Un cambio de personalidad es la afección que prevalece en aquellas personas que han sufrido una lesión cerebral. Con el cambio aparecen rasgos nuevos al tiempo que los presentes se exageran hasta la caricatura. Naturalmente los efectos suelen ser catastróficos tanto en el entorno social, como laboral y familiar.
¿Qué es la personalidad? Término de difícil definición pero que se emplea de manera alegre en todos los ámbitos de la vida cotidiana. Generalmente los encargados de tratar estas alteraciones, denominadas médicamente como “trastorno orgánico de la personalidad”, son los psiquiatras quienes, al ser conscientes que la personalidad se ve afectada cuando se sufre de esquizofrenia, sus anamnesis vayan encaminadas a indagar sobre la personalidad pre mórbida, mientras que cuando es un médico internista el encargado de tratar al enfermo, las enfoca desde el efecto fisiológico producido por la enfermedad padecida.
El trastorno de despersonalización presenta distintos tipos que van desde el lábil hasta el paranoide, pasando por el desinhibido, agresivo o apático.
Dentro de la personalidad se han manejado dos conceptos: temperamento y carácter que vienen determinados respectivamente por, herencia o factores biológicos y por el medio ambiente.
Temperamento: definido como la manera natural con que un ser humano interactúa con el entorno, viéndose afectado por influencias endocrinas y nerviosas.
Temperamento del que ya en la época de Hipócrates y Galeno se distinguían 4 tipos: sanguíneos (cálidos, comunicativos, extrovertidos y con estado de ánimo variable); melancólicos (abnegados, perfeccionistas, analíticos, emocionables e indecisos); flemáticos (fríos, concentrados, lentos, introvertidos, tranquilos, agradables y equilibrados) y coléricos.
Carácter: Es el sello que nos identifica y diferencia de nuestros semejantes. Producto del aprendizaje social. Constituido por aquellos componentes que expresan de una manera más individualizada y distintiva el modo de ser y comportarse de una persona. Se ve influenciado por el ambiente, la cultura y la educación.
Con seguridad que tras leer estas líneas ustedes se preguntarán: ¿A qué viene esto? Pues sencillamente, a tratar de analizar el por qué a escasísimas unidades, del enorme contingente de toreros, se les califica de genios.
Por genios se ha tenido a Belmonte, Manolete, Curro Romero, Rafael de Paula, y en la actualidad a Morante de la Puebla y a José Tomás.
¿Cuál es la característica personal más importante de los genios? Yo diría que el ser extraordinariamente sensibles y flexibles. Sensibilidad para encontrar el problema y Flexibilidad para ver ideas más allá de la media. Características estas que han de estar aderezadas por la cualidad de tener influencia sobre los demás.
El ser humano necesita tener relaciones profundas en un mundo rico en estímulos, pero también necesita momentos de soledad e introinspección para aprender a pensar, a innovar, consecuencia de las relaciones mantenidas con el mundo interno que es el mundo de la imaginación, de ahí que los individuos más felices, son aquellos que tienen tanto relaciones interpersonales como intrapersonales.
A veces se sufre de trastorno esquizoide de la personalidad con repercusiones, tanto en las relaciones sociales como en la de expresión corporal y otras veces de trastorno esquizotímico de la personalidad caracterizado por poseer un malestar interno en las relaciones personales y excentricidades de comportamiento, que a veces va acompañado de otro trastorno denominado histriónico, caracterizado por un patrón de emotividad excesiva y demanda de atención constante que no es extraño se vea acompañado a su vez del denominado narcisista caracterizado por poseer un patrón de grandiosidad, necesidad de admiración y gran falta de empatía.
Los trastornos de personalidad están reunidos en tres grupos de los cuales, en el caso que nos ocupa, solamente nos interesan los dos primeros:
Grupo A: que abarca los Trastornos paranoide + esquizoide + esquizotípico y quienes los padecen se caracterizan por ser sujetos raros o excéntricos.
Grupo B: que abarca los Trastornos antisociales + límite + histriónico y narcisista y quienes los padecen son sujetos ansiosos o temerosos.
Estos tres grupos son los mismos que en el siglo V a. de C., Hipócrates denominó humores (bilis amarilla, bilis negra, sangre y flemas) y eran los que conformaban, según su predominio, la personalidad, para después en el siglo III a de C. Teofrasto le diera una forma clínica y finalmente Koch en el año 1881 les llevara al término de inferioridades psicopáticas o trastornos de personalidad que abarca desde las almas impresionables hasta los excéntricos o novedosos pasando por los huraños, apocados o caprichosos.