Galimatías Pandémico
Si por galimatías se entiende lenguaje difícil de comprender por la impropiedad de las frases o por la confusión de las ideas, nada más apropiado para definir lo que está pasando con la regulación, diría más bien desregulación, de los llamados confinamientos o toques de queda con motivo de la famosa pandemia.
Así vemos hoy 17 de enero en una entrevista periodística que Illa ministro de Sanidad dice claramente que "Las autonomías ya pueden decretar lo que en otros países llaman confinamiento", yo creo que aquí también lo llamamos así, dicho sea de paso. Entonces ¿Dónde está el problema si alguna como como Castilla y León modifica los horarios? Porque, digo yo, si puede hacer lo más también podrá hacer lo menos. Sin embargo, en esa misma entrevista señala sobre Castilla y León que cualquier medida requiere cobertura legal.
Ante esta situación realmente confusa, no es de extrañar que el alcalde de Astorga se líe con sus bandos y rectifique por doquier con el que "donde dije Digo digo Diego". Y así vamos. Pero sin duda, lo que creo que debe hacerse es llamar a la responsabilidad de los ciudadanos para que atiendan más que la letra el espíritu de las normas y que, en definitiva "sean buenos y benéficos" como proclamó la Constitución de Cádiz de 1812.
Efectivamente "buenos y benéficos" a lo que habrá que añadir que los gobernantes, que han de dar ejemplo, sean los primeros en hacerlo no como una recomendación sino como una obligación.
En definitiva, el "todos a una" es la única manera de salir adelante, dejando a un lado los tiquismiquis de índole politiquero o partidista y si las autonomías, en nuestro régimen autonómico que nos hemos dado, son la representación del Estado, a través de su presidente, que tengan la facultad de tomar decisiones como dice el ministro Illa y así que cada palo aguante su vela, sobre todo en cuestiones clave como la salud de todos. Todo menos seguir con este galimatías.