Me pesa España decía Unamuno, yo digo que cansa. La España de mediocridad un día sí y otro también. La España que nunca apuesta por la gente de valía, por la gente que no se vende ni pasa a refrescarse. Clint Eastwood ha afirmado que un día se darán cuenta de que la presidencia de Barack Obama fue el mayor fraude jamás perpetrado contra el pueblo estadounidense. Aquí podríamos añadir y contra el mundo. Desde entonces hasta ahora los que nos administran no han dejado de estar en cuestión.
La banda de siempre de los woke y los NAFO, de los ignorantes que saben de todo, o de los que han estudiado horas en la barra del bar, ni siquiera en estos momentos trágicos son capaces de ser solidarios y parar sus análisis o ataques sistémicos desinformando, difamando, mintiendo para tapar la realidad, son los verdaderos enemigos de España y conviene reflexionar hasta cuando y cuanto hay que tolerar al rencor, la ignorancia y el desgobierno. La vacuidad de sus afirmaciones da pereza y cansancio.
En Zamora, como ocurrió y ocurre en otras partes dejan el monte sin limpiar, descuidan los corta fuegos para restaurar la naturaleza y cuando arde media España la culpa es del cambio climático, la sequía inducida o no. Se vacían los pantanos antes para que no aterricen los hidroaviones y luego se quema todo, vendemos la madera y el solar para las placas solares.
En Valencia derruimos las presas, para devolver los ríos a su cauce natural y cuando mueren decenas de personas, es culpa del cambio climático. Somos el referente en la demolición de presas, y en la región Valencia el top ten.
Si la lámina de agua se va frenando y es delgada el peligro es menor, su fuerza también. Cuanto más delgada es la lámina de agua más absorción tienen los acuíferos. Luego las ayudas llegarán o no. Pero al ciudadano la vida se le ha acabado, no hay tiempo de trabajar para pagar dos vidas. Remontar una de las regiones más desarrolladas de España llevará tiempo. La culpa es siempre de otro no del gobierno de la gente.
Lo que está claro es que los mecanismos de prevención han fallado una vez más como cuando Filomena o la pandemia del Covid es lo que deberíamos empezar a analizar. Que fallen en Valencia es de delito de cárcel. También ha fallado la ayuda a los afectados del volcán de La Palma y a los del terremoto de Lorca. Veremos que les queda por sufrir a los valencianos como no trabajen ellos mismos. En España está claro que no hay defensa civil de ningún tipo. Los ciudadanos siempre acaban solos y si te dan una ayuda hay que dar una parte a hacienda.
Hasta el chaval de las cabañuelas dio la voz de alarma, al igual que para Filomena, mucho antes que la AEMET donde trabajan mil cuatrocientos con superordenadores, satélites y radares. El político que tenía que dar la alerta roja también debería de pensárselo estos días.
El progresismo nos ha hecho creer que el malo es el ingeniero que habla de acero y hormigón y que el bueno es el de las rastas que se preocupa de los patitos y los pececitos. La lectura que se sacará al final es que no hay suficientes impuestos ni observatorios de sostenibilidad. Nada nuevo bajo el bajo el sol. Nadie renunciara a su paga ni a su piso en el Retiro.
Llevamos décadas en un país que tira de la inercia de sus funcionarios y técnicos. La clase política que en pocas ocasiones ha demostrado su valía en la gran empresa privada está formada en su mayoría por gente que no da la talla y sabe de poco o de nada. Solo pueden salir cosas malas, primero poco a poco y luego las ruinas. Los que nos administran sólo estarán unos días cuando la desgracia golpea. Esperemos que se empiece a dejar de lado las narrativas feministas, machistas y demás, y se dediquen a lo que verdadera importa que es salir de esta inoperancia y miseria a la que nos están conduciendo.
En otro orden de cosas en Kazán, Rusia, se ha dado un punto de inflexión en la historia del mundo. Los BRICS van camino de revolucionar la geopolítica mundial. Más de una treintena de naciones, y más de la mitad de la población mundial reunidas para crear un cambio de paradigma geopolítico y geoeconómico de cuyos resultados no somos plenamente conscientes.
Un orden mundial alternativo. El ochenta por ciento del petróleo y el gas mundial, el sesenta por ciento de los puertos marítimos importantes, el mayor arsenal nuclear y encabezando la tecnología. Aunque de momento falta mucho para que se consolide, el mundo busca respuestas alternativas rápidas a las guerras de oriente medio y la farsa de Ucrania y al aumento de la población.
El mundo se está transformando mientras España pierde comba día tras día. China tiene más de tres mil centrales de carbón que emiten más dióxido de carbono que USA, India, Rusia, Alemania, Francia y Canadá juntos. Es de idiotas pensar que cobrar a los ciudadanos españoles un impuesto sobre el carbono que no hará otra cosa que hacernos más pobres y desindustrializarnos. China se aprovecha de la decadencia Europea, en todos los aspectos, coche eléctrico aparte, probablemente fabrique más armas en secreto que nadie en el mundo lo cual no augura nada bueno.
La ONU, después del genocidio de las vacunas y la destrucción de los pantanos, propone otro disparate como prohibir a todos los países miembros recoger agua o beber de fuentes naturales para evitar enfermedades infecciosas con pena de cárcel para los infractores. La prudencia es una virtud concedida por Dios para regir nuestra conducta, para realizar actos buenos y tomar decisiones adecuadas.
Su peor enemigo sin lugar a dudas es la ignorancia y la banalidad de la realidad, cualidad y actitud que imperan en estos tiempos por doquier a todos los niveles.