Escribía recientemente sobre los datos de turismo que está recibiendo nuestro país este año 2024. Todo apunta a que cerraremos el año con 95 millones de turistas. ¡Es una cifra récord! Atrás quedan los estremecedores datos de caída del turismo por la pandemia.

Si algún país resultó gravemente dañado en su economía, ese fue España, por la enorme importancia que tiene en nuestra economía el sector. Aunque lógicamente esto no fue lo peor que nos pasó; lo grave, gravísimo, fueron los muertos que tuvimos y que también nos situaron en cifras récord.

Vacaciones a la luna

Ahora bien, parece que todo el mundo se va de vacaciones y el que no se va queda estigmatizado. Todo el mundo tiene que contar que tiene un destino maravilloso para irse de vacaciones o que ha vuelto de uno espectacular. Cuanto más lejos esté el destino, más postureo y mejor parece que quedas.

¿De verdad en eso consiste la vida? En irte muy lejos y que te cueste muy caro irte de vacaciones. Creo que cada vez es más banal y vacua la sociedad en la que vivimos. Para empezar, porque la vida son los 365 días del año y hay que vivir todos los días, y nuestra vida tiene que ser lo más feliz posible todos los días del año. No se puede aplazar la vida a los viernes o a las vacaciones de Semana Santa o de verano.

Quizás este tiempo es un tiempo en el que puedes planear más cosas para hacerlas con tu familia o con amigos, pero eso no quiere decir que solo en vacaciones haya que disfrutar, y no digo ya nada de farolear con adónde me he ido.

Resulta que escribí hace relativamente poco acerca de la pobreza infantil y de que España encabeza el ranking europeo en este indicador. Qué triste que nuestro país esté a la cabeza en esto y qué poco se habla de ello, y qué pocas medidas se adoptan porque, además, hace tiempo que venimos estando en las primeras posiciones.

Pobreza infantil

Este dato se construye, además de porque no comen carne fresca o pescado o pasan frío en sus casas los niños, con el dato relativo a no tener vacaciones. Hay familias que no pueden llevar a sus hijos ni siquiera un fin de semana de vacaciones. Esto podría parecer inocuo, pero no lo es, porque los niños que ven cómo esta sociedad superficial que hemos construido, la inmensa mayoría de sus compañeros y vecinos se van de vacaciones y ellos no, les genera una estigmatización. Además, se trata de niños que juegan más en las pantallas y que no saben a qué dedicar el tiempo.

Estamos construyendo cada vez más una sociedad que no se preocupa por lo importante: abrimos un debate por los menores inmigrantes no acompañados que vienen a España y que arriban en muchos casos en cayucos de manera ilegal y abrimos centros de recepción para mal atenderles y no somos capaces de dar una respuesta adecuada a los niños que viven en nuestro país y que sufren la más grave pobreza infantil.

Alguien debería priorizar en las políticas que desarrollamos, empezar por las de casa y las importantes, y seguir con otras.

Chamartín sigue colapsado

Mientras seguimos viviendo el colapso de la estación de trenes de Chamartín: cuando no es la falta de vías es la carencia de la electrificación suficiente. Nuevamente esta semana se han quedado tirados durante varias horas ciudadanos que viajaban a Valladolid. Puente diciendo que siguen los bulos en los medios de comunicación, que no había pasado nada, que era todo normal. Sinceramente ya está bien de excusas, de echar la culpa a ADIF, a echársela a Talgo, porque según el ministro los trenes que se han adquirido no estaban en buen estado, se habían comprado mal. Eso de echar la culpa al empedrado es muy típico de este señor.

La realidad es que somos los ciudadanos los que sufrimos los problemas de los trenes y los que tenemos que buscar otros medios de transporte alternativos porque no podemos permitirnos el lujo de no llegar a tiempo a una reunión de trabajo. Esa es la realidad, al cabo de un mes me contestaron los de Renfe que habían recibido mi reclamación por el retraso de tres horas que sufrimos el 26 de julio pasado.

Así no se arreglan los problemas de los servicios públicos en nuestro país.