La  voz es una importante herramienta en el derecho romano para posicionarse en el ejercicio de poder ser y poder hacer.

Poder ser un falso y mentiroso  y poder decir falsedades y mentir, de eso ha ido este gobierno.

O puede que haya ido de poder cambiar de opinión y cambiar de opinión.

Decía Cicerón: La falsedad está tan cercana a la verdad que el hombre prudente no debe situarse en terreno resbaladizo.

La cuestión es que, quien nos ha gobernado, ha demostrado lo certero de esta frase, la prudencia capacidad de pensar, reflexionar y adecuar los actos para no posicionarte en una situación incómoda o de riesgo, esa virtud -la de hombre prudente, la de un gobierno prudente- es un elemento desaparecido en el Presidente Sánchez y por extensión a su Gobierno.

Sánchez Castejón, no fue prudente a la hora de elegir a sus socios de gobierno, no fue prudente al llegar a acuerdos en temas puntuales con según que grupos políticos, no fue prudente al abusar del Real Decreto Ley cercenando la capacidad legislativa del Parlamento, no fue prudente al socavar e intervenir determinadas instituciones del Estado poniendo en peligro la independencia judicial, por ejemplo, no fue prudente haciendo un uso desmesurado del medio de transporte puesto a su disposición, no fue prudente -como digo- no solo intervenir, sino que tambien, en el ámbito de sus actuaciones, el abusar de esas instituciones, instituciones que deberían ser neutrales y que han sido usadas para hacer política de partido, no fue prudente al colocar a un amigo al frente de Correos que ha dado a lugar (intencionadamente o no) a que el voto por correo en las elecciones del 23 de julio sea puesto en duda, no fue prudente al tratar defenderse de sus fallos con la vana, futil, ridícula excusa de que “no mentía solo cambiaba de opinión” y siendo grave lo anterior lo que si ha sido determinante y grave es creer que ese nuevo discurso no iba a ser valorado, tomado y creído por los ciudadanos como un insulto a su inteligencia, a la inteligencia de los ciudadanos me refiero.

Si algo le precederá al Presidente Sánchez y su gobierno (él, que estaba más preocupado por la memoria que dejaría tras de sí que hacerle una larga cambiada de opinión a la ciudadanía) decía: que le precederá una mayor preocupación por su ego que por la Rex publica, de ser él y su gobierno una panda de farsantes que no sólo han hecho daño al Estado, sino que, tambien, se lo han hecho a la democracia y a su partido. Que haya dañado la credibilidad de este último la verdad, es que me la trae al pairo, más daño le tiene que hacer a ver si, al fin, las fuerzas políticas se nivelan con otra izquierda más actual y moderna.

Tampoco espero mucho de la derecha.

Del debate a 2,  saco la conclusión que ganó el menos malo, el que menos tenía que perder porque, ninguna propuesta en su lucha bipartidista, nadie logro colgar algun cartel con aquello que supuestamente debe ser demostrado, ofrecido y debatido en que es lo que se va a ofrecer a los ciudadanos a cambio del voto.

Mientras termino, me entero que Feijoo no se presentará al debate general que se celebrará hoy en horario aún incierto con lo que se demuestra mi creencia de que es un mediocre político, cree que hoy puede perder lo que supuestamente cree que ganó en el debate a 2, y puede que efectivamente lo ganase pero fue una ganancia muy efímera y alejada al día del voto por lo que su importancia se circunscribe a los dos o tres días posteriores. Hace tiempo lo califiqué como “político endémico de Galicia” y sigo sosteniéndolo.

Le viene grande la nación.

Miedo me da volver al bipartidismo ese que desgraciadamente nos ha llevado a esta situación. Si mala ha sido la izquierda en este periodo largo de 40 años la derecha le ha ido a la zaga en sus desmanes políticos.

De estas elecciones debería salir una izquierda nueva sin esas cadenas que  “motu poprio” tratan siempre de llevar a rastras, parece que fuese más su conciencia que una reivindicación adecuada y que se ha convertido hoy -más que un símbolo identitario como digo- un lastre que le imposibilita ser un partido de gobierno.

Espero un fortísimo descalabro del PSOE para que esa transformación se produzca, porque así como que, pienso que debe existir un poder judicial independiente que controle la actividad en el conjunto de este país entre ellas la vida política, debe haber tambien, una oposición digna de llamarse así, independiente, sin cargas morales, una izquierda fuerte, moderna, democrática…Como decía cicerón: España necesita unas fuerzas políticas con unos políticos prudentes para no situarse en terrenos resbaladizos.