Castilla y León

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Opinión

Los presupuestos del Ayuntamiento de Valladolid (III)

8 enero, 2021 20:12

El pasado 29 de diciembre se sustanció en el Ayuntamiento de Valladolid el pleno más importante del año, según los clásicos, pero que por su contenido, desarrollo y desenlace podría muy bien haberse celebrado el día anterior para conmemorar la festividad de los Santos Inocentes.


Después de que el portavoz de Vox planteara una cuestión previa, haciendo ver que el proyecto de presupuestos que se iba a debatir no contaba con el preceptivo informe del interventor, algo que no ocurrió en los 20 años de gobierno del Partido Popular, se inició la sesión.

Como es preceptivo se inició el debate con la exposición por parte del concejal de Hacienda del proyecto de presupuestos que como siempre, en boca de quien lo presenta, es el mejor de los posibles pero que estaba plagado de mentiras y medias verdades, como por ejemplo decir que en seis años no se habían subido impuestos ni tasas, ocultando que en su primer año de gobierno pudo recuperar el Ibi existente previo a la subida impuesta por Montoro cosa que no hizo, y que en este podía haber compensado el catastrazo de la ministra Montero rebajando el tipo para que el Ibi no subiera. Por lo tanto y de arranque dos mentiras importantes. Y por supuesto los ingresos, como en los presupuestos del Estado y de la Junta están claramente inflados.

Inició el debate el portavoz de Vox con una intervención dura brillante y concreta, criticando los ingresos, que no se van a lograr y censurando el nulo esfuerzo en recortar el gasto corriente por parte del equipo de gobierno. Pudo demostrar que no hace falta tener nueve concejales para realizar una buena oposición, y aprovechó para censurar a sus vecinos de escaño, de Cs, por sumarse al equipo de gobierno tratando de buscar una nueva ubicación política.

María Sánchez, como corresponsal de los presupuestos defendidos, demostró una vez más capacidad de trabajo y su sectarismo ideológico incuestionable. Presumió por ejemplo de la compra de nuevos autobuses movidos a gas, olvidando que su primera gran compra fueron diésel. En Aquavall, la empresa municipal que preside, sigue presentando gasto corriente como inversiones, se le siguen reventando tuberías, y Auvasa está en la más absoluta de las ruinas.

La intervención de quien lo hizo el nombre de Ciudadanos fue un tanto lacrimógena en la línea de su jefa Arrimadas. Decididamente este partido no sabe por donde se anda y todos suponemos cuál va ser su futuro, a pesar de Tezanos. Algunos intentan hacerse un hueco en las listas del Psoe, como ocurrió en la legislatura pasada con la concejala podemita incorporada a las listas socialistas. Y yo sigo sin entender qué hace en ese partido su actual portavoz, silente en el pleno de hoy. Basaron su apoyo al proyecto en un acuerdo de diez puntos con el equipo de gobierno, para cuyo cumplimiento no figura un sólo euro en los presupuestos.

La Presidenta del Grupo Popular, que parece haberse decidido a hacer oposición, comenzó criticando la ausencia de diálogo por parte del equipo de gobierno, en una línea parecida a la del portavoz de Vox, y resaltando la insuficiencia de la ejecución presupuestaria, (olvidando que lo ejecutado era el gasto corriente, con un estrepitoso fracaso de la ejecución de las inversiones anunciadas), y la poca adecuación del proyecto presentado a la situación presente y futura provocada por la pandemia. Propuso recortar gastos en publicidad propaganda, estudios, etc., es decir del cajón de sastre bien dotado a mayor gloria del alcalde, y en algunas de las inversiones que aparecen por tercera vez en el proyecto presupuestario sin haberse ejecutado en un sólo euro, por lo que puede presentar un capítulo de inversiones tremendo, para no ejecutar.

Por cierto, ni un sólo euro para el campus de la Justicia, que debería estar terminado si hubiera respetado el proyecto que heredó, ni para el parque agroalimentario, y utilizan la Agencia de Innovación y los fondos europeos para colgar unas horribles banderolas en la calle Santa Maria a juego con los colorines del firme, y la comisión de patrimonio de vacaciones, como el alcalde en plena pandemia. mientras entre la “nueva movilidad” y el virus, acaban con el comercio y la hostelería del centro. Vamos, que después 5 años, se ha acabado el vivir de la renta heredada.

La réplica de “Pedro Navaja” hizo honor al apellido que le adjudicó Toño Bermejo en el mandato anterior. Despreció como acostumbra al portavoz de Vox y al propio partido, hizo un guiño a los nuevos concejales “arrimaos”, en el doble sentido del término, y lanzó sus dardos al grupo popular que por fin ha descubierto lo que es hacer oposición, criticando la ausencia de la presidenta del grupo en todas las comparecencias de presentación de los presupuestos, y la validez de las enmiendas, que aunque formalmente parecían dos, en realidad eran más de sesenta, ajustando gastos y mejorando las inversiones y el tan cacareado proyecto Covid.

Censuró que en su grupo había un concejal que sin ser el portavoz había intervenido más tiempo que él, que lo es del grupo mayoritario y donde se ensañó hasta lo inconcebible fue en desmontar la fama de buena gestora de la que presumía Pilar Del Olmo, haciendo una crítica ácida y despiadada de su gestión al frente de la consejería de Hacienda de la Junta, con un alarde de gráficos y de datos descalificatorios de su gestión que mucho me temo que me sé quién se los facilitó. Y es que parecen hermanos gemelos.

Y mucho me temo que “Pedro Navaja” lo va a tener mucho más fácil, al haber despedido Pilar Del Olmo, “por falta de confianza”, a la funcionaria de empleo, licenciada en políticas y con 25 años de trabajo a plena satisfacción del alcalde y los concejales del grupo, hasta el desembarco en las listas municipales de los “caídos de la Junta”. Ella sola sabe del Ayuntamiento más que la lista municipal al completo... pero como procedía del equipo anterior.. Por supuesto, ya ha sido sustituida por una persona de la confianza de la presidenta del grupo procedente de la consejería de Hacienda, cuyo conocimiento de la vida municipal está por ver.

Sin nada que reseñar de las intervenciones en los turnos de réplica, se pasó a la votación con el resultado previsto: fueron aprobados por 17 votos, (los 14 del gobierno y 3 de los “arrimaos”), y 10 en contra. En las enmiendas del PP, Vox votó a favor, y en las de Vox, el PP cicateramente se abstuvo. Como siempre, haciendo amigos. Menos mal que al menos han descubierto lo que es hacer oposición, descubriendo que en todo este mandato no les han aprobado ni una sola moción.