Se nos llena la boca hablando de la igualdad de género, permanentemente se incrementan los objetivos de igualdad, esto mismo nos sucede con otros objetivos muy relevantes para la humanidad como es la reducción de emisiones a la atmósfera y comprobamos como la realidad es completamente distinta: vemos mujeres que no pueden alcanzar determinadas posiciones en sus empresas porque no pueden conciliar las exigencias del puesto con su vida familiar. Y vemos como las enfermedades causadas por las emisiones contaminantes siguen creciendo entre la población.
Tengo la sensación de que vivimos en una sociedad en la que se teoriza mucho sobre cuáles son nuestros propósitos pero que el día a día es absolutamente distinto.
Datos mundiales
El último informe realizado recientemente por la ONU acerca de la igualdad de género arroja un saldo de 300 años más para alcanzar la plena igualdad si las cosas no cambian.
Este es uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que la ONU había fijado para 2030. La verdad es que se han equivocado un “poquito” en sus previsiones, ya que el informe Gender Snapshot 2022 serán necesarios 300 años. Según el mismo necesitaremos 140 años para que las mujeres logren la igualdad de representación en puestos de liderazgo en el lugar de trabajo y 40 para que suceda en los Gobiernos.
En Europa lleva hablándose de alcanzar el 40% de mujeres en los puestos de dirección de las empresas desde hace unos años y cada poco tiempo se refresca este objetivo con diferentes decisiones en los ámbitos de decisión nacionales y europeos. La realidad es que cada vez hay más mujeres, pero debería de haber aún más. Todavía hay muchos foros de decisión en que la mayoría de los que aparecen son hombres.
Mujeres más pobres
Las crisis que están acaeciendo como la pandemia, los conflictos bélicos o el cambio climático están agravando la disparidad entre géneros. Las crisis mundiales empeoran la vida de mujeres y niñas, ya que afecta a su seguridad, educación y salud.
Hay un hecho que es especialmente grave y que es el que tiene que ver con los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Para erradicar el matrimonio infantil el 2030, el progreso debería ser 17 veces más rápido que en la última década, siendo los niños de los hogares rurales más pobres y en estas áreas afectadas por los conflictos quienes más verán cómo sufren.
Por otra parte, también la pobreza extrema será más grave para las mujeres y niñas en todo el mundo. Antes del COVID se había reducido el número de personas que vivían con menos de 1’90 $ al día, pero después de la pandemia aumentó. Se prevé que 383 millones de mujeres y niñas vivan en la pobreza extrema frente a los 368 de hombres y niños. Esta situación en el África subsahariana será aún peor.
Más aún si tenemos en cuenta que el hambre en el tercer mundo se va a agravar con la crisis de abastecimiento de cereales que esta provocando Putin con la invasión de Ucrania. Es el dueño del 30% de cereal que se produce en el mundo y ha decidido chantajear a Occidente con su suministro. Serán China y sus países amigos los principales receptores.
Además, sigue habiendo pocas mujeres en las carreras de ciencias y matemáticas, sólo representan el 20% a nivel mundial.
Brecha salarial
En EEUU las mujeres negras e hispanas que desarrollan trabajos STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas) ganan alrededor de 20.000 $ anuales menos que la media del sector y en torno a 33.000 $ menos que los hombres blancos.
Esta claro que los 300 años de los que habla la ONU incluyen las enormes diferencias que hay entre hombres y mujeres en países como Irán, donde recientemente moría una mujer por no llevar velo, o en China, dónde las mujeres brillaban por su ausencia en la última convocatoria del Presidente XI Jinping a los aproximadamente 2.300 delegados del PCCh de todo el país para culminar su reelección.
Parece que hablar tanto de a igualdad de genero e introducir muchas de estas intenciones en decisiones superficiales como por ejemplo la que se refiere al propio lenguaje: todos, todas y todes no ayuda mucho a alcanzar la igualdad.
Siempre se ha dicho que hechos son amores y no buenas razones y esto es lo que debería de imperar también en el ansiado objetivo de alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres en el mundo si queremos cambiar de verdad el ritmo y el rumbo que lleva.