La escoba de Inés
Roma siempre fue un lugar para la política. Pero también lo fue para las traiciones. Asegura el dicho que 'Roma no paga traidores'. Los traidores cumplían con su cometido de asesinar emperadores, senadores o augustos, pero luego Roma, la gran urbe de la antigüedad ahí los dejaba tirados. Algo así ha venido a suceder en Ciudadanos de Castilla y León con la elección del nuevo Comité Autonómico que, era de esperar, coordinará la leonesa Gemma Villarroel.
Nada tendría de significado si detrás de toda esta elección no tuviera su inmensa carga política, que la tiene y mucha. Inés Arrimadas, como quien dice, 'no paga traidores'. Si vemos al nuevo Comité Autonómico de Castilla y León, de sus integrantes nadie pertenece al sector 'crítico', por llamarlo así, del todopoderoso vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea. Es que, y es llamativo, que siendo el que más manda en el Gobierno regional, no aparezca ni de mero vocal. Ahí está, por el contrario Luis Fuentes, presidente de las Cortes de Castilla y León que, según tenía conocimiento este periodista, en un primero momento parecía que tampoco formaría parte del Comité, pero sí, como hombre fiel a Arrimadas, ahí tiene su silla, porque el sillón de las Cortes lo tiene bien seguro hasta final de legislatura. Y esa es otra.
La Salamanca que se entregó en cuerpo y alma a apoyar a Francisco Igea en su lucha contra el aparato que se volcó con la defenestrada Silvia Clemente, y ahora, de manera tajante, se ha convertido en la provincia 'anti Igea', se ha salido con la suya y mete a cuatro vocales -Luis Fuentes, David Castaño, Ana Suárez y Manuel Hernández-, la que más de toda Castilla y León, mientras que León coloca a tres y Valladolid a dos. Eso debe escocer y mucho en el Colegio de la Asunción, 'La Moncloa' castellano y leonesa.
Vista la lista, Inés Arrimadas ha cogido la escoba y ha barrido de un escobazo a todo lo que olía a 'crítico'. Y la situación es la que es, por mucho que la intente maquillar Igea como que "me pondré a trabajar junto a Gemma Villarroel para cumplir el programa". Si el vicepresidente/portavoz perdió la batalla a primarias, también la ha perdido en Cs Castilla y León y, cómo no, en las Cortes de Castilla y León, donde es el único procurador que se le pueda llamar mínimamente 'crítico'. Ni Juan Pablo por Palencia, ni Ana Carlota por León, ni Francisco Igea por Valladolid, ni David Martín por Ávila -el grupo fuerte de Francisco Igea- están ni en las Cortes ni la dirección regional del partido naranja.
A expensas del nombramiento de los coordinadores provinciales, que irán por la misma senda que la dirección autonómica, es decir, la elección por Madrid, a pesar de las quejas de Igea en todo el proceso de primarias nacionales para que fueran los militantes quienes eligieran a sus dirigentes -algo debería temer de toda esta marea-, queda el asunto del Gobierno regional.
Bien sabemos que Inés Arrimadas, junto al buen y sensato portavoz en sus días de baja por maternidad, Edmundo Bal -un soplo de aire fresco en la política burda de estos tiempos- está tomando otro camino diferenciador de la nefasta equivocación -que ahora paga España- del ido Albert Rivera. Inés está haciendo buena esa idea de centro que lo mismo bascula a derecha que izquierda -a pesar de la pesadumbre y el cabreo de Pablo Casado, que no termina de ver nada claro en su próximo futuro-. Esos nuevos aires frescos de Arrimadas, ¿por qué no pueden llegar también a Castilla y León?, aseguran voces internas de la propia formación naranja. Cuando, además, la inmensa mayoría de cargos locales y militantes de Cs en Castilla y León no querían el pacto con el PP. Es que ni el propio Igea, aunque ahora se sienta henchido de satisfacción.
Inés puede pedir a Fernández Mañueco que coja la escoba y 'barra' también a Francisco Igea del Gobierno regional -porque son muchos los militantes de Cs que hacen voz de las malas, o casi nulas relaciones de Arrimadas con Igea-. Y Mañueco, que anda como a escondidas en el asunto político, no le quedaría otra que cesar a su 'amiguito' del Gobierno -como su otra media naranja, quién lo diría-. Y si no lo hace, el PSOE estaría sentado en la puerta de casa viendo pasar la cena, encima fría. Así está ahora el hemiciclo: Gobierno (41) 29 PP más 12 Cs; oposición (40), 35 PSOE, 2 Podemos-Equo, 1 Vox, 1 UPL y 1 XAV. Las sumas son claras, con 12 de Cs y solo uno del sector de Igea, suman 47 sin necesidad de grupos minoritarios. El presidente Mañueco no debe de 'dormir' tranquilo. Él sabe de qué va esto, porque lo vivió en Salamanca de joven y también en Castilla y León ya de madurito.
Que es difícil que eso ocurra, no lo dudamos. Pero no es menos cierto que la política española camina desde hace un tiempo por el filo de un cuchillo. Nada puede suceder, pero, también, todo es posible en estos días inciertos donde lo que acontece hoy, mañana parece que aconteció hace un siglo. Estos son los días que nos tocan vivir, por ello, en el Colegio de la Asunción, como también en las Cortes de Castilla y León todo puede acontecer. Solo queda esperar, como está haciendo el PSOE regional, a la puertas del hemiciclo, con Luis Tudanca de comensal en la cena fría, eso sí, su espera también puede ser... pues eso, eterna.