Empieza a hacerse tanta mediocridad entre los que nos tienen que gobernar, lo peor es que la sociedad se está convirtiendo también en una sociedad mediocre que se enorgullece de serlo frente a los que intentan hacer algo para que no caigamos en el pozo de la mierda. Como llamaban al pozo donde se echaba a los reos condenados a muerte en los castillos en la edad media. Cada día que pasa nos duele más la cabeza, parece que en España hay más tontos que botellines y ya es decir.
Cada día muere un niño jugando al fútbol de muerte súbita, estamos inmersos en eso, además de los adultos que mueren por la calle, en el trabajo y por cánceres en pocos días. Nos quitaremos las mascarillas, pero porque lo diga un político no quiere decir que no debamos tener cuidado. Envidia, falsedad y arrogancia son las hijas de la ignorancia. España, como cualquier país democrático con dos dedos de frente, se sostiene sobre cuatro pilares fundamentales como son la corona, la justicia, la prensa libre y las clases medias trabajadoras. Un resumen sería ley y orden. Parece que no hay ni lo uno ni lo otro. La alegría para vivir también es mala para la salud según los expertos.
Soterradamente están a punto de embarcar para Ucrania desde el puerto de Bilbao, los primeros Leopard y los M113 para transporte de tropa y morteros. La noticia pasa sin que se haga eco ni los periodistas ni los del no a la guerra. Se enviarán sin pasar ninguna votación en el congreso de los diputados. Mientras en la raya de al lado, la chupipandi y adláteres, entre ellos Pepe Gotera y Otilio, se han puesto a encargar trenes para Cantabria, provincia de Santander, que no caben en los túneles. En el estrecho menos túneles y más vallas y policías. Si se produce una tercera guerra mundial parece que tan sólo tendría consecuencias devastadoras para el cambio climático.
Alerta en Barcelona que tras llegar a un millón de denuncias por delitos, tiene ahora una invasión de una preocupante garrapata muy agresiva hallada en treinta de sus municipios, poco conocida, capaz de transmitir el virus de la enfermedad congo-crimea. Barcelona se está convirtiendo junto al resto de ciudades catalanas en un Haarlem como en sus peores épocas. Es muy triste recordar la Cataluña de nuestros padres en la que se llevaba corbata hasta para ir a la fábrica. Donde no hay ya no se podrá sacar nunca más. La fascinación de los supuestos progres por los delincuentes es de hacérselo mirar, parece que la ley es para todos los demás. La cámara de la UE está en modo Marruecos rechazando por mayoría cualquier tipo de control de fronteras, ante los ataques a cuchillo de Algeciras, Alemania y Francia, presentado por VOX. El NOM o su primo que está de vacaciones ha decidido que en Gran Bretaña tocará pagar una multa de 300 euros por quemar leña en la chimenea, donde ya encierran a la gente en guetos de quince minutos al igual que en Canadá. Ni en la edad media. Mientras cerca de cuatrocientos delincuentes sexuales han visto reducidas sus penas, siguen erre que erre en que la ley está bien y que el patriarcado tiene la culpa de todo porque no sabe interpretar la ley. La existencia de ese pequeño peligro llamado criminalidad hace que la sociedad acepte de buena gana su control.
Hasta 1975 el sistema educativo y las universidades de nuestro país consiguieron ocho premios Nobel. A partir de entonces tras la reforma de Felipe y sus sistemas educativos a la carta e impuestos políticamente no se ha conseguido nada más. El coletas con cinco alumnos en clase. Los activistas pueden enseñar a los niños lo que quieran, mientras que los profesores por oposición del Estado no pueden enseñar verdades. Ahí estamos.
La panda estos días sigue lanzando soflamas como que van a poner la vivienda patas arriba y echar a los especuladores para hacer más fácil la vida a la juventud, como si los demás nos hubiéramos tocado la flauta y después Blancanieves y los siete enanitos nos pagarán los gastos y nos harán la cama. Desprestigiar el esfuerzo y llamar a muchos gandules vulnerables no arreglará nunca la situación. En España el esfuerzo se premia con una carga impositiva desmesurada. Si el dinero no se deja correr no se crea riqueza. La solución para el mercado de la vivienda según la chupipandi es hundirlo. Mientras también dicen que quieren topar el Euríbor, la deuda pública real de España parece que ya llega a los dos billones y nos está llevando al rescate, de ahí a que el BCE nos exija recortes en pensiones, funcionarios y gasto público hay un camino muy corto, de ahí a la miseria y el control.