Ayer asistí a la Feria sobre despoblación que por octavo año consecutivo organizaba la Asociación de El Hueco de Soria y que tenía lugar en esta edición en Madrid, y en la que nos dimos cita una vez más los amantes del medio rural, todos aquellos que creemos en los pueblos y en su futuro y estamos convencidos de sus oportunidades son infinitas.

Encontrarte con todos los enamorados del medio rural y de sus posibilidades de crecimiento es un lujo! Gente como Joaquín Alcalde, Jordán, Roberto….

Que siguen luchando y peleando por poner en valor el medio rural y a todos los que trabajan por el desarrollo del mismo no tiene precio.

Intervine en una de las conferencias en las que pude hablar de la potencialidad de la riqueza forestal de Castilla y León, teniendo en cuenta que tenemos una de las más importantes biodiversidades de Europa, ya que somos la región europea que más aportación realiza a la Red Natura Europea.

Somos una región con un buen número de Zonas de Especial Protección de Aves, Lugares de Interés Comunitario, Espacios Naturales Protegidos.

Nuestra riqueza forestal es inmensa, y tenemos una responsabilidad respecto a ella, tenemos que cuidarla, como muy bien explicó Marta Corella: tenemos que cuidar nuestro patrimonio natural, nosotros somos los responsables directos.

EN OTROS PUEBLOS DE ESPAÑA

Tuve la oportunidad de hablar con buenos amigos que me refirieron el trabajo que están haciendo en importantes comarcas de Castilla y León y de otros territorios en los que sufren despoblación, en mayor o menor medida todas las Comunidades Autónomas en los pueblos pequeños y en las ciudades intermedias sufren la despoblación.

Tuve la oportunidad de hablar con Silvestre, alcalde de Benarrabá en Málaga y con el de Aledo en Murcia, en ambos casos se trata de municipios con más de 1000 habitantes y 500 respectivamente.

En Castilla y León estos son pueblos de un tamaño razonable. Los servicios que se pueden prestar tienen razón de ser en estas poblaciones.

En Castilla y León el problema es que la inmensa mayoría de los pueblos tiene menos de 100 habitantes, aquí los servicios han perdido el sentido de la eficiencia.

Necesitamos una ordenación del territorio que debería de llevar acabo el Gobierno Central en colaboración con las Comunidades Autónomas.

No podemos seguir teniendo ciudades en las que se concentra la población, como Madrid y Barcelona en las que se concentra toda la población y el resto del territorio vacío. El 85% de la población española vive en el 15% del territorio español.

Esto es lo que demuestra que nuestro país se queda sin gente en el medio rural. Todos a las ciudades y mientras los bosques se echan a perder.

LAS GRANDES CUESTIONES

Nadie coge el toro por los cuernos, el sistema educativo podría ser más eficiente, no podemos tener en Castilla y León colegios con cuatro niños de edades dispares, primero es negativo para los niños porque tienen que poder estar con niños de su edad y además porque es antieconómico.

No podemos tener un profesor para cuatro niños que podría dar clase para 20 y que esto podría beneficiar en primer lugar a los niños, haciendo que el nivel de su aprendizaje y socialización sea mejor y además consiguiendo que exista un correcto aprovechamiento de los recursos humanos profesionales: un profesor le puede costar a la Junta de Castilla y León 100000 euros y si tienes que tener cinco aulas con cuatro niños cada una son 500000 y el número de niños atendidos es el mismo.

Puede montarse un modelo de transporte con VTCs y sigue costándole menos a la administración y lo más importante los niños socializaran mejor y quiero poner esto en valor: cada vez es más importante ser sociable, tanto o más importante que el conocimiento.

LA RIQUEZA FORESTAL

He tenido la enorme suerte de encontrarme con la Asociación Cabaña Real de Carreteros creada en el Siglo XV, que siguen defendiendo la riqueza forestal de nuestro país en primer lugar y de Quintanar de la Sierra en particular, Antonio y Ambrosio, dos enamorados de lo que conocen de nuestros pinos.

Han salvado de la trituración a pinos excepcionales y les han convertido en monumentos del patrimonio industrial, tal es el caso de un pino de 350 años que salvaron de ser triturado y de la mano de un artista, Humberto lo convirtieron en un monumento, en un homenaje a Juana de Castilla, llevándolo por el territorio y haciéndolo recalar en la Moncloa, para ser admirado por todos los que acudían este esplendido recinto. Han recuperado tradiciones y están luchando por conservarlas.

Quieren reproducir el buque llamado San Juan de Nepomuceno, que fue un navío que participo en la guerra de Trafalgar, su propósito es reproducirlo para usar la madera de Quintanar de la Sierra y ponerla en valor, como se hacía antaño, siguiendo los pasos del Galeón San Juan, un ballenero del siglo XVI y que se está rehaciendo en Guipúzcoa.

Quintanar es uno de los sitios en el que todos los oficios relacionados con el aprovechamiento de la madera se dan cita, lo que demuestra que esto es aun posible. Hagamos del aprovechamiento de los bosques una industria que genere riqueza para nuestros pueblos.

Por eso hace falta regularlo y convertirlo en una empresa profesional, con un consejo de administración que ordene y dirija su funcionamiento para obtener la máxima rentabilidad.

Las ciudades tienen que garantizar el sostenimiento de los bosques, es de donde procede toda la riqueza que tenemos, tanto el agua como el aire que respiramos y esto tiene un coste que está evaluado.

Podríamos pagar nuestros impuestos sabiendo que vamos a mantener nuestra riqueza forestal y lo haríamos con más agrado, sabiendo a lo que está dirigido.

Seria una mejor forma de pagar los impuestos, con la motivación de conocer a lo que van dirigidos.

Es fundamental mantener lo que tenemos, dejar de hablar de sostenibilidad y pasar a la acción, menos discursos de green y más acción de protección del medioambiente, eso es lo que necesitamos.

En definitiva, la despoblación es un problema que afecta desde todos los puntos de vista a toda la sociedad y que por lo tanto necesita de la contribución de todos a solucionarla, primero y fundamental de un apoyo político decidido.

No se puede estar todo el tiempo pensando en los votos para abordar la solución de las cuestiones que afectan a la sociedad.