Durante estos días vemos como la inmigración ilegal sigue avanzando en nuestro país y la llegada de personas que vienen en busca de un futuro mejor no cesa. Desde el 1 de enero hasta el 15 de agosto han llegado a España 31.000 inmigrantes: a Canarias 22.000, un 126% más que en el mismo periodo de 2023 y a Ceuta un 173% más. Somos el único país junto con Grecia donde crecen las entradas irregulares. Todos recordamos las llegadas masivas de inmigrantes a la isla de Lampedusa en Italia, pero esto ya se ha terminado porque Meloni ya tomó la decisión de que los que llegaran ilegalmente son automáticamente deportados.

El presidente del gobierno Pedro Sánchez ha realizado una gira por Mauritania, Gambia y Senegal para adoptar nuevas medidas. Algunas de ellas ligadas a disponer de un mayor control de la llegada de malienses, que huyen de su país por los conflictos y el terrorismo que allí se está produciendo y van a parar a Mauritania, de donde parten para llegar a Europa.

Compromisos y palabras 

Sánchez vuelve a visitar estos países después de que hace unos meses estuviera con la presidenta de la Comisión Europea en Mauritania y anunciara la inversión de 500 millones de euros en infraestructuras en este país para poder frenar la inmigración y conseguir que los oriundos de estos países se queden a vivir en sus lugares de origen, que es dónde quieren vivir si se dan las circunstancias para poder ganarse la vida y desarrollar su proyecto vital.

Mauritania ha denunciado que no se ha invertido nada. Sánchez ha vuelto a anunciar que espera que vengan 250.000 inmigrantes más a España, en plena crisis con una inmigración ilegal sin parangón. Lanzando así un mensaje nada recomendable a las mafias que organizan los viajes a Europa y fomentando la entrada a España por la ruta canaria. Al día siguiente cuando en las redes sociales cundió el pánico por las declaraciones que había hecho Sánchez, las matizó y hablo tibiamente de la necesidad de la deportación, solo lo hizo para suavizar lo del día anterior, pero con cero credibilidad y afeado por sus socios en el gobierno de Sumar, los herederos de Pablo Iglesias.

España es una de las puertas de entrada de la inmigración africana, esta es una obviedad que a nadie se le escapa. Somos uno de los puntos geográficos más cercanos a África junto con Grecia e Italia, y por lo tanto los que recibimos la llegada de cayucos cargados de personas que buscan una vida mejor.

La ruta Canaria y las mafias  

Desde un punto de vista humano esto es bastante fácil de entender, la cuestión es que es necesario desarrollar una política de inmigración que en este caso no es solo de país es de Europa. Muchos africanos entran por España para continuar su viaje buscando otros destinos, algunos de ellos para seguir a Turquía y desde ahí llegar a EE. UU.. En este momento se ha detectado la entrada de asiáticos que han encontrado en la ruta canaria una vía de llegada y que denota la profesionalización de las narcolanchas cargadas de inmigrantes a los que cobran sustanciosas cantidades por llegar a Occidente.

Se da la circunstancia de que he viajado a Senegal una semana de vacaciones en este mes de agosto y he podido ver in situ como esta el país, solo con ver las precarias condiciones de vida que tienen entiendes que se quieran venir a Europa. Visité el puerto de pescadores de M'Bour que estaba situado junto a un mercado de alimentación. Realmente impactante la forma en la que se faena en el mar, podría remontarse a hace cien años en España.

No hay infraestructuras para realizar el desembarco, el pescado se saca de los barcos por personas que lo cargan en cajones que portan en la cabeza, los barcos de pesca son realmente cayucos y la negociación de la venta del pescado se realiza en la playa encima de la arena con corros de personas que fijan los precios. Las aves se venden vivas, y puedes comprobar allí mismo como para tener arcones para guardar el pescado están vaciando nuestros antiguos frigoríficos que apilan y procesan a mano. Esto es una pequeña muestra de cómo están el resto d las infraestructuras del país.

¡Un país con 700 km de costa y 600.000 trabajadores ligados a la pesca y con esas condiciones de trabajo en el que se supone que es su sector económico más importante!

El país tiene importantes recursos naturales: tiene fruta, que tienen que tirar porque no son capaces de procesar en mermelada, por ejemplo, es un potente productor de cacahuete, tiene minas de oro, metales…… pero no tienen industrias de transformación. Si a alguien le interesara de verdad el desarrollo de este país seria bastante sencillo ponerlo en marcha.

Cooperación al desarrollo de verdad  

Nos pasamos el día hablando de la cooperación al desarrollo, de los programas que ponen en marcha las diferentes Administraciones Públicas: Europa, gobiernos, autonomías en España. Es lo mismo de siempre, cada uno hace estos programas por su cuenta, sin una dirección política única y coordinada.

Si la Unión Europea funcionara debería de coordinar todos los esfuerzos, si de verdad hubiera una decisión firme de frenar la inmigración ilegal de África se diseñaría una política de apoyo a la inversión en industrias e infraestructuras en estos países, en la educación y formación de los niños…. Si todo esto se hiciera los africanos de quedarían a vivir en sus países de origen, pero nada de esto sucede.

Al final solo tenemos discursos buenistas, pero la realidad es que cada país europeo quiere seguir aprovechando y explotando los recursos que existen en estos países. Tradicionalmente los principales países colonizadores de África: Francia, Inglaterra, Holanda, Portugal…. han preferido seguir aprovechando los recursos de Mali, Senegal, Gambia, Mauritania, Burkina, Costa de Marfil… y quieren seguir haciéndolo. No les interesa el desarrollo de estos países, esa es la triste realidad y mientras esto siga siendo así, la inmigración no tendrá freno.

África nos adelanta en juventud  

Además, en estos países cada vez hay más gente joven. La media de hijos en África es de 4,7 hijos por familia, mientras que la española esta en el 1,20. Nos ganan por goleada en la edad media de estos países, que esta en 18 años y nosotros en 42. El futuro será cada vez más de África y menos de Europa, con una población súper envejecida, debido también a nuestra superior esperanza de vida.

Todo esto requiere una profunda reflexión en nuestro país, en una conferencia de presidentes con las comunidades autónomas y con la presencia de la presidenta de la Comisión Europea, y desde luego como no se resuelve es con una gira a tres países de África en los que nuestras políticas claramente no están funcionando.