En un domingo sombrío y sumamente lluvioso por Valladolid, vivía el que les escribe una tarde de asueto con el deporte como protagonista. Con un ojo puesto a la Segunda División del fútbol español y con un Real Valladolid que se acabó metiendo en la Final del Playoff de ascenso a la Primera División del fútbol español, la primera cita de la tarde era con el mejor deportista español de todos los tiempos.

Y es que nos tiene mal acostumbrados el bueno de Rafa Nadal. No arranca prácticamente el verano hasta que no vemos al de Manacor alzar la Copa de los Mosqueteros en la segunda semana de junio como hizo ayer tras vencer a un gran Dominic Thiem, que pese a su buen partido tuvo que ver como Rafa le vencía en tres sets.

El balear llegó a la capital francesa para quedarse un 23 de mayo de 2005, con solo 18 años, cuando batió por un contundente 6-1, 7-6 y 6-1 a Lars Burgsmüller. Ese mismo año salió ya vencedor, con la Copa entre sus brazos, melena al viento por aquel entonces y con esos pantalones piratas característicos.

Nadal solo ha perdido, en sus cuatro participaciones, dos choques en el torneo francés. En los octavos de final de 2009 ante Soderling y en los cuartos de 2015 ante un gigantesco Novak Djokovic y un año más tarde se retiró en dieciseisavos sin jugar ante el catalán Marcel Granollers.

El español ha ganado todas las finales que ha jugado en el torneo parisino, un total de 11 y con este nuevo trofeo suma 17 títulos de Grand Slam, viéndose solo superado por el gran Roger Federer que suma tres más, un total de 20.

Rafa ha conseguido 86 triunfos en 88 partidos en Roland Garros. Ha ganado 256 sets de los 281 disputados, en 210 horas y 54 minutos sobre las pistas del torneo francés, el favorito para el tenista de Manacor.

Son muchos los que siguen calificando de “pasabolas” al menor deportista español de todos los tiempos. Rafa Nadal simboliza la lucha, el esfuerzo, representa el corazón de miles de españoles que se sientan en el salón de su casa para disfrutar con la garra que le echa, cada partido, el número uno del mundo.

Rafa Nadal es el rey de París y de Roland Garros y un deportista único del que se acordarán, los que aún no saben apreciar sus hazañas, cuando ponga punto final a un carrera de oro llena de éxitos de quilates.