarea revisarlos y modificarlos. Debemos reflexionar sobre los trazos esenciales de la configuración y el funcionamiento de esos sistemas, para buscar una alternativa razonable a sus problemas actuales, ya que nuestro porvenir depende, sin duda, del futuro de nuestras ciudades donde ya vive la mayor parte de la población y el espacio donde se provocan mayores impactos ambientales de forma directa o indirecta, así como donde las personas están peor preparadas para crisis bruscas. La acometida por salvar los ecosistemas no se ganará solo manteniendo reservas ecológicas, selvas o especies amenazadas, si no que es indispensable el trabajo de movimientos sociales en las calles de las ciudades para hacer éstas más sostenibles. Cuando estas premisas no se cumplen, se pasa a la protesta social tomando las calles, pero la masa o bici crítica no es solo protesta, si no un laboratorio de ideas para generar propuestas, ya que es necesario recuperar los espacios públicos y que la toma de decisiones vuelvan a plazas y calles como sucedía en la antigua Grecia, Persia o las Civilizaciones precolombinas Mesoamericanas o Andinas. La calle es donde tienen que bajar las políticas y volver a ser asumidas por el pueblo sacándola de esta manera de los parlamentos. En este contexto la bicicleta puede convertirse en un nuevo instrumento revolucionario para conseguir este objetivo.
Por lo general, los movimientos ciclistas que visité en América Latina, al igual que otros del resto del mundo, tienen un sentido crítico más allá de la promoción del uso de la bicicleta como medio de transporte sostenible. Del mismo modo estos grupos se suelen encontrar dentro, o asociados, a organizaciones que buscan un tipo de relaciones sociales y económicas más igualitarias y en armonía con la naturaleza, viendo a la bicicleta como una máquina que le opone resistencia al sistema capitalista actual. Asimismo, se reconoce como el único medio de transporte que puede ser universal para toda la sociedad, tanto desde la perspectiva económica (bajo costo) como la ambiental (no contamina), ya que usando la bicicleta no se altera el equilibrio de la naturaleza y porque transmites a la sociedad en general la idea de sostenibilidad.
Alguno de los grupos de ciclistas conscientes que conocí en estos últimos años fueron Bicitekas y Puebicla de México, Masa Crítica Guatemala, Masa crítica Buenos Aires, Ciclistas curiosos de Chile, Masa Crítica Riobamba de Ecuador, Rio de Janeiro, Maracaibo... pero de todos ellos si tuviera que destacar alguno sería Bici Crítica El Salvador, ya que lo que un día solo fue un simple pensamiento o sueño personal se convirtió en una dulce realidad que ya va tiene una década de vida.
Estos movimientos ciclistas o masa crítica luchan por unos objetivos comunes, aunque existen particularidades. En general, la mayoría de transformaciones vividas en las ciudades latinoamericanas, tienen una problemática similar, al haber crecido en los últimos años de forma descontrolada, sin planificación urbana e imitando, en cierto modo, a ciudades estadounidenses como Los Ángeles donde es necesario el automóvil, debido a que la tipología arquitectónica de las viviendas responde a la baja densidad de la ciudad lo que conlleva da distancias demasiado grandes para realizar cualquier actividad cotidiana y desplazamientos pendulares diarias en bicicleta u otro medio de transporte no motorizad, creando por tanto una dependencia total en el automóvil. A una sociedad democrática que fomenta la convivencia, la igualdad de oportunidades o las necesidades colectivas, le corresponden ciudades donde los espacios públicos, las calles, las plazas, los equipamientos y las infraestructuras sigan estos principios. Parece obvio, pero en las ciudades de América Latina no lo es, ya que las políticas neoliberales que promueven el consumismo, en los últimos años han apostado por la privatización de espacios que antes eran públicos como ocurre con la aparición de cada vez más centros comerciales y la desaparición de los mercados tradicionales formados por pequeños negocios familiares, notándose más esto en los países más cercanos a políticas neoliberales estadounidenses en las últimas décadas como Colombia, México, Chile, o el propio El Salvador.
Asimismo las áreas urbanas donde predominan los automóviles son lugares pensados para el hombre adulto, que es el que principalmente conduce, olvidándose de las personas ancianas, discapacitadas, población infantil y la mayoría de las mujeres, es decir, un modelo insostenible, desde el punto de vista ecológico, y antidemocrático y excluyente desde el punto de vista social porque margina a las personas sin coche y licencia de conducir.
Por lo tanto se puede afirmar que este modelo es androcéntrico porque solo tiene en cuenta los desplazamientos de un varón en edad laboral que se desplaza en carro privado para llegar a su trabajo, que no tiene necesidades materiales ni afectivas, que no tiene que comprar para satisfacer las necesidades suyas propias o del núcleo familiar al que pertenece y que no tiene que ocuparse en general de todas aquellas actividades necesarias para que la vida continúe. Vemos pues que la propia sociedad y sus instituciones obedecen a esquemas patriarcales al no tener en cuenta todo aquello que no tiene que ver con el trabajo de mercado y al ignorar todo lo necesario para atender las necesidades y cuidados de las personas o trabajo de sostenimiento de la vida.
No hay que olvidar que es necesario contar a medio plazo con instituciones y administración pública, como ocurre en Quito, Ciudad de México, Bogotá... con voluntad política para potenciar las ciclo vías, la educación vial, crear carriles bici o mejor aún, carriles de velocidad reducida compartida con otros vehículos, favorecer el alquiler y compra de bicicletas con subvenciones, construir estacionamientos de bicicletas seguros, implementar un sistema intermodal de movilidad, es decir, facilitar la entrada de bicicletas en los buses, metro, trole... para los movimientos de mayor distancia, y construir estacionamientos disuasorios en las principales entradas de la ciudad para que no ingresen tantos vehículos motorizados. Todo ello dentro de un "Plan de Movilidad Urbana Sostenible" para crear núcleos habitados más humanos y sostenibles, donde debería haber un programa dedicado especialmente a la bicicleta cuyo principal objetivo sea convertir las ciudades latinoamericanas en un espacio urbano ciclable debido a las oportunidades que ésta presenta.
Y es que moviéndote en bicicleta todos los días, por un lado se disminuyen los "malos humos" que a su vez reduce la emisión de gases contaminantes que contribuyen al cambio climático y al incremento de las enfermedades respiratorias entre la población, además te ahorra tiempo al no retenerte el tráfico. Utilizando la bicicleta a diario se realiza el esfuerzo físico necesario para mantener un buen estado de salud, y siempre con "buenos humos", además se reducen el número de accidentes de tráfico, que es una de las causas principales de mortalidad en la población (especialmente entre los/las jóvenes).
Todos los argumentos anteriores son compartidos por los colectivos ciclistas latinoamericanos y por ello estos pretenden potenciar el uso de la bicicleta como medio de transporte de uso diario, alejándonos de la imagen que los medios de comunicación nos ofrecen de la bicicleta como un objeto de uso exclusivo para el ocio, cuando en realidad la bicicleta es un importante y limpio medio de transporte. Para ello se celebran pedaleadas llamadas bici o masa crítica cuyo lema es: "Usa la bici todos los días y celébralo una vez al mes para que sin tocar la tierra, entre el suelo y el cielo puedas ir flotando sobre tu bicicleta."
Una de las fortalezas de las bicicletas y las personas que la usan es el ejemplo que damos y la felicidad que nos da la bicicleta, es algo que se ve y se transmite con mucha fuerza. Y es que tenemos un discurso muy elaborado y nos lo creemos, lo que ha dado lugar en los últimos años al nacimiento de una red de grupos ciclistas que crece y se consolida ya que como ya se sabe "el secreto está en la masa".Esta red siempre ha tenido una gran capacidad innovadora y creativa, creadora de relaciones sociales haciendo posible los intercambios de experiencias con otros lugares y rápido empoderamiento.
Para finalizar quiero recordar que la bicicleta, cuando eres niño te da la libertad de movimiento para sentirte adulto, y cuando eres adulto te recuerda a tu niñez.
Y como dice Raimundo Amador, y aplicable para nuestros movimientos diarios cotidianos "La prisa mata deprisa, y yo no quiero correr, yo soy brasa y no ceniza, tengo mucho por arder."