La pobreza en España ha alcanzado niveles realmente dramáticos, aunque no a todas las regiones españolas está afectando por igual, Castilla y León y Cataluña son unas de las más afectadas por las crisis, que sin duda están poniendo al límite a muchas familias españolas, viéndose obligadas a ir a las colas del hambre. No podemos permitir que España se convierta en una nueva Venezuela, algo que está pasando a pasos agigantados. España debe ayudar a las familias que lo estén pasando peor, y no solo con ayudas temporales, sino también bajando impuestos e incentivando el empleo para que estás personas se sientan productivas y puedan llegar a final de mes, algo que ahora no pueden.
También, la pobreza infantil es preocupante, en España ya tenemos niños que no se alimentan o deben recurrir a fuera de sus casas para tener una alimentación equilibrada. A mi cuando me llegan este tipo de casos, no sé a ustedes, pero a mi genera una profunda indignación y vergüenza que esto esté ocurriendo, y más en un país como este. España podría ser un país muy rico.
Con la pandemia, hay 100.000 personas más en exclusión social en Castilla y León. Son cifras muy preocupantes para una región española que tiene mucho potencial desaprovechado. Es evidente que tanto el Gobierno central como el ejecutivo regional deben poner todo el empeño posible en reducir la pobreza, porque este problema tiene un calado que al inicio de está década muchos no hubieran imaginado.
De hecho, todas las instituciones españolas ya han asumido que la pobreza es ya también una gran problemática en España, así que ahora toca pasar a la acción. Hay que paliar está terrible situación.