La semana pasada anunciaba que mis comentarios sobre la JOSVA era un paréntesis positivo entre el panorama político y social que vivíamos a todos los niveles: local, regional, nacional e internacional, y particularmente la gravedad de la actualidad nacional, que alcanzó un nivel difícil de imaginar hasta que tuvimos la oportunidad de seguir el debate en el que los diputados se pronunciaron sobre la investidura del aspirante Sánchez a la Presidencia del Gobierno.
Y una vez más me parece oportuno analizar la forma en la que la presidenta del Congreso organizó la sesión, y compararlo con lo ocurrido con ocasión del debate de investidura de Núñez Feijóo, y es que la presidenta del Congreso apremió al candidato popular a fijar la fecha del debate de su investidura, mientras los socialistas, y en particular el presimiente Sánchez recriminaron la pérdida de tiempo que este debate supondría para la elección de un presidente, aunque inicialmente el candidato popular acreditaba tener un número de avales superior al que tenía el candidato socialista.
Y como la ínclita Paquita Armengol no es otra cosa que un eslabón más en la cadena de mando de Su Sanchidad, hubo que demorar la fijación de la fecha del debate a que SuperSanchez y sus colaboradores tuvieran garantizado el respaldo después de negociar y conceder todo lo que los distintos grupos exigían para prestarle el voto, y mientras tanto el Congreso de los Diputados permanecía cerrado y el control del Gobierno brillaba por su ausencia.
Y conviene recordar que pasaron semanas sin que el candidato socialista se atreviera a pronunciar la palabra AMNISTÍA, dado que él mismo y buena parte de sus ministros rechazaron una y otra vez la posibilidad de conceder una amnistía que decían, y decían bien, no tiene cabida en la Constitución y que sólo un Tribunal Constitucional controlado por el inquilino de la Moncloa puede convalidar, amnistía, por cierto, a la que no se hacía referencia alguna en el programa electoral del candidato socialista. Y si a alguien le cabe alguna duda, le recomiendo ver el documento que presentó en su informativo de Antena 3 con las declaraciones del propio aspirante y de buena parte de sus ministros antes y después cede la exigencia de los golpistas catalanes.
A este respecto es importante recordar que respecto de la tan ocultada amnistía se han manifestado, entre otros, el CGPJ, todas las asociaciones de jueces y fiscales de España, progresistas incluidas, la asociación de letrados de la Administración de Justicia, el Tribunal Supremo, los magistrados de la Audiencia Nacional, los Tribunales Superiores de Justicia de las CCAA, los presidentes de las Audiencias Provinciales, los Colegios de Abogados, los abogados del Estado… por sólo citar a los relacionados con la Administración de Justicia, haciendo ver que con esa Ley se termina con la división de poderes y por tanto con la democracia, y a los que habría que añadir las asociaciones de guardias civiles y policías nacionales, la CEOE, e infinidad de políticos a título personal, entre ellos numerosos exministros socialistas, etc., etc., y si a alguno le queda la menor duda sobre el rechazo de la ciudadanía a la amnistía a los golpistas, le invito a ver las imágenes de los cientos de miles de españoles que abarrotaron, (abarrotamos) las plazas de las capitales de provincia el pasado domingo, y por cierto sin ningún tipo de incidentes en las mismas.
Y así las cosas, llegamos al 15 de noviembre, fecha que eligió el aspirante socialista para culminar el golpe de estado, autogolpe podríamos decir, que viene fraguando desde hace tiempo, y que guste o no, viene reproduciendo lo ocurrido en distintos países iberoamericanos a lo largo de estos últimos años, interviniendo cuantas instituciones era preciso controlar para llegar al momento actual, comenzando por el CIS, y continuando por el CNI, la Fiscalía General del Estado, la Abogacía del Estado, los Letrados de las Cortes, el Defensor del Pueblo, el INE, y hasta el mismo Tribunal Constitucional.
Con estas premisas el pasado 15 de noviembre, doña Paquita Armengol, aquella expresidenta balear que fue sorprendida de juerga con sus amigos mientras mantenía confinados en sus domicilios a los ciudadanos de la que era presidenta y que tuvo el valor de aplicar una modificación del Reglamento del Congreso antes de que fuera aprobada, convocó un pleno para que el aspirante socialista, es decir, su jefe, expusiera su programa y solicitara el voto de los diputados, en un sainete para revalidar una decisión que ya había sido tomada en Bruselas entre el prófugo golpista y el número tres del Partido Socialista, Santos Cerdán, cuya formación jurídica es más que dudosa pues sus estudios no llegaron a superar la EGB.
Por cierto, ayer por la tarde, nos enteramos de que este personaje llevaba negociando con el prófugo Puigdemont desde el pasado mes de marzo el apoyo de los golpistas al presimiente a cambio de la amnistía y el referéndum de autodeterminación, mientras el candidato mantenía hasta la víspera de las elecciones que no habría ni amnistía ni referéndum, lo cual debe traducirse como fraude electoral.
Y el candidato dedicó casi dos horas, no a explicar un programa de gobierno, sino a atacar al PP y a Vox, en ese ejercicio permanente de hacer oposición a la oposición, y a descalificar al líder de la misma. Quienes esperábamos una explicación medianamente aceptable de su cambio de opinión respecto de la amnistía, nos tenemos que conformar con que no mentía sino que había cambiado de opinión, como cuando dijo que Podemos no podría entrar en el Gobierno porque los españoles no podrían dormir que un político no podía indultar a otro político, que prohibiría los refrenda por Ley, que traería al prófugo Puigdemont a responder ante los tribunales, y tantas y tantas mentiras, perdón, cambios de opinión, con las que Pedro I el Mentiroso Golpista viene engañando a los españoles.
Y como esto se va alargando demasiado y el debate descubrió la gravedad de la situación, la desvergüenza de Paquita Armengol y la traición de SuperSanchez a sus votantes, a la Constitución y a España, como en las viejas telenovelas, hoy termino con un “continuará”, la semana que viene.
P.D. Esta mañana el SuperSanchez mentiroso y golpista ha prometido el cargo de presidente con lealtad al Rey… en la que es, por ahora su última mentira.